El Círculo Empresarial de Atención a las Personas asegura que el apagón eléctrico no afecta el funcionamiento de residencias de ancianos, gracias a protocolos de contingencia.
El Círculo Empresarial de Atención a las Personas (CEAPs) ha mandado este lunes un mensaje de tranquilidad a las familias de las personas que viven en residencias, ya que el apagón eléctrico que ha afectando a casi la totalidad del territorio nacional y Portugal no está comprometiendo el funcionamiento de los centros residenciales de ancianos.
Los protocolos de contingencia y los sistemas de respaldo energético disponibles han permitido que las residencias hayan podido continuar prestando la atención y los cuidados necesarios a todos los residentes.
Rafael Sánchez-Ostiz, presidente de CEAPs, afirmaba: "Queremos enviar un mensaje claro: las personas mayores están seguras, atendidas y protegidas".
CEAPs ha querido, no obstante, recordar que las residencias no son únicamente centros de trabajo, también el hogar de miles de personas que requieren atención continua, especialmente en situaciones de emergencia. Pide de esta forma que se comience a trabajar de manera inmediata en el restablecimiento del servicio eléctrico y se solicita a las autoridades y compañías energéticas que se prioricen a los centros residenciales.
"El cuidado de las personas en situación de dependencia no puede verse interrumpido. La electricidad es esencial para garantizar servicios básicos como la alimentación, el confort térmico, los dispositivos médicos y la comunicación con las familias", ha añadido Sánchez-Ostiz, que agradecido igualmente la rápida respuesta de los equipos profesionales de los centros, que, como siempre, están demostrando una enorme responsabilidad y compromiso para asegurar el bienestar de las personas mayores.
Residencias y soledad no deseada
Por otra parte, CEAPs ha reclamado que se alcance un sistema de cuidados accesible para todas las personas mayores que requieran esos servicios, flexibles en función de sus necesidades y de libre elección para los usuarios.
Múltiples son los beneficios que presentan las residencias y centros de día para combatir la soledad no deseada. En primer lugar, porque los residentes establecen en los centros vínculos, incluso de amistad, con quienes comparten experiencias y situaciones generacionales idénticas. Conservar conexiones sociales activas ayuda a prevenir estos sentimientos negativos de soledad y a fortalecer el sentido de pertenencia.
Pero, además, las personas que viven en una residencia o acuden a los centros de día crean una unión con aquellos profesionales que los atienden cada día. Estos trabajadores cualificados y con formación específica resultan claves a la hora de responder no solo a las necesidades básicas de cuidados de los residentes, sino a su bienestar, gracias al apoyo emocional, escucha activa y comprensión que les prestan.
"Conocen sus dolores físicos, pero también su pasado y sus inquietudes actuales, hasta el punto de que pueden incluso detectar si a uno de ellos le ocurre algo solo con un gesto", explica Sánchez-Ostiz.
Asimismo, los usuarios de las residencias y centros de día tienen acceso a terapias y actividades de ocio y tiempo libre con las que trabajan su bienestar físico, social y emocional, lo que les permite mantenerse socialmente activos y mejorar su estado anímico.