El 'Día Mundial de Toma de Conciencia sobre el Abuso y Maltrato en la Vejez' promueve la protección de los derechos de las personas mayores.
Cada 15 de junio, el Día Mundial de Toma de Conciencia sobre el Abuso y Maltrato en la Vejez recuerda a la sociedad la necesidad de proteger los derechos, la dignidad y la autonomía de las personas mayores. En España, esta fecha se aborda desde una perspectiva activa bajo el concepto de Buen Trato a las Personas Mayores, en el que no solo se combate el maltrato, sino que se promueve de forma permanente una cultura de respeto y acompañamiento.
Para CK Senior, este planteamiento constituye desde hace años el eje vertebrador de su modelo organizativo. El buen trato no es una campaña anual ni un protocolo externo, sino el fundamento sobre el que se estructura cada intervención asistencial, cada acción profesional y cada decisión de gestión.
“Resulta realmente un privilegio poder trabajar para los demás. Formar parte de la vida de las personas que han decidido vivir en nuestros centros supone un reto y a la vez un estímulo constante para superarnos cada día”, afirma Santiago Campos, CEO de CK Senior. “El buen trato no es un programa añadido, ni una campaña puntual. Es la esencia de nuestro trabajo diario. Acompañamos respetando los ritmos, las historias personales, las decisiones y las necesidades de cada persona, porque cada residente es único”, añade.
Desde la dirección insisten en que el buen trato no es solo un principio ético, sino un criterio profesional que atraviesa todas las decisiones organizativas, desde la configuración de los equipos hasta los protocolos de trabajo, la relación con las familias o la propia planificación de los servicios.
La red de centros de CK Senior se ha consolidado como referente por su capacidad de ofrecer una atención especializada, rigurosa y centrada en la persona. Sus equipos están formados por profesionales de distintas disciplinas que trabajan de forma coordinada, garantizando no solo una respuesta asistencial adecuada, sino una intervención global que tiene en cuenta el bienestar físico, psicológico, social y emocional de cada residente.
La calidad de las instalaciones, el diseño de los espacios adaptados, la incorporación continua de criterios de mejora y la revisión permanente de los procesos internos completan un modelo organizativo orientado al bienestar integral de las personas atendidas. Pero más allá de los aspectos estructurales y organizativos, desde CK Senior se subraya que la verdadera fortaleza del modelo reside en el compromiso y la preparación de los profesionales.
“El buen trato es posible porque hay profesionales formados, sensibilizados y comprometidos. La calidad de la atención no depende solo de la técnica, sino de la actitud con la que cada profesional se acerca a la persona. Escuchar, respetar, acompañar y favorecer la autonomía es una tarea que requiere formación continua y una profunda vocación de servicio”, explica Santiago Campos.
CK Senior asume plenamente este planteamiento en su práctica diaria. Desde la selección y formación de los equipos hasta el diseño de los planes de atención individualizada, la organización trabaja de forma continua en la prevención, identificación y abordaje de cualquier factor de riesgo. La actualización de los protocolos, el seguimiento constante de los casos y la participación activa de las familias constituyen herramientas clave dentro del sistema de calidad de la entidad.
“La prevención no empieza cuando hay un problema, sino mucho antes. Nuestro trabajo es anticiparnos, revisar, escuchar, dialogar con las familias y con los propios residentes. Sólo desde esa cercanía es posible mantener entornos donde la persona pueda seguir decidiendo, proyectando su vida y sintiéndose acompañada sin perder su autonomía”, explica el CEO de CK Senior.
Desde la organización se defiende que la calidad asistencial no puede entenderse al margen del buen trato. Los estándares clínicos o los indicadores de gestión sólo adquieren verdadero sentido si están al servicio del bienestar integral de la persona. Por eso, el modelo de CK Senior incorpora el buen trato como un criterio transversal en todos los niveles de intervención, desde la atención sanitaria hasta la vida social dentro de los centros.
Presencia consolidada en seis comunidades autónomas
CK Senior gestiona actualmente 1.663 plazas en seis comunidades autónomas: Castilla y León, Andalucía, Extremadura, Castilla-La Mancha, Cantabria y Galicia. La red de centros combina plazas privadas con recursos concertados con las administraciones públicas, lo que permite dar respuesta tanto a la demanda social como a los compromisos de colaboración público-privada.
La actividad de la organización genera cerca de 1.000 empleos directos, con perfiles profesionales diversos, y contribuye de forma significativa a la creación de empleo indirecto y riqueza en los entornos locales donde está implantada. “Nuestra responsabilidad va más allá de la prestación asistencial. Somos plenamente conscientes de que nuestro trabajo tiene un impacto directo en el empleo, el desarrollo económico y la cohesión social de los territorios donde actuamos”, subraya Santiago Campos.
Un sector en evolución ante los nuevos retos demográficos
El trabajo de CK Senior se desarrolla en un contexto de transformación acelerada. España encabeza los rankings europeos de envejecimiento demográfico: actualmente más del 20 % de la población supera los 65 años, y las proyecciones del Instituto Nacional de Estadística sitúan esta cifra en torno al 30 % para mediados de siglo.
Este escenario obliga a rediseñar los modelos de atención y los sistemas de cuidados de larga duración, tanto desde el punto de vista sanitario como social, para garantizar el respeto a los derechos de las personas mayores en un contexto de creciente complejidad.
En paralelo, organismos como Naciones Unidas, HelpAge International, Cruz Roja Española, CEOMA o la Plataforma de Mayores y Pensionistas insisten en visibilizar no solo los riesgos evidentes de maltrato, sino también aquellas formas sutiles de vulneración —como la infantilización, la sobreprotección o la limitación injustificada de la autonomía— que afectan gravemente al bienestar y dignidad de las personas mayores.
Prevención activa y calidad supervisada
Consciente de esta realidad, CK Senior mantiene una vigilancia activa y constante sobre sus propios procesos de trabajo. La prevención de cualquier forma de maltrato comienza mucho antes de que puedan producirse situaciones de riesgo. La anticipación, la supervisión profesional, la implicación de las familias y la comunicación directa con los residentes forman parte del día a día de los centros.
“La verdadera calidad asistencial no se mide solo en el cumplimiento de estándares clínicos, sino en la capacidad de generar entornos seguros donde cada persona siga manteniendo el control sobre su vida, sus decisiones y sus relaciones”, finaliza el CEO del Grupo.
En CK Senior, el buen trato a las personas mayores no es un objetivo adicional, sino el punto de partida desde el que se construye todo el modelo de trabajo. Un enfoque que combina el rigor técnico, la vocación de servicio y el respeto absoluto por la dignidad de quienes han confiado en sus centros para afrontar esta etapa de la vida.