El presidente de la Unió de Petites i Mitjanes Residències (UPIMIR), Vicente Botella, defendió el pasado 13 de marzo en la Comisión de Estudio de las políticas para mejorar la calidad de vida de las personas mayores del Parlament la calidad de vida de nuestros padres, abuelos, tíos y familiares en los centros residenciales y de día así como el acceso a la universalidad en la llamada Ley de la autonomía personal y atención a la dependencia.
Esto dijo:
No venimos a hablar del anciano de anuncio de televisión sano, guapo, activo y que además muestra un alto poder adquisitivo, venimos a hablar de individuos mayores, frágiles, con patologías crónicas que precisan de terceras personas para sus ABVD (comer, beber, la higiene personal, su deambulación y bipedestación y si me lo permiten, que incluso en su mayoría son incontinentes de heces y orina) la mayoría institucionalizados y con un pronóstico de duración de vida de pocos años, en ocasiones de solo meses.
Hablamos de nuestros padres, abuelos, tíos y familiares que se han dejado la piel por nosotros y gracias a los cuales estamos hoy aquí todos sin excepción.
Defendemos su calidad de vida en los centros residenciales y de día así como el acceso a la universalidad en la llamada Ley de la autonomía personal y atención a la dependencia, sea por prestación del servicio sea por la prestación económica vinculada a la misma las llamadas PEVS. No a listas de espera, lacra del actual sistema y vergüenza para una sociedad avanzada como la que pregonamos representar.
Defendemos que merecen ser cuidados y atendidos con dignidad, con profesionalidad, con humanidad y sin ser excluidos cual apestados, de los servicios sanitarios, por gastones y consumistas.
Defendemos un sector noble y valiente que convive con la muerte, la vejez y las miserias humanas y así y todo quiere dotar de calidad de vida a quienes ya poco pueden decir ni hacer.
Defendemos a nuestros usuarios, eje central de nuestra actividad y de nuestro día a día, esos que por sermayore s y enfermos en ocasiones parecen sobrar.
Precisamos unos presupuestos con dotación económica acorde a la situación actual que vivimos en los centros, tan solo con la congelación tarifaria de los últimos 10 años llevamos un saldo en contra del 10,1 % Creemos que es posible hacer mucho más, solo debe existir voluntad de País al respecto.
Precisamos más plazas para que no seamos actualmente la antesala de la muerte, pues se aguarda más en listas de espera, indignas de países avanzados, que ingresados en los centros, cuando corresponde tal circunstancia, (datos absolutamente contrastados). 4 años de espera para ingresar en un centro público y 2 años de pervivencia en el mismo de media. Datos de centros propios de la GENCAT.
Precisamos personal mejor remunerado y con formación adecuada a la tipología de los usuarios actuales muy sanitarizados, formación de FP nivel medio e integración a través de la Dual en los centros. Ya no valen cursillos del SOC de 350 horas, así no avanzaremos nunca.
Precisamos unidad entre tercer sector y entidades mercantiles porque todos somos necesarios y aun sumando esfuerzos no podremos llegar al 100 % de la demanda de plazas en muchos años o tal vez jamás.
Precisamos a medio plazo un replanteamiento sectorial de la atención a la dependencia y su modelo actual Precisamos que nuestra honorabilidad no sea puesta en duda y caiga en la indefensión por el mal hacer de unos pocos sinvergüenzas sin que normalmente ninguna Administración salga en defensa de quienes en su inmensa mayoría se desviven por hacerlo bien y mejor.
Precisamos no duplicar funciones entre nuestros trabajadores y un sector publico colapsado de forma, ya según parece, crónica.
Exigimos incremento presupuestario para la atención a los dependientes y recuperación inmediata de la perdida porcentual de los últimos años. Ofertamos en el primer casual un incremento de salarios y posteriormente, al inicio de dialogo, para elaborar un marco laboral en forma de convenio propio de nuestro territorio autonómico.
Exigimos incremento de la partida destinada a PEVS y recuperación de sus aportaciones económicas previas a los años de crisis, ejemplo para G III 1.000 €. Las PEVS son un mecanismo de autorregulación del sector en cuanto a ocupación de plazas de contrastada solvencia. Ofertamos centros pre acreditados con plazas vacías.
