La semana, desde el punto de vista informativo en clave nacional, ha estado marcada, indudablemente, por las elecciones generales del pasado domingo 26 de junio. A modo de resumen del resumen, hay que comentar que el PP se ha visto reforzado en toda España y que el PSOE ha esquivado el temido sorpasso de Podemos.
El bipartidismo resiste, PP y PSOE se benefician del frenazo de los emergentes: El PP ha recuperado medio millón de votos y cuatro puntos. Los socialistas pierden más de 200.000 apoyos, pero logran un mejor porcentaje que en diciembre.
De poco sirve hablar sobre lo que se dijo antes, excepto que las encuestas se equivocaron todas, por lo que lo más interesante resulta conocer cuáles son las claves de unos comicios en los que vuelve a sobrevolar la amenaza de la ingobernabilidad:
- El PP gana las elecciones con 137 diputados y casi el 33 % de los votos. Es decir, recupera 14 de los escaños perdidos en diciembre. Mariano Rajoy sale reforzado, pero su investidura no será fácil. De momento, necesita a Ciudadanos y algún apoyo más en forma de voto a favor o abstención.
- El PSOE alcanza un nuevo “suelo histórico electoral”, lo que quiere decir que pierde otros cinco escaños respecto del peor resultado de su historia. Sin embargo, le queda el consuelo de que conserva el segundo puesto. Destaca que pierde incluso en Andalucía, que pasa a manos del PP.
- Fracasa la coalición Unidos Podemos, que no logra sumar. En contra de lo que pronosticaban las encuestas, esta unión no ha convencido y se queda como tercera fuerza. Su hipotético apoyo al PSOE queda lejos de la mayoría suficiente para gobernar. Pablo Iglesias reconoce su sorpresa y decepción.
- Ciudadanos se ha visto claramente perjudicado por el llamamiento al voto útil realizado por el PP. Así, Albert Rivera y los suyos han perdido ocho de los escaños que, hipotéticamente, le quitaron en diciembre. Si C’s decidiera apoyar al PP, acercaría a Rajoy a la mayoría suficiente para gobernar.
Aun así, la gobernabilidad es casi tan difícil como en el 20D. Sólo la gran coalición del PP y el PSOE sumaría con garantías, lo que significa que se presenta un verano de arduas negociaciones y con el temor a unas terceras elecciones.
- En Andalucía, malas noticias para la presidenta andaluza, Susana Díaz, que pierde influencia y poder en el partido, y, aunque se pierda, supone un respiro para Pedro Sánchez, que no verá ahora una oposición dentro del partido tan fuerte. Y todo esto porque el PSOE pierde en la única comunidad en la que ganó el 20D. El PP le saca, además, tres escaños de diferencia.