Ceate y la Fundación Santa María La Real disfrutan del patrimonio de Aguilar de Campoo

Directivos de las diferentes entidades integrantes de la Confederación Española de Aulas de Tercera Edad acudieron a Aguilar de Campoo para disfrutar de su rico patrimonio.

La Fundación Santa María la Real del Patrimonio Histórico, a través de su agencia Cultur Viajes, está apostando por dar a conocer la riqueza cultural del territorio y su amplia oferta de actividades a distintos colectivos.

Los miembros de CEATE visitaron la sede palentina de la fundación. Recorrieron cada uno de los departamentos y, finalmente, en una mesa redonda compartida con miembros de la fundación, intercambiaron información acerca de los programas y actividades de ambas entidades, que coinciden en el fomento de la cultura a todas las edades. Ambas entidades, conscientes del interés que despiertan las actividades culturales y formativas entre las personas mayores, están estudiando las líneas de trabajo comunes conducentes a la firma próximamente de un convenio de colaboración.

“Son un colectivo que nos importa, que se interesa por el patrimonio, que constituye un público potencial para nuestras actividades, además de ser muy buenos prescriptores”, apuntaba María Heredia, directora del área de Industrias Culturales de la Fundación, para recordar que CEATE es una entidad sin ánimo de lucro de ámbito nacional, que lleva tres décadas “trabajando con y para las personas mayores desde, por y para la cultura”.

Sus objetivos están claramente alineados con el trabajo de 40 años de la Fundación Santa María la Real, centrado en generar desarrollo en el territorio mediante la puesta en marcha de iniciativas y proyectos basados en tres ejes: personas, paisaje y patrimonio.

Durante la jornada, los representantes de CEATE pudieron conocer parte de la labor que la fundación hace, visitaron el centro expositivo Rom, situado en el mismo monasterio de Santa María la Real, y la iglesia rupestre de los Santos Justo y Pastor en Olleros de Pisuerga. El día terminó con la visita a la Posada de Santa María la Real, un alojamiento perteneciente a la fundación que combina naturaleza y, por supuesto, románico.