Entrevista a Javier del Monte Diego, de la Asociación Jubilares.
La Fundación Pilares presentó el pasado viernes dos nuevas guías "La atención en domicilios y comunidad a personas con discapacidad y personas mayores" y "Cohousing. Modelo residencial colaborativo y capacitante para un envejecimiento feliz", esta última elaborada por Javier del Monte Diego, arquitecto y miembro de la Asociación Jubilares.
Negocios & Gestión de la Dependencia ha hablado con él sobre esta nueva guía y sobre este modelo residencial colaborativo, el cohousing.
Una de las cuestiones que plantea en su estudio es como la experiencia es la que está definiendo el modelo de cohousing, pero si tuviera que señalar alguna característica sobre este modelo ¿cual sería?
Se trata de que hay modelos más relacionados con ideologías y otros sin embargo no. Hay personas que vienen con todo tipo de filosofías, de ideologías y en la gran parte de los grupos se mezcla, es diverso, no se trata de que esto sean modelos exclusivos a eso me refiero. Esto se está viendo que funciona en países muy diversos, no son propios de una cierta cultura, antes a veces se decía “el cohousing es un modelo del norte de Europa, no, es que claro esto en España no va a funcionar”. Bueno pues en España funciona igual que en el resto de los países, porque son modelos que responden a las necesidades humanas, es en ese sentido el de la diversidad.
¿Qué como se crean este tipo de iniciativas, eminentemente participativas? Pues sí, hay algo que tiene que ver con la cultura de la participación, que en nuestro país no está tan arraigada y entonces hay un cierto aprendizaje. Nosotros no hemos practicado con soluciones de consenso en grupo, en las comunidades de vecinos no se suele trabajar de esta manera, se hacen votaciones gana la mayoría y ya está, pero no se consensúa. Bueno pues para esto hay técnicas, hay metodologías de participación, que por ejemplo en nuestro país prácticamente desconocemos. Pero poco a poco iremos aprendiéndolas, esto no esta dentro de nuestros genes, pero hay muchas personas que están entrando en estos modelos, aprendiendo a trabajar de otra manera.
¿Qué ocurre cuando analizamos los grupos hoy en día? Pues que hay un perfil de las personas que se interesan por el cohousing que está un poco sesgado, es fundamentalmente femenino hay como un 70% de mujeres, hay un perfil socioeconómico medio alto y sociocultural bastante alto. Eso no quiere decir que el cohousing sea para este tipo de perfil, porque vemos en otros países que está abierto a otro tipo de personas. Son también personas que provienen del movimiento asociativo, que han hecho cooperativas, lo que no significa que tengan que tener estas personas la cultura del cooperativismo metido.
También apunta en el estudio que hay una cierta falta de previsión sobre sistema de atención a la dependencia y cuidados en el cohousing ¿Cómo esta ahora mismo la situación?
Este es un tema muy importante. Nosotros también en Jubilares creímos que no merecía la pena implantar este modelo sin pensar en la dependencia. En otros países la falta de previsión en esta cuestión la solventan mudándose a otra residencia y ya está. Ellos creían que era una cuestión irresoluble, “bueno pues si tengo Alzheimer, me voy a una residencia”. También es verdad que las residencias en otros países son distintas a los modelos de aquí. Nuestro modelo tradicional de residencia, en Dinamarca lo prohibieron en los años 80, es decir que hay un sistema que ya tiene unidades de convivencia, cosa que aquí en España nos estamos iniciando en los últimos años en algunos tipos de residencia, aquí todavía hay sujeciones físicas y farmacológicas para mayores que en otros países ya vienen experimentando su eliminación. Todavía son sistemas no centrados en la persona, y en otros países sí.
Ahora con mucha más experiencia tanto en otros países como en España, sabemos que una vida en comunidad, con pequeñas unidades de convivencia, con redes de apoyo, eso ayuda bastante a superar dependencias o variar en otros muchos casos los resultados de otras dependencias como el Alzheimer.
La apuesta aquí del cohousing es pensar que el modelo residencial incluye una estrategia de apoyo mutuo desde el principio, cuando se inician estas comunidades ya establecen mecanismos para poder cuidarse entre ellos o con los medios necesarios para poder estar aquí hasta el final. ¿Qué es lo que ocurre cuando se pide una atención profesionalizada? Bueno pues que hay el modelo de la AICP, de la Fundación Pilares, o la Fundación Matía o Teresa Martínez, ese es el modelo, que con una persona que es una gestora de casos, que conoce bien a las personas, no solo su historia clínica, sino también su biografía personal, y en este caso conoce bien también a la comunidad, los recursos que tiene y desarrolla esta comunidad, los espacios que manejan, los recursos de la zona, todo eso se pone al servicio de la atención de las personas, para conseguir exactamente los medios que den soporte a esa persona. Solamente lo necesario, no se trata de ofrecer mucho más, porque eso ya sabemos que causa más dependencia, y ni quedarse cortos porque sabemos que sino no recibe la atención necesaria. Se trata de contratar, o solicitar si por ejemplo lo tiene la administración, o servicios privados, conseguir los recursos necesarios para conseguir esa atención personalizada que sea necesaria en un momento dado.
