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ENTREVISTA '25 ANIVERSARIO DE INFORESIDENCIAS.COM'

César Antón: "Las residencias han sabido adaptarse a los cambios de perfiles de las personas residentes y tienen el reto actual del cambio generacional"

César Anton, director general de una filial del Grupo Sergesa.
César Anton, director general de una filial del Grupo Sergesa.
martes 08 de abril de 2025, 11:57h
El exdirector general del IMSERSO tiene claro que, "en general, a una residencia no vas, a una residencia te llevan" y valora "tener posibilidades de elección".

Inforesidencias.com está de aniversario. Son 25 años en los que el sector de la atención geroasistencial (residencias, centros de día, atención a domicilio y teleasistencia) ha cambiado mucho y han pasado muchas cosas. En este tiempo, este portal buscador de servicios para las personas mayores ha visto de todo, pero... ¿cómo lo han visto otras personas relevantes desde distintos ámbitos?

El exdirector general del IMSERSO, César Antón, ha querido destacar la "mejora continua y continuada" del sector residencial en España estos 25 años y lo que suponen los cambios que se han producido: "Las residencias han sabido adaptarse a los cambios de perfiles de las personas residentes y tienen el reto pendiente actual, de adaptarse al cambio generacional de los residentes que ya se está produciendo y obviamente continuará durante un tiempo".

Critica, sin embargo, que este sector siga teniendo una "excesiva dependencia de la regulación pública": "No es tan bueno la casi absoluta dependencia de la evolución de los presupuestos públicos destinados a los servicios sociales, que creo que no está dejando despegar al sector".

Por otra parte, tiene claro que, "en general, a una residencia no vas, a una residencia te llevan" y que "también hay algunas situaciones en la que eligen libremente ir, pero porque quizá ya no es posible una atención digna, incluso con posibilidades económicas, de ser cuidados en su casa y sí de forma adecuada en una residencia". "Lo más importante de todo es tener posibilidades de elección y capacidad de decisión cuando necesitas ser atendido y cuidado", añade.

Valora, además, a Inforesidencias como "puente de entendimiento importante entre el sector empresarial de las residencias de personas mayores y las administraciones públicas y sobre todo con sus responsables".

Pero César Antón nos da más detalles de estos 25 años de sector geroasistencial y de Inforesidencias en esta entrevista:

- ¿Qué hacías en julio de 2000, cuando nació Inforesidencias.com?

Se cumplía el quinto año de mis responsabilidades como gerente de Servicios Sociales (Director General) de la Comunidad Autónoma de y Castilla y León. La Gerencia de Servicios Sociales fue el primer Organismo Autónomo creado en la Junta de Castilla y León para la atención y prestación de servicios sociales en todo el territorio de la Comunidad, en las nueve provincias de la Comunidad, con centros, servicios y profesionales en las nueve provincias, para atender a todos los ciudadanos y familias de Castilla y León en el ámbito de los servicios sociales.

Organismo Autónomo con presupuesto de ingresos y gastos, con tesorería propia, con asesoría jurídica propia y con una intervención delegada específica y propia de la Gerencia; dotada de la capacidad y agilidad administrativa necesaria e imprescindible en ese momento para poder asumir la gestión de todos los centros, medios y servicios y presupuestos del traspaso a Castilla y León del IMSERSO en el año 1996.

Negociación en la que tuve una participación directa y de primera línea en representación de la Comunidad Autónoma de Castilla y León, siendo consciente plenamente de la gestión tan importante, por su contenido, volumen y novedad, como primera Trasferencia de Competencias de una entidad tan reconocida y prestigiosa como es la Seguridad Social y en su momento tan sensible tanto social como políticamente hablando que se asumía por parte de la Comunidad (14 residencias de personas mayores, 25 centros de día, cuatro centros residenciales, de atención a personas con discapacidad,…… con los correspondientes profesionales y recursos presupuestarios).

