En cualquier residencia de mayores, el comedor es mucho más que un lugar donde “dar de comer”. Es el espacio donde las personas se encuentran, conversan, se sienten cuidadas… o, por el contrario, donde pueden experimentar apatía, desinterés y hasta rechazo hacia la comida.
Cada vez más direcciones de residencias se plantean una pregunta clave:
¿Cómo puedo convertir el comedor en un verdadero espacio de bienestar, donde los residentes esperen con ilusión la hora de comer?
La respuesta pasa por cambiar la mirada: dejar de pensar solo en menús y proteínas, y empezar a hablar de experiencias sensoriales. Eso es precisamente lo que propone el programa El Despertar de los Sentidos de Sodexo, diseñado específicamente para residencias de mayores.
Muchos centros ya cumplen con todos los requisitos nutricionales y de seguridad alimentaria… pero, aun así, se encuentran con problemas muy habituales:
A esto se suma una realidad que la ciencia ya ha demostrado: con la edad se deterioran la vista, el olfato, el gusto, el oído y el tacto, y eso afecta directamente al apetito, al disfrute y al estado de ánimo.
Por eso, no basta con cocinar bien. Hay que diseñar todo el entorno del comedor para despertar los sentidos y transformar la comida en un momento que se espera con ganas.
Sodexo ha desarrollado el programa El Despertar de los Sentidos, un servicio nutricional integral para residencias de mayores que trabaja cada uno de los cinco sentidos durante el momento de la comida, con un objetivo muy concreto:
Se trata de una propuesta respaldada por estudios sobre el impacto sensorial en las personas mayores y reconocida en el sector, que ayuda a las residencias a pasar de “cumplir” a ofrecer una experiencia gastronómica de excelencia.
Puedes profundizar en el programa aquí:
El Despertar de los Sentidos para residencias de mayores
La vista es clave para despertar el apetito. Algunos cambios que marcan la diferencia:
Un plato bien presentado en un entorno agradable hace que la persona mayor quiera probarlo antes incluso de olerlo.
El comedor puede ser un espacio ruidoso y confuso para muchas personas mayores, especialmente si tienen problemas cognitivos o auditivos.
Cuando el oído no se siente agredido, la persona está más tranquila y receptiva a disfrutar de la comida.
El olor de la comida es uno de los estímulos más poderosos del apetito. En las personas mayores, el olfato puede estar disminuido, por lo que hay que potenciarlo de forma intencionada:
El olfato conecta de inmediato con los recuerdos y las emociones, y ayuda a que el comedor se sienta más como un hogar que como un centro.
La nutrición es imprescindible, pero si el plato no resulta apetecible, no sirve de nada que sea perfecto sobre el papel.
Trabajar el gusto en clave de bienestar implica:
Cuando el gusto se cuida, el mensaje que recibe la persona mayor es claro: “importa lo que te gusta, no solo lo que necesitas”.
El tacto interviene más de lo que parece en la experiencia de comer:
Cuidar el tacto es, en el fondo, cuidar la dignidad y la comodidad de la persona mayor mientras come.
Lo importante de una propuesta como El Despertar de los Sentidos es que no se queda en pequeños cambios estéticos, sino que ofrece un método estructurado para transformar el comedor:
Si quieres profundizar en cómo podría aplicarse en tu centro, puedes solicitar un análisis y acompañamiento especializado:
Asesoramiento experto de Sodexo para residencias
Para la dirección y la propiedad del centro, apostar por este tipo de enfoque tiene un impacto directo en:
Convertir el comedor en un espacio de bienestar no es un lujo: es una necesidad si queremos que las personas mayores vivan esta etapa con dignidad, gusto por la vida y ganas de compartir. Apostar por propuestas como El Despertar de los Sentidos permite transformar algo tan cotidiano como la comida en uno de los momentos más esperados del día.
Porque cuando se cuidan los cinco sentidos, el comedor deja de ser un lugar de paso y se convierte en el corazón emocional de la residencia.