¿Ese gasto lo sostiene la persona dependiente o la Comunidad?
Bueno, en ese caso cada Comunidad puede definir hasta donde quiere llegar con estos mecanismos. Ellos lo que definen son estrategias para tener esta atención. En algunos casos ponen una especie de fondo para la dependencia y si hay una persona que requiere obtener dinero de ese fondo, pues a lo mejor lo saca directamente, o paga solo la mitad,… eso cada Comunidad decide cuales son los mecanismos económicos que hay para afrontar esto.
¿El Cohousing es para personas que tienen un nivel económico medio-alto o una pensión alta?
No. Esto es para todos. Este es un tema que nos preocupaba mucho a la asociación, como hacer un modelo asequible para todos, ahí necesitaríamos una colaboración con la administración pública en primer lugar, pero también con las agencias financieras, y con otro tipo de entidades.
Como el modelo es todavía desconocido, aunque cada vez hay más administraciones que van conociéndolo mejor y alguna administración local ya ha apostado por ello, creemos que poco a poco esto se irá haciendo más asequible. Creemos que es necesario pasar por una serie de pilotos, de experiencias que puedan servir como paradigma para comprender por parte de todos como funcionan estas comunidades y observar que esto es un modelo sostenible.
¿Cuáles son las ventajas de un modelo así, en el que la comunidad es la que sirve de apoyo a la Dependencia en concreto?
Pues es que claro uno está en casa, que es lo que la mayoría de la gente queremos, vivir en nuestra casa, y requerimos solo los apoyos necesarios pero no mas, pero no como en una residencia de mayores donde hay unos ratios y quizás yo esté pagando mas servicios de los que necesito, y además compartimos gastos entre varios vecinos. Pero es que además, hay vecinos que me ayudan en muchas de las tareas que haría en otros casos un profesional, por ejemplo en la labor de acompañamiento. Uno de los gastos mas fuertes en dependencia, es eso, mero acompañamiento, yo estoy en una Comunidad de vecinos con otras 15 personas y un vecino pasa por mi casa, desayunamos y se va, pasamos la tarde en la casa común, haciendo actividades que son significativas par mí, no las que ha elegido una entidad, o una gestora. Todas estas cosas que ya vienen gratis, que vienen de serie, son ahorros enormes.
En mi Comunidad de vecinos tengo varias personas mayores viviendo con una auxiliar que le acompaña 24 horas. Muchas veces solo un rato que la vecina del 5º pudiera bajar a pasar la tarde con la vecina del 4º, por lo mínimo estábamos ahorrando ya un auxiliar.
Uno se echa cuenta, es un cuenta muy grosera, pero este sistema es inmensamente más barato que las residencias y mucho más barato que estar en mi casa con una atención 24 horas ¿eso como se puede hacer más asequible aún? Bueno pues cuando las administraciones incluyan estos modelos dentro del sistema de atención a la dependencia, porque comprende que esto es un ahorro inmenso.
¿Cuándo habla de que se incorpore el cohousing a la Dependencia, a que se refiere a que se presten servicios en estas Comunidades? ¿A que obtengan prestaciones las personas que allí se alojan? ¿A cesión de suelo?
Se pueden hacer muchas cosas. Las ayudas que se están dando para la Dependencia se trata de yo te doy tanto dinero para que puedas contratar a alguien y permanezcas en tu hogar, o hablamos de servicios a domicilio, o si hablas de una residencia de mayores te subvenciono una parte y te doy un tanto al mes para pagar esa plaza. Hoy en día no hay dinero que te puedan dar por estar en un cohousing, las leyes no lo contemplan pero creemos que esto llegara porque es un ahorro para todos, no solo para la administración.