De forma prácticamente inmediata a la asunción de este traspaso se integraron en la Gerencia de Servicios Sociales todo el resto de recursos y servicios existentes en la Comunidad correspondientes a las áreas de los Servicios Sociales Comunitarios, la Atención a las Personas con Discapacidad, la Atención y Protección a la Infancia, es decir se integraron todos los Servicios Sociales de Castilla y León.

Un gran acierto por parte de la Comunidad Autónoma, que permitió no solo una mejor y más ágil gestión, sino sobre todo desde el principio tener la idea y concepción integral de lo que es la atención y los servicios sociales en la Comunidad Autónoma, en su territorio y para sus ciudadanos. Esta decisión inicial contribuyó al desarrollo y consolidación desde el citado concepto integral de atención y servicios sociales a las personas y las familias, pudiendo desde el mismo centro directivo, poder realizar y analizar las distintas situaciones, no de forma separada, sino de forma integral y preparar las soluciones en ese sentido.

- ¿Cómo han cambiado las residencias en 25 años?

Desde mi punto de vista más que un cambio, que también lo es, lo que se ha producido en las residencias es una mejora continua y continuada. No solo se ha avanzado considerablemente en los diseños arquitectónicos, mejorando muchísimo la accesibilidad para los residentes y facilitando a su vez el trabajo de los profesionales; y por supuesto también en los equipamientos que a su vez han colaborado en esta misma mejora.

Pero teniendo mérito esto, lo más importante de una residencia es el día a día, ese conjunto de relaciones, vivencias, sensaciones entre los profesionales y los residentes que son atendidos, el día a día de una residencia es un mundo enorme de todos estos situaciones personales de ambos, nada fácil, porque es un sistema de convivencia en el que fundamentalmente unos piden y otros tienen que dar con obligaciones marcadas para cada uno de las dos partes. Sin olvidar el papel, que quedaría para hablar un día entero, de las familias y los familiares en esas relaciones.

Las residencias han sabido adaptarse a los cambios de perfiles de las personas residentes y tienen el reto pendiente actual, de adaptarse al cambio generacional de los residentes que ya se está produciendo y obviamente continuará durante un tiempo.

Lo que considero que no se ha superado y no sé si se superará porque depende de muchísimas variables e incluso percepciones personales, es esa pregunta de cuánto cuesta o cuánto vale una plaza en una residencia de personas mayores, porque al final el debate se cierra en un cifra, una cantidad que depende de los presupuestos familiares y rentas disponibles de nuestro país.

Hay un viejo refrán español que dice "lo que no cuesta no vale". La pregunta quizá había que hacerla al revés "cuánto vale" y por tanto "cuánto cuesta todo lo que recibe un residente desde que amanece hasta que se acuesta todos los días en la residencia, con todos los servicios y atención que se presta". La coexistencia de plazas residenciales de titularidad pública, de titularidad privada, y dentro de estas últimas de instituciones sin ánimo de lucro y de empresas, además de no existir una referencia publicada donde acudir, sobre todo de los costes y por tanto del precio final, dificulta el poner transparencia, claridad, sobre este debate.

No es fácil pero en una sociedad que cada vez valora más la información y el conocimiento de los servicios que quiere demandar o adquirir es un reto para el sector.

Y por último, como para todos los ciudadanos, el reto más difícil y complicado al que nos hemos enfrentado en los últimos tiempos, ha sido la pandemia por el COVID-19. Un problema de Salud Pública mundial, universal, sin distinción de límites a personas y territorios e imprevisible; que obviamente sus primeros, y últimos, efectos fueron en la Asistencia Sanitaria de las personas y familias.

Quiero aprovechar para recordar el mérito y reconocimiento de los profesionales sanitarios, profesionales de cuidados y atención a personas, profesionales de la gestión y responsables públicos de estas competencias, por tener que enfrentarse a esta situación sin recursos y medios, al menos inicialmente, y ante una absoluta y total incertidumbre. Lo difícil es estar ahí y afrontarlo con la toma de decisiones muy complejas pero necesarias y con rapidez.

