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SERMADE ofrece el tratamiento dental personalizado al residente sin salir de la residencia

SERMADE, clínica odontológica móvil.
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SERMADE, clínica odontológica móvil. (Foto: SERMADE)
martes 11 de diciembre de 2018, 21:55h
Su directora, Susana Cobos, lo explica: "Son clínicas dentales completas pero con ruedas".

En múltiples ocasiones surge el problema de tener que visitar al dentista cuando se está en una residencia y, resulta además, que puede que la movilidad sea reducida. SMD SERMADE, una empresa dedicada a proporcionar servicios odontológicos a residencias a través de sus novedosas unidades móviles soluciona el problema. Su directora, Susana Cobos, explica a Dependencia.info cómo lo hacen:

Básicamente, ¿en qué consiste el servicio que ofrece SERMADE?

En España no existía un servicio de Clínicas Dentales Móviles, completas, con profesionales de la odontología especializados en Gerodontología, que pudiesen desplazarse a los centros sociosanitarios y realizar, in situ, tratamientos dentales. Básicamente, la forma tradicional de hacer tratamientos dentales a una persona ingresada en un centro residencial en la Comunidad de Madrid consistía en desplazarles a clínicas de calle, acompañados por sus familiares o por el personal auxiliar de las residencias.

SERMADE nace hace cuatro años con la vocación de ofrecer servicios médicos de calidad, con toda la tecnología disponible al servicio de las personas que viven en una residencia.

¿Qué ventajas tiene?

Con nuestro servicio evitamos los desplazamientos, reducimos los tiempos de espera para atender una urgencia y facilitamos el trabajo diario de los cuidadores y las familias. Lo que SERMADE hace es realizar todos los tratamientos dentro de la Clínica Móvil, una vez informadas las familias, o tutores legales, y con su consentimiento, lo que representa una gran comodidad para personas discapacitadas, o con movilidad reducida. Las familias están informadas en todo momento de lo que hacemos y tienen a su disposición la asesoría de nuestro coordinador asistencial y director médico.

Normalmente, situamos las clínicas móviles dentro del recinto de la residencia para facilitar el acceso del residente a la unidad, que tiene elevador o rampa para silla de ruedas.

Trabajamos coordinados con los servicios médicos de los centros antes de abordar cualquier tratamiento odontológico, porque suelen ser pacientes medicados por enfermedades crónicas (por ejemplo, diabéticos), con anticoagulantes que requieren un protocolo de retirada antes de tratarlos, con demencia senil o enfermedades neurodegenerativas (como el Alzheimer o el Parkinson) que requieren sedación consciente, porque trabajamos con un equipo de anestesistas. Abordamos cada caso de forma personalizada.

¿Pueden realizar cualquier tipo de tratamiento?

Sí, claro, son clínicas dentales completas, como el gabinete dental que puedes encontrar en cualquier clínica de calle, pero con ruedas. Cumplen todos los requisitos que la Consejería de Sanidad exige a una clínica dental. El límite, realmente, es el estado de salud del residente.

Cuando nos avisan, lo que hacemos es un diagnóstico del problema que encontramos e indicamos qué tratamiento necesitan para dejar sus bocas en salud y qué rehabilitación sería necesaria para devolverles funcionalidad. A veces, los deseos de un residente no son compatibles con lo que nos encontramos radiográficamente (las unidades móviles disponen de equipos de radiología intraoral) o con lo que médicamente no es recomendable para su bienestar, o lo que sus familiares o tutores deciden.

¿Atienden también a personas que no tienen ninguna movilidad?

Nuestras clínicas tienen sistemas de acceso adaptados para sillas de ruedas, o rampa o elevador vertical. Para las personas encamadas, con inmovilidad absoluta, trabajamos concertados con varios hospitales y tenemos protocolos para valorar la opción de traslado, siempre en base a su estado de salud, realizando los tratamientos que necesiten en ámbito hospitalario. Trabajar dentro de la boca tiene limitaciones en pacientes con sondas nasogástricas o respiradores, por ejemplo, y siempre prima su estabilidad en nuestras recomendaciones médicas.

¿Algún servicio que marque la diferencia?

Varios, en realidad. Por ejemplo, nuestro departamento de I+D ha patentado como Innovación un dispositivo, el Identident-Pro® que es un identificador de prótesis insertable tanto en las que elaboramos nosotros, como en las que ya tienen los residentes. Las nuestras lo llevan por defecto y los residentes pueden solicitar el marcaje de las suyas.

Un problema habitual que nos encontramos en todas las residencias a las que acudimos es el intercambio y la pérdida de las prótesis de los residentes. El personal no sabe a quiénes pertenecen y no pueden volver a su propietario. Llevar una prótesis que no corresponde a la boca ocasiona heridas y para las residencias y las familias suele ser un quebradero de cabeza. A todas ellas les ha parecido un dispositivo de gran utilidad que evitar rehacer prótesis constantemente.

En cuanto a nuestra forma de trabajar con los centros, el envejecimiento activo es muy importante y las residencias se esfuerzan en desarrollar programas y actividades para sus mayores. Nosotros, por ejemplo, trabajamos con la Dirección de cada residencia para fomentar la salud bucodental y les organizamos talleres de higiene, al que también asisten los cuidadores. Las técnicas para mantener la higiene, tanto la bucal como la de las prótesis, es algo que no suelen abordar las escuelas de auxiliares y les facilita mucho su trabajo diario.

¿Por qué motivos suelen llamarles, por falta de movilidad personal, falta de quien les lleve al dentista o por comodidad?

De todo un poco, pero prima la comodidad que supone para los familiares el hecho de que sus mayores sean tratados de forma personalizada y con calidad sin salir de la residencia. Nos llaman incluso personas que ven circulando las clínicas por la calle y nos piden que veamos a su familiar ingresado.

¿Cuáles son los más demandados?

En general eliminamos “el dolor”. En la banda de edad de una persona ingresada en una residencia lo que más encontramos son piezas dentales destruidas e infecciones. Las extracciones, que son lo que más salidas de la residencia necesitarían (por las revisiones de las cicatrizaciones y los puntos, por ejemplo), es lo que más demandan. Envejecer no nos hace inmunes al dolor.

Es sin duda un valor añadido el poder realizar este servicio a las personas mayores sin desplazamientos innecesarios, ¿qué valoración os hacen?

Eso se lo podrías preguntar a nuestros odontólogos. Quitar dolor es algo que los residentes agradecen, y mucho. De hecho, cuando van a revisarles les abrazan y les besan como si fuesen sus abuelos o de la familia. Resulta conmovedor y motivador.

Nos gusta mucho aportar nuestro trabajo para conseguir lo que cualquier sociedad avanzada y moderna desea: mejorar la calidad de vida de las personas mayores. Con nuestros profesionales médicos y los medios y recursos técnicos que tenemos en SERMADE, creemos que lo hemos conseguido.

Susana Cobos es directora en CEM Clínica Eugenia de Montijo y SMDServicio Móvil Dental, Microbióloga por la UCM, Experta en Gestión de Centros Médicos y Unidades Especializadas y divulgadora científica.

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