Un estudio de la UE revela que a esto hay que sumar las deficiencias en la atención hospitalaria o la inversión en la promoción de la salud.
La Dirección General de Asuntos Económicos y Comité de Política Económica de la UE ha realizado un estudio en el que se destaca que en un contexto de crisis demográfica y de avances tecnológicos costosos, los gobiernos de los Estados miembros de la UE se enfrentan a una serie de retos financieros derivados del envejecimiento y del coste de estas nuevas tecnologías.
Así, el informe "Joint Report on Health Care and Long-Term Care Systems & Fiscal Sustainability" del que se hace eco Médicos y Pacientes, revela que a estos retos hay que sumar las deficiencias en la atención hospitalaria, el incremento del gasto farmacéutico, la inversión en la promoción de la salud, la prevención de enfermedades y en Atención Primaria, además de mejorar la gestión de los sistemas sanitarios.
Del mismo modo, este estudio analiza fórmulas para mejorar la relación coste-eficacia de los sistemas sanitarios, apunta los principales retos y se identifican las posibilidades existentes para mejorar la sostenibilidad fiscal y la eficiencia de los sistemas sanitarios europeos.
Presión fiscal y altos niveles de gasto
Así, el envejecimiento de la población en la Unión Europea, con el consecuente incremento de atención sanitaria y de gastos relacionados con el cuidado de la población envejecida, conlleva retos para los sistemas de salud. Igualmente, las innovaciones en Medicina y las nuevas tecnologías tienden a aumentar los costes, algo que plantea riesgos al alza adicionales a los gastos en salud.
Por este motivo, junto a los altos niveles de gasto y deuda pública en la mayoría de los países, todos los Estados miembros de la UE se enfrentan a una fuerte y creciente presión fiscal. Según el estudio, el gasto público en atención de la salud y de largo plazo absorbe una parte importante y creciente de los recursos económicos de los Estados miembros (8,7% del PIB en 2015), esperándose un aumento del mismo de entre el 10,6% y el 12,6% de PIB para el año 2060.
Para mejorar la sostenibilidad fiscal y la función de los costos, el informe propone un fortalecimiento de la cooperación entre las autoridades fiscales y de política de salud, ya que podría ayudar a enfocarlos a la eficiencia del sistema y a una dotación presupuestaria adecuada.
Un punto fundamental a tener en cuenta es la importancia de la inversión en atención primaria, ya que ahorraría dinero al reducirse la necesidad de tratamientos hospitalarios más costosos. Otras propuestas son reducir el costo de los medicamentos con el uso racional de los medicamentos y evitar la prescripción excesiva, la centralización de compras de productos sanitarios y medidas administrativas para reducir costos significativos sin que afecte a la calidad.