Nadie dudamos de lo doloroso que es la pérdida de seres queridos y más en estas circunstancias, pero la valoración real de los hechos es en el momento y hacerlo después con una especie de comisiones preestablecidas, que no ayudan nada a cuales deben ser los paradigmas a cambiar y las soluciones que se tengan que adoptar, al no realizar propuestas en este sentido.

Las residencias de personas mayores, en este ambiente, de desconocimiento incertidumbre y del que casi nadie sabía nada, desde el momento cero hicieron lo que tenían que hacer. El principal y fundamental acierto ha sido la decisión personal y valiente de cada uno de los profesionales del cuidado, a pesar del riesgo, incertidumbre y ante la falta de información y protección para su salud, de seguir cuidando a las personas que lo necesitan (pacientes, residentes, beneficiarios...) y donde lo necesitaban.

En esa misma línea la decisión de los responsables de la gestión y organización (Responsables de la Dirección de las Residencias de Personas Mayores y Personas con Discapacidad) de ponerse al frente en la misma situación descrita anteriormente en su ámbito de actuación. Y en ambos casos sin ninguna distinción del ámbito público o privado.

Por supuesto que es bueno aprender de estas situaciones tan complicadas. Yo creo que todos hemos aprendido un poco. Y también desde mi punto de vista, la residencias estuvieron siempre desde el principio en el punto de mira, obviamente por ser un lugar de concentración de situaciones del momento; y maltratadas en los primeros momentos, sobre todo por parte de personas que no hablaban con el conocimiento suficiente sobre lo que realmente estaban pasando y sobre todo de lo que realmente pasa el día a día en una residencia de personas mayores.

- ¿Cómo valoras el papel de Inforesidencias.com durante estos 25 años y su apuesta por la calidad y la transparencia?

Mi valoración es muy positiva, porque vino a sumarse a otros medios de comunicación especializados, conocedores de los servicios de atención a las personas mayores, que todos ellos saben lo que pasa en el día a día de una residencia; con un enfoque novedoso e integral del papel de la residencias dentro del sector y lo que suponen para la sociedad, las personas mayores y sus familias, y sobre todo, con absoluta transparencia y claridad en la información, como no podía ser de otra manera, conociendo a Josep de Marti, como le conozco.

Además fue un puente de entendimiento importante, desde mi opinión, entre el sector empresarial de las residencias de personas mayores y las administraciones públicas y sobre todo con sus responsables. Incluso compartiendo información y actuaciones para conocer mejor qué se está haciendo dentro y fuera de nuestro país y así poder analizar diferencias y posibilidades de implantación.

Tuve la ocasión de participar en más de uno de esos encuentros, siempre cordiales y sobre todo de los que aprendí bastante, tanto por parte de los países a los que fuimos como de los empresarios y profesionales con los que compartimos el encuentro.

- ¿Cómo imaginas el sector de la atención a mayores dentro de otros 25 años (en 2050)?

Tengo el defecto de que me gusta hablar de lo que sé y además a ser posible con la mayor y mejor información y datos para para opinar sobre ello. Debo reconocer que mi situación actual no tengo esa información actualizada ni análisis detallado del sector como cuando estaba trabajando directamente en él. Información y datos que creo son necesarios para responder a una pregunta tan comprometida como esta, pero importante y necesaria a su vez como no podía ser de otra manera.

Ahora bien como conocedor del sector durante varios años y un poco desde fuera como ciudadano, posible usuario y miembro de una familia, debo reconocer que me cuesta ver el futuro para los próximos 25 años. Fundamentalmente, entre otras razones, porque sigue teniendo una excesiva dependencia de la regulación pública, que no es malo ni mucho menos. Pero no es tan bueno la casi absoluta dependencia de la evolución de los presupuestos públicos destinados a los servicios sociales, que creo que no está dejando despegar al sector.

La actual cartera de servicios, incluida en la regulación pública, de atención a personas mayores (teleasistencia, ayuda a domicilio, centros de día para cuidado y apoyo en el domicilio y la atención residencial,…), en lo básico prácticamente es la misma desde hace 20 o 25 años. Echo en falta unos datos básicos sobre cuidadoras y sus efectos y participación en el sector, que, por otro lado, fue un momento en el que se modernizó y se profesionalizó esta cartera de servicios. Una cartera de servicios donde el perfil de las personas que necesitaban de esta atención y cuidados era la generación de mis abuelos y desde hace unos años, es la generación de mis padres.