Hay muchas formas, la cesión de derecho de superficie para construir un `jubilar´, pues también es una manera de ayudar. También es verdad que nos hemos encontrado ayuntamientos, donde el suelo para construir esto lo ponen tan alto que al final no merece la pena. Se trata de hacerlo accesible, si la administración entiende que es un ahorro no solo para la Dependencia, sino que además aportan a la sociedad muchísimo, las comunidades de cohousing lo que están regalando al entorno en el que se mueven, en un pueblo, en la comarca es enorme. Son un montón de personas mayores con ganas de dejar legado y con muchas ganas de hacer muchas cosas por los demás. Esto es también una inversión social, el beneficio medioambiental y social es enorme, no solo es económico porque me he ahorrado parte de los gastos de Dependencia, no solo eso es bastante más. De momento no hay formas de medir el impacto de estas iniciativas, así que habrá que ver los grupos que van formándose y echar cuentas.
Estos son los argumentos para decirle a la administración “mira esta colaboración ciudadana es algo que merece la pena”.
También hay otros medios para que lo hagan mas asequibles, la banca por ejemplo tiene que cambiar el chic, para hacer los créditos más accesibles, aunque ya hay algunos bancos como Triodos que está concediendo créditos, porque este se lo dan a una cooperativa y entonces da igual que la persona mayor se vaya o se muera, porque la cooperativa sigue pagando el crédito, eso es muy importante, porque ahora mismo en una entidad de crédito tradicional no lo dan, por que claro tienes 70 años, y si te mueres dentro de 10 como marca la estadística ¿Qué pasa? Pero si tengo esta cooperativa, que tengo lista de espera, que es un sitio tan atractivo, que es un lugar tan interesante desde muchos puntos de vista, es tan accesible, no me importa dar un crédito de 25 años.
Hay muchas formas de hacer el cohousing accesible a muchas personas. Esto es una carrera de fondo.
El proyecto de Plan Estatal de Vivienda para el periodo 2018-2021 lanzado por el Ministerio de Fomento el pasado mes de mayo, recoge el 'Programa de Viviendas para personas mayores' y plantea una línea de estímulos de hasta 400 euros por metro cuadrado para los promotores públicos o privados que desarrollen complejos de viviendas de nueva construcción o procedentes de la rehabilitación de edificios destinadas al alquiler por parte de personas mayores de 65 años. ¿Qué valoración le merece?
No he podido verlo en profundidad, otros compañeros si han podido hacerlo, pero yo no. Pero siempre es una buena noticia este tipo de ayudas, aunque no siempre se trata de esto sino de que se facilite por parte de la administración la implantación de este tipo de iniciativas, y eso puede ser de muchas maneras.
Por último, en su estudio apunta que no todas las experiencias de cohousing cuentan con criterios de diseño accesible, o amigable para personas con demencia, algo que choca siendo el público objetivo las personas mayores. ¿Cuál es la razón?
Si aquí me estaba refiriendo a las que se pusieron en marcha en el extranjero en los años 70. En otros países el cohousing nació a partir de familias con niños, había un enfoque familiar, como cuidamos entre todos a los niños para conciliar la vida familiar, para ahorrar ciertos costes… Estos en un momento dado fueron envejeciendo y ahora resulta que los que estamos jubilados nos quedamos aquí solos, los jóvenes se han ido por ahí a vivir, y entonces surgió el seniorcohousing, personas mayores que querían vivir juntas porque las apetecía.
En España, ha ocurrido un fenómeno curioso y es que el cohousing ha empezado directamente con las personas mayores, entonces hay una evidencia clara de que una de las necesidades que hay es el tema de la accesibilidad, tenemos que hacerlo accesible al menos físicamente. Nosotros vamos más allá y es que la accesibilidad en España poco a poco se va dando a conocer la accesibilidad cognitiva. Aquí se ha hecho un esfuerzo enorme por eliminar rampas, favorecer la accesibilidad física, poner ascensores, pero todavía se construyen entornos donde nos perdemos, y más cuando nos empiezan a fallar ciertas facultades como la percepción o la comprensión de los espacios donde vivimos y eso pasa en buena medida a las personas mayores, ese es un tema a considerar en este tipo de espacios, entonces hacemos un cohousing, o una residencia de mayores o unos apartamentos con servicios que es otro modelo en los que yo me puedo perder por los pasillos, pues no es una buena idea. Este tipo de cosas nosotros insistimos desde la asociación debemos incorporar al modelo cohousing.
Cuando se diseña de forma participativa el espacio, bueno pues si no sale este tema, nosotros tenemos que hacer caer en la cuenta que hay una serie de cosas que hay que resolver y ese es el tema de la accesibilidad. La amigabilidad, de lo que se habla ahora mucho, no es solo un espacio donde yo puedo pasear en silla de ruedas, sino es un sitio donde esté a gusto, con tranquilidad, donde me puedo encontrar con mis vecinos, son espacios que promueven la participación, que no plantean retos fuertes pero que estimulan de una manera.