Las estancias temporales en centros sociosanitarios representan una alternativa flexible y adaptada a las necesidades de las personas mayores y sus familias.
Se trata de periodos de corta duración en los que las personas ingresan en los centros para recibir atención especializada en un entorno seguro y profesional, ya sea a causa de una convalecencia temporal o de periodos en los que los cuidadores habituales no puedan proporcionarles la atención habitual.
Uno de los principales valores de este servicio es la atención integral proporcionada por un equipo de profesionales altamente capacitados. Las personas residentes reciben supervisión constante las 24 horas, lo que asegura que su estado de salud y bienestar sea monitoreado de manera continua. Además, los cuidados se adaptan a las necesidades específicas de cada uno, garantizando un enfoque personalizado que prioriza la recuperación efectiva.
El entorno también juega un papel esencial. Durante su estancia, las personas mayores disfrutan de instalaciones diseñadas para su comodidad y seguridad, lo que favorece un ambiente propicio para la recuperación. Estas residencias no solo se enfocan en la rehabilitación física, sino también en el bienestar emocional, ofreciendo actividades sociales que fomentan la interacción, reducen la sensación de aislamiento y promueven una actitud positiva frente a los desafíos del proceso de recuperación.
Para las familias, este servicio representa una solución que brinda tranquilidad y confianza. Saber que su familiar está en manos de expertos en un entorno profesional y seguro alivia las preocupaciones habituales, especialmente cuando se trata de atención postoperatoria o rehabilitaciones intensivas.
Las estancias temporales ofrecen una oportunidad única para acceder a servicios especializados de rehabilitación. Estas incluyen tratamientos diseñados para ayudar a las personas mayores a recuperar movilidad, fuerza y autonomía. En estos programas, la combinación de fisioterapia profesional, atención médica continua y un entorno diseñado para la recuperación potencia los resultados, acorta los tiempos de mejora y maximiza el bienestar de la persona residente.
Con el respaldo de una institución consolidada y prestigiosa como Los Nogales, las personas mayores encuentran no solo el cuidado que necesitan, sino también el apoyo humano y profesional que transforma la experiencia de recuperación en un proceso efectivo y enriquecedor.
En el ámbito de la rehabilitación, mantenerse a la vanguardia no es solo una ventaja, sino una necesidad para ofrecer servicios de calidad que optimicen los procesos de recuperación. Incorporar técnicas y tecnologías avanzadas permite abordar las necesidades específicas de cada paciente de manera efectiva, maximizando los resultados y acortando los tiempos de mejora. En Los Nogales, este compromiso con la innovación se traduce en una oferta de servicios especializados diseñados para mejorar la calidad de vida de las personas mayores durante sus estancias temporales:
Los Nogales transforma el proceso de recuperación en una experiencia efectiva, a través de su compromiso con la innovación y la personalización. Gracias a la combinación de fisioterapia profesional y atención médica continua en un entorno diseñado para la recuperación, las estancias temporales se convierten en una herramienta poderosa para mejorar la calidad de vida de las personas mayores.
Las estancias temporales están originadas principalmente por fracturas o prótesis de cadera, rodilla o húmero. También son frecuentes las recuperaciones tras hospitalizaciones prolongadas debido a una pérdida significativa de masa muscular.
La valoración inicial de fisioterapia consta de varias fases que comienzan con una entrevista al paciente y su familia, permitiendo conocer el estado previo de la persona residente y establecer objetivos específicos, como superar barreras funcionales (subir escaleras, levantarse de la cama, calzarse, entre otros), para adaptar el plan a las necesidades individuales de cada persona. Posteriormente, se realiza una evaluación detallada de la movilidad activa y pasiva, la fuerza muscular y el nivel de dolor.
Además, es muy importante valorar el control de tronco, la calidad de la marcha y las dificultades en actividades cotidianas derivadas de la patología. Esta información permite establecer objetivos concretos y realistas para cada caso.
El ejercicio constituye la base fundamental para mejorar tanto la movilidad como el equilibrio. El proceso comienza con ejercicios de movilidad simples, que progresivamente se complementan con actividades más complejas orientadas a mejorar la coordinación. A continuación, se incorporan ejercicios de fortalecimiento con resistencias y rutinas específicas para trabajar el equilibrio.
Entre los instrumentos más utilizados destacan pesas, barras, lastres, colchonetas y pequeños obstáculos.
El equipo de rehabilitación está compuesto por diferentes perfiles profesionales, cada uno con un rol fundamental. Para lograr un éxito integral en la recuperación, se debe atender al paciente en su totalidad, atendiendo tanto su patología como sus necesidades emocionales y funcionales.
El trabajo multidisciplinar que incluye fisioterapia, terapia ocupacional, enfermería o psicología, entre otras disciplinas, permite afrontar los miedos, preocupaciones y dificultades de la persona residente, así como las propias consecuencias derivadas de la patología aguda por la que haya ingresado.
Desde el servicio de fisioterapia, el objetivo principal es mejorar la movilidad, la fuerza y la calidad de la marcha para mantener el mayor nivel de autonomía posible. En casos de pérdida repentina de autonomía (por caída, cirugía, etc.), se trabaja para recuperar a la persona residente hasta el nivel funcional previo, siempre que sea posible, y facilitar su regreso a las actividades cotidianas.