El IV Encuentro del Ciclo 'La Industria de los Cuidados en el Diálogo Social' que tuvo lugar este lunes en la sede de la Confederación de Empresarios de Andalucía (CEA) y organizado por el Círculo Empresarial de Cuidados a Personas (CECUA) en colaboración con la CEA abordó la temática 'La dirección de centros residenciales y de día: análisis competencial y profesional'.
Financiado por la Consejería de Empleo, Empresa y Trabajo Autónomo y el Servicio Público de Empleo Estatal, este ciclo de encuentros, en el que se dieron cita representantes de empresas dedicadas a los cuidados, consultores especializados y diversos actores del sector, quienes discutieron sobre los desafíos presentes y futuros que enfrenta la industria de los cuidados en Andalucía, se integra en un proyecto destinado a la formación y capacitación que busca fortalecer el diálogo social y la negociación colectiva en la industria de los cuidados.
Este sector es crucial en un país que enfrenta una pirámide demográfica que prevé un notable envejecimiento para el año 2050. A través de un taller de trabajo, los participantes tuvieron la oportunidad de sumergirse en el contexto normativo actual y en la compleja realidad que enfrentan los gestores de servicios asistenciales.
La jornada dio inicio con la bienvenida institucional de Luis Picón, director de Relaciones Institucionales de la CEA, junto a Andrés Rodríguez, presidente de CECUA. Durante su intervención, Rodríguez enfatizó la necesidad urgente de profesionalizar y estabilizar el sector de los cuidados en España.
En un contexto caracterizado por tarifas bajas y una creciente presión financiera sobre las empresas del ámbito de los cuidados, el responsable de CECUA destacó que es imprescindible realizar una inversión superior al 2% del PIB para asegurar tanto la viabilidad como la calidad de estos servicios. Esta cifra es notablemente mayor al actual 0,96% que España destina al sector. En este sentido, desde la patronal de cuidados reiteran que “para que el sector de los cuidados sea sostenible, es crucial recortar distancias con países como los Países Bajos (4,1%) y Noruega (3,7%), que lideran la inversión en servicios de cuidado”.
En el marco de la contextualización del evento, María Salmerón, quien dirige Sassan Formación, subrayó la importancia del desarrollo formativo y competencial en el ámbito de la dirección de centros de cuidados. Según Salmerón, es fundamental que los directivos reciban una formación especializada en gestión de cuidados, considerando la enorme responsabilidad que tienen al crear entornos seguros y dignos para las personas mayores y aquellas en situación de dependencia.
Asimismo, se enfatizó la necesidad de una actualización continua de competencias tanto en liderazgo como en el conocimiento de normativas sanitarias y de seguridad, con el fin de asegurar el bienestar integral de las personas atendidas.
La mesa redonda profundizó en los aspectos competenciales y profesionales esenciales para la dirección de centros residenciales y de día. David Molina, gerente de Avitasg SL y tesorero de CECUA, junto a Begoña Fernández, directora de soporte de la zona sur de Domusvi, compartieron su experiencia en la gestión de estos centros. Ambos hicieron hincapié en los retos diarios que deben afrontar en un entorno caracterizado por altas exigencias y recursos limitados, con el fin de fomentar tanto la calidad de vida como la dignidad de las personas dependientes y de quienes se encargan de su cuidado.
Uno de los temas centrales abordados en la jornada fue el desequilibrio financiero que afecta al sector, el cual se encuentra amenazado por tarifas insuficientes y una inversión pública que no corresponde a los costos reales. En este contexto, la patronal de los cuidados instó a las autoridades públicas a llegar a acuerdos que permitan establecer una estructura financiera y normativa más robusta y sostenible. Se destacó que “es fundamental para la calidad de los servicios, la estabilidad laboral y mejorar la retención de talento”.
Una de las necesidades identificadas por los asistentes fue la capacitación específica para la dirección de centros, con el fin de implementar programas de formación continua y certificaciones dirigidas a los directivos. Esto les permitiría adaptarse a los cambios normativos y a las nuevas exigencias del sector de cuidados. La mejora en la calidad del servicio y una mayor protección para los usuarios serían posibles gracias a este tipo de formación, especialmente ante el incremento de los desafíos demográficos.
Cerrando la jornada, el coloquio permitió a los asistentes expresar sus experiencias y desafíos comunes en sus respectivos centros. Los participantes coincidieron en que el sector no podrá afrontar los retos que implica el envejecimiento de la población sin un marco regulador sólido y una inversión pública adecuada.
Los organizadores de CECUA y la CEA subrayaron que estos encuentros se han convertido en espacios fundamentales para el intercambio de experiencias y la búsqueda de soluciones efectivas. En ediciones anteriores, se han tratado no solo temas relacionados con tarifas y legislación, sino también aspectos como la inseguridad jurídica y la fragmentación del sector, factores que impactan en la sostenibilidad y calidad de los cuidados.
El evento concluyó con un sentimiento de urgencia que todos los asistentes compartieron: es esencial que la industria de los cuidados reciba el reconocimiento social, económico y normativo que refleja su relevancia en la sociedad. Según Andrés Rodríguez, “invertir en la economía del cuidado es apostar por un futuro más justo, igualitario y sostenible”. No solo se trata de atender las necesidades de las personas mayores y dependientes; la industria de los cuidados también constituye un pilar clave para edificar una sociedad más inclusiva y resiliente.
Actualmente, 36,694 usuarios reciben atención de CECUA, que cuenta con un equipo de 11,417 profesionales distribuidos en 181 centros. Esta red de cuidados no solo contribuye a la generación de empleo, sino que también se dedica a mejorar la calidad de vida de las personas usuarias y a la profesionalización del personal en el sector.