El secretario de Estado de Derechos Sociales, Nacho Álvarez, decía este martes que ya se ha hecho "una parte importante" del trabajo para prevenir posibles rebrotes en las residencias ante la segunda ola de covid 19, pero ha reconocido que el sistema residencial en España tiene unas "importantes carencias y debilidades" que "no son de hoy" pero que la pandemia ha hecho evidentes. Ha anunciado la presentación de un "plan de choque" de la dependencia el próximo 2 de octubre que prevé una "mejora sustancial" de la financiación para "avanzar en ese 50%-50% que deben aportar Estado y comunidades autónomas".
Aunque Álvarez ha recordado que las competencias las tienen las comunidades autónomas, quiso incidir en que la coordinación sociosanitaria "ya se ha garantizado". También que los centros residenciales tengan planes de contingencia, así como la verificación de que se cumplen las medidas básicas frente a la covid 19. Igualmente, ha asegurado que se volverán a flexibilizar "las cualificaciones" del personal para facilitar las contrataciones en el caso de que resulten necesarias.
Álvarez ha anunciado también la creación de un grupo de trabajo para repensar el modelo de cuidados en España.
¿Pero están realmente preparadas las residencias para esta segunda ola?
Lares: ¿Qué hace falta todavía para mejorar?
- Que se refuerce en todos los sitios la atención primaria.
- Que se hagan PCR cada quince días por el sistema público de salud y se garantice su realización y resultados en 24 horas.
- Que se habiliten más UCIs.
- Que se abran por toda España los centros intermedios o, en terminología IMSERSO, de drenaje.
- Que la desinfección de los exteriores de las residencias se haga habitualmente, como algo normal, asumido por las entidades locales.
- Que los trabajadores sean protegidos especialmente en sus desplazamientos en el transporte público y su entorno familiar y que sea considerado de especial sensibilidad.
- Que se publiquen los nombres de los test que mejores resultados de fiabilidad y sensibilidad ofrezcan. La UE ni se ha planteado cambiar una legislación que ha demostrado que solo es buena para los negocios, pero no para la salud: no puede admitirse usar test con simples declaraciones juradas de los fabricantes.
- Que las CCAA adopten normas prohibiendo contratar personas sanitarias de las residencias y garantizando los mismos derechos a estos trabajadores, incluso de cara a oposiciones.
- Que se abandone la mentalidad de "permitir que todo el mundo venga a España o se mueva sin límites, encerrando por su seguridad a los mayores que viven en residencias".
- La monitorización a distancia de las residencias.
- Sigue sin garantizarse el servicio en atención domiciliaria, de la que poco se ha hablado.
Si quiere, seguimos...
El presidente de la FED, Ignacio Fernández-Cid, es de la opinión de que "estamos mucho más preparados, pero no al cien por cien". Apunta que "conocemos mucho mejor la enfermedad, nuestros médicos y enfermeros ya saben detalles que en la vez anterior eran incapaces y tenemos tratamientos y medicamentos en los que hay consenso de que son válidos y nuestro personal ya sabe el manejo de EPIs, sabemos sectorizar... hemos avanzado mucho, pero hay otros aspectos en los que todavía no".
En la misma línea, el secretario general de AESTE, Jesús Cubero, ha explicado que "las residencias de nuestros grupos llevan preparándose para una posible segunda oleada, prácticamente desde el mismo momento en que se conoció la primera" y que en la actualidad tienen "sectorizados" todos sus centros, están realizando continuas PCR a trabajadores y residentes, siendo su "máxima prioridad", tanto "la contención del virus como continuar asistiendo a nuestros usuarios con la máxima calidad".
Pese a que el covid 19 continúa siendo un virus relativamente desconocido y difícil de controlar, Cubero recuerda que han aprendido la lección: "Nuestros asociados están poniendo todas las medidas posibles a su alcance para poder evitar que esta segunda oleada sea lo menos virulenta posible y para ello cuentan con la experiencia vivida meses atrás, que nos ha permitido aprender y organizar medidas de alertas tempranas, estando, además, en continua colaboración con las administraciones correspondientes, lo que nos permite dar traslado de todas aquellas cuestiones que entendemos prioritarias y que pueden contribuir a los distintos protocolos de actuación".
