Nelly Jacobs creció entre caballos. Ésta ha sido a lo largo de su vida su gran pasión. Sin embargo, el Parkinson que padece desde que tiene 50 años le hizo perder la conexión con estos bellos animales.
Concienciada en no dejar su gran amistad con los equinos de lado por culpa de la enfermedad, buscó ayuda y es ahí donde dio con esta innovadora terapia que aúna caballos y personas con discapacidades de diversa índole.
Los resultados han sido inmediatos. No sólo en la felicidad de los pacientes, sino en la interacción con los caballos, que son la herramienta para una mayor salud.