La Mesa de la Profesión Enfermera, integrada por el Consejo General de Enfermería y el Sindicato de Enfermería SATSE, ha presentado esta semana el estudio ‘Análisis de la situación de las residencias sociosanitarias en España’, una radiografía del sector después del golpe que ha supuesto la pandemia por COVID-19, causando miles de fallecimientos entre los residentes, y que ha contado también con la colaboración de la Sociedad Española de Enfermería Geriátrica y Gerontológica (SEEGG).
El estudio, que ha analizado 272 centros sociosanitarios de todas las CCAA, con un 25,3% de centros públicos y un 74,3% de privados o concertados, y con tamaños que van desde los 25 residentes hasta los que cuentan con más de 100 residentes, destaca que se le ha hecho test al 91,5% de los residentes, de los cuales el 18% ha dado positivo y de éstos, un 33,8% eran asintomáticos. Además, el 94,9% de los centros ha realizado las pruebas a sus trabajadores y el 11,3% ha dado positivo.
El informe de la Mesa de la Profesión Enfermera apunta que el número de test realizados es muy similar en las residencias públicas y privadas, pero si hablamos de resultados positivos de infección, estos son mayores en los centros públicos. El estudio también detecta que durante la crisis sanitaria han fallecido una media del 5,5% de los resistentes de los centros, lo que podría suponer en torno a 20.000 residentes fallecidos.
Sobre la disponibilidad de material de seguridad en las residencias, ha habido una escasez de EPIs generalizada, que ha sido un 14% mayor en la públicas que en las privadas. Asimismo, en la mayoría de las residencias los profesionales de enfermería y otros trabajadores han tenido que reutilizar el material de protección y un tercio de las residencias (33,1%) se vieron obligadas a fabricarse su propio material ante la indisponibilidad de material oficial y homologado.
Dicho esto, ¿están los centros preparados para la segunda ola?
El estudio científico revela que, a día de hoy, el 80,1% de las residencias ya ha desarrollado un plan de contingencia contra la pandemia, aunque uno de cada diez de los centros sociosanitarios analizados (un 12,5%) sigue sin disponer de un plan de respuesta frente a la COVID-19.
Preguntadas las enfermeras en base a sus criterios profesionales, asistenciales y científicos, si los centros están preparados para una segunda ola de la COVID-19, la respuesta fue que el 46,3% de las residencias no lo están. La deducción es lógica, más de la mitad de las residencias ya cumple los factores para considerar que sí lo están.
Preguntamos al vicesecretario del Consejo General de Enfermería y coordinador del Estudio, José Luis Cobos, cuáles son los 5 factores más importantes para que podamos considerar que una residencia está preparada para la segunda ola de la pandemia provocada por el coronavirus y la respuesta es clara: "Hemos tenido en cuenta distintas variables, no es solamente decir falta personal, también la falta de recursos materiales, que, aunque se ha hecho un buen acopio durante los últimos meses, es cierto que todavía, en algunas, se ha notado alguna deficiencia".
Igualmente, añade, "los circuitos de citas para familiares o, incluso, de proveedores también se ha tenido en cuenta y toda la cuestión de protocolos establecidos para los residentes encuanto a las medidas de seguridad, en definitiva los planes de contingencia que todas las residencias deben tener". Cobos también ha incidido en "las infraestructuras necesarias para la hospitalización y el aislamiento de determinados que puedan ser sospechosos o que puedan ser positivos y las pruebas serológicas, PCRs o de antígenos".
"Básicamente, estos son los puntos fundamentales que se han recogido y en muchos casos todavía queda mucho camino por recorrer", destaca el coordinador del informe, que ha querido hacer hincapié en que al ser un universo tan heterogéneo, con residencias de 150 residentes y otras de 25 han querido analizar los datos "en función de las variables y en el estudio se dan los datos segmentados" e incluso, subraya: "Hemos visto que las residencias privadas, curiosamente, han estado mejor dotadas y han dado menos positivos que las públicas".
"El sector es muy heterogéneo, no es todo por igual, y sacar una única conclusión es difícil porque todo es mucho más complejo de lo que se puede resumir en una sola frase", señalaba el vicesecretario del CGE.
Sobre la medicalización o no de las residencias, un tema que se ha puesto sobre la mesa, José Luis Cobos se ha preguntado a qué llamamos medicalizar una residencia y daba su opinión: "Si es tener una cobertura de prestación de cuidado a lo largo del tiempo de un proceso habitual o incluso crónico que puede ser estable dentro de una residencia es por lo que nosotros abogamos. Pero si se trata de una situación aguda donde hay un descontrol de ciertos parámetros, no se trata de traer el hospital a la residencia, ni con personal ni con material, para eso están los hopitales, para atender esas situaciones agudas".
Otro de los problemas durante la pandemia de la COVID-19 fue la marcha en tromba de profesionales sanitarios de las residencias a la Sanidad Pública después del llamamiento masivo que se hizo desde los hospitales. En este caso, ¿qué podía haber hecho un director de residencia que ve como de un día para otro se queda sin la mitad del personal de enfermería porque se han contagiado o porque se han marchado a la Sanidad Pública?
El coordinador del ‘Análisis de la situación de las residencias sociosanitarias en España’ opina que "es una situación crítica y es puntual", pero hace especial hincapié en "factores a la hora de su contratación como son el salario y las condiciones de horarios y rotaciones". Destaca que "trabajar en este sector se hace poco atractivo cuando el salario que se percibe es menor que en lo público. Si a uno le pagan más en las residencias, estoy seguro que se queda". De esta forma, subir el sueldo a las enfermeras "podría haber sido la solución a la falta de profesionales en las residencias".
Cobos recuerda que eso es lo que transmiten las trabajadoras que han participado en el informe: "Siempre lo comentan en primer lugar. Tiene mucho peso, tal vez no sea lo único". El responsable del Consejo ha afirmado a este respecto que se han mostrado a favor con las patronales de residencias de renegociar al alza el precio de las plazas concertadas con las administraciones para poder reflejar ese aumento en el salario de las trabajadoras.