Se está produciendo y durará un tiempo, como es normal, un cambio generacional con un perfil totalmente distinto. En su gran mayoría personas mayores mucho más formadas, mucho más informadas, mucho más participativas en lo que ocurre en su sociedad, con mayor capacidad de elección y de decisión. Para esto creo que se necesita un revulsivo importante y no veo que las administraciones públicas, o al menos desconozco si alguna lo está haciendo, ese cambio de forma y contenidos que requiere una nueva cartera de servicios para adaptarse a este cambio generacional.

Es necesario una innovación. Innovar en la cartera de servicios y la forma de cómo prestarlos. Y también debiera reconsiderarse el indicador de base que se ha tenido siempre como referencia, que siempre se lo atribuimos a la OMS, sobre la población mayor de 65 años, población de referencia a atender, cuando sigue aumentando la esperanza de vida, la edad de jubilación y la percepción del buen estado de salud de las personas, además de las tendencias, preferencias e indicadores que nos señalan los análisis de los datos básicos de los usuarios de los servicios, sobre la edad y el sexo; y sobre su evolución.

Se deducen al menos estas breves conclusiones:

a) Por sexo y edad.

En cuanto al sexo, en los servicios de atención en el domicilio (teleasistencia, ayuda domicilio, centro de día…), en el 2010, entre el 70 y 76%, son mujeres usuarias de los mismos; 10 años después, en el 2020 el abanico de porcentajes es muy similar; y en el año 2023 está entre el 70 y el 75%, prácticamente igual.

En la atención residencial en el año 2010 el 69% eran mujeres. En el 2020 son dos puntos porcentuales más, es decir, el 71% y en el 2023, prácticamente el porcentaje es el mismo.

Es decir, en los servicios de atención a domicilio el porcentaje de mujeres usuarias puede alcanzar al 75%, mientras que la atención residencial el máximo está en el 71%, para un máximo del 30 % en los hombres.

Si realizamos el análisis, en cuanto a la edad, en 2010 los servicios de atención al domicilio para personas entre 65 y 79 años oscilan entre el 31% y el 35%; y por lo tanto los mayores de 80 años entre el 65 al 69%. Porcentaje que se mantiene para los datos del año 2023. Es decir, en el periodo 2010 a 2023, entre el 65% y el 70% de las personas usuarias de los servicios de atención a domicilio son mayores de 80 años sin que se hayan producido grandes cambios en esta etapa.

En cambio, en el año 2010, en la atención residencial los usuarios de 65 a 79 años suponían el 23% y los mayores de 80 años, el 77%, llegando a alcanzar en el año 2019, año de la pandemia hasta el 80,4 % de personas mayores de 80 años. Obviamente en el 2022 año posterior a la pandemia, este porcentaje de personas mayores se reduce, pero es cierto que con una tendencia creciente, y ya está en niveles superiores a los años previos a la pandemia del 78,6%.

En resumen, entre 2010 y 2019 son 10 años de tendencia creciente hasta alcanzar el máximo del 80,4% de personas mayores de 80 años, usuarios de atención residencial y que superada la pandemia, esta tendencia creciente asimismo se aproxima a este porcentaje.

En esta etapa, el abanico de personas mayores de 80 años usuarias de servicios a domicilio oscila del 65% al 70%, y en la atención residencial entre el 75% y el 80%; 10 puntos porcentuales más en los últimos servicios

b) En cuanto al volumen de personas usuarias.

En cuanto al análisis de cómo han evolucionado el número de usuarios de estos servicios, se observa que entre el 2010 y 2020, las personas beneficiarios de los servicios de atención al domicilio aumentaron en 77.943 personas, un 18,7 % de aumento (paso de 395.085 a 473.028,). En todo el periodo de los últimos 13 años 2010 a 2023 el aumento ha sido 157.518 personas beneficiarias más, es decir, un aumento del 39,9 %.

