Sector

Más del 35% de los cuidadores en Cataluña operan en la economía sumergida

Campaña de Suara Mujeres que deciden por el Día de la Mujer. (Foto: Suara Cooperativa).
Dependencia.info | Martes 05 de noviembre de 2024
Hay 68.324 cuidadoras bajo el convenio SAD y, a pesar de su relevancia, persiste la falta de profesionales. Sólo un 40% trabaja con contrato.

El Día Internacional de las Personas Cuidadoras, que se ha celebrado este 5 de noviembre, destaca un sector laboral frecuentemente minimizado, pero que constituye un 2,3% de la ocupación en Cataluña. Con un total de 68.324 cuidadoras bajo el convenio SAD (Servicio de Atención Domiciliaria) y hasta 56.534 trabajadoras del hogar, este colectivo representa una parte significativa del mercado laboral y merece ser reconocido en un área fundamental del estado del bienestar.

A pesar de las estadísticas, la falta de cuidadoras profesionales en Cataluña persiste, lo que dificulta atender las necesidades de una población envejecida. Más de 1,1 millones de personas superan los 70 años en esta región, y la tasa de dependencia alcanza el 29,2%. Como resultado, más de 321.784 personas mayores dependen de asistencia.

Un 40% de las cuidadoras cuenta con un contrato profesional

De las 306.079 personas que se dedican a cuidar, menos de la mitad, es decir, 124.858, son profesionales en el ámbito del cuidado. Esto implica que más de la mitad corresponde a cuidadores informales, como familiares de la persona dependiente, o a aquellos que operan en la economía sumergida. En este contexto, se estima que alrededor de 30.441 personas ejercen su labor como cuidadores en esta economía no regulada, lo que indica que la tasa de informalidad en el sector ronda el 35%.

A pesar de que hay un número significativo de personas que brindan cuidados, se estima que hasta 15.705 ancianos carecen de cualquier tipo de apoyo o cobertura, ya sea formal o informal. Este dato, que representa el 5% del total de individuos en situación de dependencia, revela una dura y compleja realidad social para muchas personas mayores, quienes enfrentan la soledad y la escasez de recursos.

La directora del SAD de Barcelona de Suara, Victoria Galván, lo tiene claro: "El sistema no puede dejar a ninguna persona dependiente sin cobertura y eso pasa no sólo por destinar más recursos, sino por hacerlo con una estrategia diferente, poniendo el foco en la profesionalización y la innovación. Así mejoraremos el servicio, lo haremos más eficiente y no dejaremos a nadie por el camino, ni entre las cuidadoras ni entre las personas con dependencia".

El 91% de las cuidadoras profesionales son mujeres, y en un 63% de los casos provienen de otros países. La gran mayoría se encuentra registrada en el régimen general laboral o en el régimen de la larga duración, mientras que el porcentaje de trabajadoras autónomas es muy bajo.

Un nuevo modelo de SAD, solución para nuevos desafíos: optimizar el servicio y erradicar la precariedad

Galván, sobre la profesionalización del sector de los cuidados a dependientes como reto: "A fin de poder afrontar las necesidades de una población que seguirá envejeciéndose en las próximas dos décadas, hay que buscar soluciones que permitan estructurar mejor el trabajo. Primero, protegiendo y cubriendo las necesidades de las profesionales y, en paralelo, aplicando mejoras al propio trabajo a través de tecnología para modernizar el modelo y hacerlo también más accesible económicamente".

Conociendo las características del trabajo, Suara Cooperativa promueve la importancia de considerar ciertos conceptos fundamentales.

La soledad afecta tanto a las personas mayores como a sus familias y a los propios profesionales del cuidado. El entorno: contar con recursos cercanos mediante la red vecinal, el barrio, entre otros. La colaboración: todos los agentes involucrados, incluyendo a la familia, los profesionales, las administraciones locales y el sistema de salud, deben trabajar juntos.

La innovación es un compromiso total de la cooperativa, lo que ha facilitado el desarrollo de soluciones enfocadas en modernizar el modelo de trabajo en el ámbito de los cuidados y en digitalizar la atención las 24 horas, los 7 días de la semana. Esta dedicación a la innovación se refleja en la creación del Social Digital Lab, un Living Lab de innovación social que impulsa el ecosistema destinado a transformar la atención hacia las personas.

Nuevamente, Victoria Galván opina: "Los servicios de atención domiciliaria deben dejar de pensar en término de horas como unidad de medida. Hay que hablar de soluciones a las necesidades concretas de cada persona mayor dependiente. Este nuevo modelo de SAD, tanto público como privado, debe poder integrar los sectores social y sanitario, ofreciendo una visión completa de la persona atendida y con unas condiciones de trabajo dignas para todas las profesionales implicadas".

Formación como motor de cambio

La formación se presenta como una herramienta esencial para enfrentar los desafíos. En 2023, se llevaron a cabo 71.334 horas de formación por parte de Suara, con más de 54.000 de estas horas destinadas a trabajadoras del Servicio de Ayuda a Domicilio (SAD).

La cooperativa ha invertido más de 310.000 euros en estas actividades formativas, lo que facilita un mayor conocimiento en áreas fundamentales para las profesionales, tales como la salud mental, el cuidado personal y emocional, y las técnicas de movilización, entre otros.

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