No opina igual desde LARES su secretario general Juan José García: "Si hay una segunda ola tan intensa como la anterior volverá a no haber personal suficiente. Sólo el Gobierno de Navarra ha adoptado medidas preventivas frente a esta contingencia".
El representante de la entidad que agrupa a los centros y servicios del sector solidario insiste en que "si hay segunda ola el sistema sanitario público no tendrá capacidad para hacer todas las PCR" y recuerda que "ya hoy hay retrasos de entre 5 y 14 días en algunas CCAA". En este sentido, denuncia que "hay territorios en donde Sanidad sigue haciendo dejación de sus funciones" porque "una prevención comunitaria no es un tema de prevención de riesgos laborales". Apunta que "todavía hay hospitales que dan altas a personas y las mandan a residencias sin PCR".
¿Qué falta?
Sobre qué es lo que todavía necesitan las residencias, Fernández-Cid considera muy importante un mapa epidemiológico: "No lo tenemos hecho todavía y eso es fundamental porque si viene un rebrote es básico tener esa información, ya que ¿cuántos falsos positivos se están dando? Si no tenemos esos resultados, estamos obligando a confinar a los mayores otra vez. ¿Todo por qué, porque la Administración no se quiere gastar el dinero?".
El portavoz de la Federación Empresarial de la Dependencia se pregunta qué más tiene que pasar en las residencias que justifique una inversión: "Cuando llega el problema de los niños, todos los medios son pocos. Colas y colas de profesores para hacerse la PCR. ¿Cuándo ha pasado eso en nuestro sector? Nos han rateado todo lo que han podido y más".
Por otra parte, apunta que "lo del personal es de juzgado de guardia" porque ven "criterios que no son uniformes para darse de baja por teléfono". "No hay una unidad de criterio entre los científicos. En Alemania están hablando de cinco días de cuarentena y aquí el otro día decidimos que de 14 a 10. ¿Pero saben lo que nos cuesta el personal de baja? ¿Tenemos personal de sobra? No, vamos con plantillas justas, como todo el mundo", lamenta el presidente de FED.
"Falta personal y no se hace nada", explica Fernández-Cid, que apunta que "los políticos se han dado cuenta ahora de que faltan médicos... pues que sepan que con la Enfermería es peor". Se pregunta si no tendría sentido, puesto que no hay enfermeras, que se cree una figura técnico, que tiene que venir por Formación Profesional II, porque esto hay que solucionarlo ya, que sea "un Técnico en Enfermería Geriátrica Básica".
EPIs, personal... ¿Abastecidos?
En cuanto a los medios de los que disponen las residencias, en AESTE apuntan que fruto de la colaboración que se está manteniendo con las administraciones, "existen unos protocolos de actuación relativamente claros, que nos genera una cierta tranquilidad que no tuvimos en el pasado".
Cubero señala que las empresas a las que representa "cuentan con el abastecimiento de EPIS necesario", aunque insiste en que "ésta debe ser una cuestión prioritaria y debe asegurarse un completo abastecimiento del mercado". Sin embargo, en relación al personal, recuerda que "este sector lleva ya años solicitando medidas para paliar lo que podríamos llamar un desabastecimiento de mercado de los profesionales, así como una mayor profesionalización y reconocimiento social del mismo."
"Actualmente estamos trabajando para cubrir todas las necesidades y solicitando medidas que nos permitan continuar contratando personal en las misma condiciones que se permitió durante los meses de marzo a mayo, así como una necesaria agilización en la homologación de los títulos que nos permitirá disponer de una bolsa de trabajadores mucho más amplia", destaca.
Cubero subraya que el personal de residencias es "el mejor activo que podemos tener para luchar contra la pandemia", pero hace el llamamiento: "Necesitamos poder disponer de un mayor número de enfermeras y médicos para cuidar mejor a los mayores en nuestros centros. En una situación de pandemia como la que vivimos, son perfiles profesionales muy demandados por la sanidad pública y nosotros queremos que se queden en nuestro sector".