En cuanto a la atención residencial en el periodo 2010 a 2020 en esa década, hubo un aumento del 20.872, personas un 5,7 % más de incremento. En los últimos tres años 2021 2023 el aumento ha sido de 8.873 beneficiarios un 2,1 %. Y en el total de la etapa 2010 a 2023, últimos 13 años el aumento ha sido de 29.245, beneficiarios, un incremento de un 7,9 %.

Los servicios de atención al ámbito domiciliario, que necesitan menor volumen de inversión es lógico que hagan crecido más que los servicios de atención a residencial que requieren un mayor volumen de inversión, pero también es cierto que estos datos marquen una cierta tendencia de la preferencia de los cuidados en el entorno del domicilio frente a la atención residencial, y unido básicamente que la atención residual, se está focalizando fundamentalmente en mujeres y mayores de 80 años.

Pienso que hay que definir un "modelo de cuidados" adaptado a las necesidades y demandas de la población y de las familias actuales, con una cartera de servicios que oferte las necesidades y permita la capacidad de decisión para los usuarios y familias sin obviar lo que ya está ocurriendo y es quiénes son y serán usuarios de servicios públicos, con cargo a los presupuestos públicos y con financiación pública y quiénes totalmente privados.

Considero que a falta de esto será el sector privado empresarial el que tendrá que liderar este revulsivo, porque en nuestro país, los servicios sociales de titularidad pública, con cargo al presupuesto público los utilizan y los utilizarán, más en el futuro, las personas sin recursos. Las personas mayores con rentas y pensiones medias altas son las que demandan y demandarán calidad y profesionalidad, pero también están dispuestos adquirir estos servicios si se cumplen estas condiciones, estando el gran reto en la atención en el domicilio.

Y sobre todo hay un reto que a mí me parece más complicado, que es la necesidad de profesionales, preparados y cualificados, en todos los servicios, sobre todo en los cuidadores y cuidadoras personales. Creo que el reto, además es doble, no solo en el empleo, por la necesidad del número y esa calidad de profesionalidad necesarias, sino también en la empleabilidad. Cómo aprovechar esta empleabilidad y facilitar la permeabilidad a los profesionales, que quizá ahora las estrictas normas laborales dificultan, resolvería muchas situaciones.

- ¿Te ves viviendo bien en una residencia dentro de unos años? ¿Cómo sería?

Pues sinceramente en estos momentos no lo pienso. No me he parado a pensarlo. Tampoco he tenido que participar ni tomar esa decisión ni para mis abuelos ni para mis padres ni para ningún familiar cercano hasta el día de hoy.

Comentando el tema con personas del sector de atención residencial, amigos de la misma edad, la mayoría tiene a sus padres están en casa y con apoyos de cuidadoras. Pocos con padres o familiares en una residencia, o que los han tenido; y en general ninguno piensa en tener que ir a una residencia de las que existen en la actualidad. Quizá lo piensan en los casos de posible soledad no deseada.

Lo que está en el aire al día de hoy es que, en general, a una residencia no vas, a una residencia te llevan. Además, en ese momento se producen una serie de decisiones personales, tanto para quien tiene que ir como de los que tienen que tomarlas conjuntamente, bastante complicadas. También hay algunas situaciones en la que eligen libremente ir, pero porque quizá ya no es posible una atención digna, incluso con posibilidades económicas, de ser cuidados en su casa y sí de forma adecuada en una residencia.

Pero no cabe duda de que si algún día la atención adecuada y necesaria por mi situación personal es en una residencia, seguro que encontraré una buena donde estaré atendido y cuidado.

Hay que tener en cuenta que al igual que han mejorado las residencias, también están surgiendo otras posibilidades de vivir con independencia a la vez que compartiendo espacios, servicios y relaciones sociales y personales, incluyendo actividades de prevención de la salud y cuidados, a la vez que evitan la soledad no deseada.

Lo más importante de todo es tener posibilidades de elección y capacidad de decisión cuando necesitas ser atendido y cuidado.

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