Normalmente tratamos en este apartado de residencias ya construidas que tienen algo interesante o innovador que aportar.
Un proyecto basado en el concepto del “espacio continuo” o “espacio infinito” muy interesante. Más allá de la forma de “8” que llama mucho la atención, en lo que verdaderamente debemos fijanos es en lo que se consigue con la forma de “8” y que se puede conseguir también con otras formas, y es la capacidad del edificio para generar recorridos infinitos y visuales entrelazadas entre interior y exterior. Como en un circuito de escalestric, las circulaciones son continuas, es decir, se puede empezar a andar alrededor de los patios de forma continua y siempre vuelves al punto de partida.
Esto, por ejemplo, permite a las personas que padecen demencia y son andadoras, poder deambular sin riesgo a perderse. Pero también tiene otras virtudes, como un menor recorrido para los cuidadores en sus idas y venidas. Si pensamos en el funcionamiento de las residencias distribuidas con largos pasillos, tienen una ida y una venida si has de ir a la habitación que está más lejos del centro del edificio o de la zona de accesos verticales, por el contrario, en un sistema como el que se ha proyectado, la última habitación, de hecho es la primera de la otra parte del circuito, porque ya estás de vuelta. Por tanto, reduce los pasos que debe dar un tabajador y este no es un tema menor.
Como decía al principio, para conseguir esto no es necesario que el edifico tenga esta forma de “8” o “infinito”. Los patios pueden ser cuadrados, ovalados o hasta triangulares, lo interesante es que las circulaciones estén basadas en el “espacio continuo”. Podemos encontrar otros ejemplos como de Andritz Dietger Wissouning Architekten en Austria:
Si a este concepto le podemos añadir el trabajo en unidades de convivencia reducidas, estaremos mejorando el modelo sobre el que estamos trabajando más y que permite la reducción de estímulos negativos y garantizar la implementación de la atención centrada en la persona.
Esta semana hacemos algo un poco diferente. La propuesta que el arquitecto Julien de Smedt ha planteado para la ciudad costera Belga de Ostende: una residencia que pretende ofrecer respuestas que hagan avanzar la concepción actual de las residencias.
El diseño se basa en lo que los diseñadores han llamado ecuación de "diep kruis", una fórmula diseñada para maximizar el diseño espacial y que en la práctica se convierte en un “ocho” o un signo de “infinito” algo desplazado.
Como la parcela dada es relativamente pequeña en relación con los requisitos del proyecto, el equipo de diseño decidió apilar las unidades de convivencia de la otra. Los dos pisos superiores se desplazan, creando un espacio de entrada protegido a nivel del suelo y un espacioso jardín en la azotea del edificio.
Los huecos que se forman en la figura de “8” forma dos patios verdes que actúan como jardines interiores.
El hecho de que el edificio en sí tome una forma de figura de ocho permite un movimiento continuo entre los diferentes espacios.
Se fomenta que los residentes puedan caminar en diferentes niveles alrededor de los dos patios verdes que iluminan con luz natural los espacios internos.
Esta peculiar forma también facilita que los cuidadores puedan ver desde un punto central todas las puertas de la sala.