Por otra parte, considera que también "es necesario contar con un sistema renovado", que sitúe a la persona mayor en el centro de todas las miradas, que analice sus necesidades y sea capaz de diseñar los recursos necesarios para ofrecer la mejor atención social y sanitaria posibles.
La financiación...
Sobre el apoyo económico, Juan José García es muy claro: "0 euros han ido para la dependencia, 4.000 millones para Sanidad, 2.000 para Educación, y así más sectores. Se cuentan con los dedos de una mano las CCAA que han hecho algún gesto. Y respecto a la atención de los más vulnerables desde entidades sin ánimo de lucro, tampoco ha habido respuestas. Muchas residencias del Tercer Sector están al límite".
Aun así, hay esperanza: "Quizá confundamos el deseo con la realidad, pero creemos que la segunda ola no se llevará tantos fallecimientos en residencias como la primera. Hay planes de contingencia, hay conciencia sobre la necesidad de uso de epis y su aprovisionamiento (aunque haya algunos, como los guantes que deberían ser garantizados por el Gobierno), hay más experiencia... También hay mucho cansancio que no puede con los magníficos trabajadores que tienen los centros Lares".
El representante del Tercer Sector apunta que "una vez más", es optimista: "El IMSERSO trabaja en varias líneas y esperamos que haya resultados. Además, por primera vez en muchos años todo el mundo coincide en que somos hogares y no hospitales. Las cosas están cambiando y aunque algunos se suman a la ola de la no sanitización del sistema de dependencia, tenemos confianza en que el COVID-19 suponga un después respecto a los proyectos de algunos sectores".
Un deseo o dos... Uno a Sanidad y otro a Servicios Sociales
Si pudieran pedir dos cosas, una a Sanidad y otra a Servicios Sociales, desde LARES no lo dudan: "Dignidad y apoyo a quienes viven en los centros y a los trabajadores. Desde esos dos conceptos, todo lo que falta estaría solucionado".
Aun así, Juan José García pediría a los consejeros de Sanidad y los directores de hospitales "que abandonen su equivocada idea de lo que son o deben ser las residencias". A los titulares de las consejerías de Servicios Sociales, "que se rebelen frente al rol de cenicientas de todos los gobiernos y quiten sus complejos respecto a la Sanidad".
El presidente de la FED pediría a Sanidad coordinación: "Cuando llamemos nos tienen que atender". Apunta que a Política Social le pediría que se ponga de su lado en las exigencias a Sanidad: "Seguimos siendo unos desconocidos para Sanidad y no tiene sentido que una persona mayor reciba servicios si está en su domicilio y no los reciba si está en una residencia".
Por su parte, Jesús Cubero de AESTE pediría lo mismo a los dos departamentos: "No puede ser otra que la puesta en marcha de una verdadera coordinación sociosanitaria en la que ambas Consejerías o Ministerios trabajen de manera conjunta, lo que evitaría múltiples trabas y supondría unos protocolos únicos que facilitarían mucho el trabajo de los profesionales de este sector".
"Es imprescindible -apunta- una mayor financiación que contemple además las diferentes realidades que conviven actualmente en los centros residenciales, teniendo en cuenta que el perfil de los usuarios ha dado un giro enorme desde que nació la ley de la Dependencia en el año 2006, por lo que las necesidades son infinitamente mayores que las de entonces y se está manteniendo un sistema totalmente desactualizado", apunta Cubero.
Por último, el portavoz de la Asociación de Empresas de Servicios para la Dependencia pediría que se hiciera "una previsión a varios años vista del número de profesionales sanitarios que va a necesitar nuestro país, y que diseñe un plan estratégico para contar con ellos". Concluye recordando que han ofrecido su colaboración a ambos ministerios para trabajar a su lado y diseñar ese gran Pacto de Estado "que resulta tan necesario".