Exigimos que los centros colaboradores y concertados que quieran aumentar su oferta de plazas a la administración puedan hacerlo de forma paulatina según su disponibilidad de plazas vacantes. Qué mejor que utilizar centros ya conocidos y con convenio para así poder tener más plazas. Ofertamos residencias que estarían encantadas de poder así llenar plazas vacías y tener a la Administración de proveedor de las mismas, su único riesgo sería un impago cual el del año 2012 y ese es un riesgo empresarial que deben sopesar de forma individual cada una de ellas.
Exigimos, todos insistamos en el IVA del 4 % para plazas privadas, descongestionando en parte por este descenso del 6 % (actualmente tributan un 10%), la demanda de plazas públicas y las listas de espera. En el Senado ya se ha dado el Ok, forcemos su trámite para 2019 en el Parlamento de la nación. Ofertamos la contención y/o disminución de ese 6 % de las plazas privadas que por contrato así lo indiquen.
Exigimos personal formado y bien retribuido con condiciones laborales acordes a los tiempos que vivimos siempre en base a un incremento de tarifas sin el cual el sector se vendrá abajo en breve. No encontramos personal, y del que tenemos muchos se van, asimismo el año próximo el incremento del SMI afecta a diferentes niveles del profesiograma de nuestro convenio estatal de aplicación obligada hoy día en Cataluña. Ofertamos condiciones laborales dignas y profesionalización de nuestro personal gerocultor.
Exigimos que cualquier legislación sectorial contemple en igualdad de condiciones, tercer sector y sector mercantil, sin caer en demagogia al respecto. Ofertamos el mismo respeto mutuo que nos demuestran.
Exigimos la creación de una mesa técnica de debate sobre el actual modelo y su sostenibilidad, así como modelos alternativos ante la hecatombe poblacional que se nos avecina, que estén representados en la misma quienes cada día trabajan en este sector haciéndola técnica y no política. Ofertamos nuestra colaboración trabajo y tiempo en la misma.
Exigimos una inspección próxima, seria y profesional pero colaboradora en hacer avanzar el sector y reconocer el esfuerzo que cada día hacemos, sin ella no podremos mejorar, pues el temor es mal consejero a la hora de ser emprendedor y la normativa y régimen sancionador actual es demasiado abstracta e interpretativa. Les remito a la encuesta realizada esta última semana por una prestigiosa publicación del sector, al respecto en ella de un total de más de 200 respuestas el 84,5% considera arbitraria y personalista la inspección en sus centros. Si a ser inspeccionados pero siempre dentro de un único criterio y es denunciar las malas prácticas atencionales, organizativas o estructurales de las empresas, pero no conceptos banales e intrascendentes. Ofertamos total colaboración con la misma para mejorar juntos en la atención a nuestros usuarios.
Exigimos que nuestras médicas, enfermeras, fisioterapeutas, trabajadoras sociales, terapeutas ocupacionales y psicólogas sean dotadas de herramientas de trabajo desde el sector público por parte de sus homologas que hagan fluir el trabajo, no que lo dificulten y siempre con respeto hacia el criterio de buen hacer. Que nuestros usuarios no sean vistos como un colectivo de gasto a controlar y punto, sino que sean considerados ciudadanos de primera con todos sus derechos intactos, lo mismo a nivel farmacéutico por supuesto. Ofertamos trabajo a coste 0 para la Administración descongestionándola de cargas sanitarias.
En fin creemos que cualquier iniciativa de legislar un marco de defensa a nuestros mayores debe, ante todo, iniciarse por la protección y preservación de los derechos a los más frágiles y necesitados, a quienes hoy me siento vanagloriado de defender y representar por ser Médico y junto a ellos luchar cada día porque su mañana sea el de quienes en sus arrugas y canas muestran su nobleza y su entrega a una sociedad, que perdonen, pero les devuelve mayoritariamente marginación y desidia.
Como bien dijo Confucio, “gobernar significa rectificar”. Empecemos sin dilación a hacerlo.
Si desea ver en vídeo la intervención de Vicente Botella, puede hacerlo PINCHANDO AQUÍ