dependencia.info

Arquitectura y Residencias: La adaptación funcional de la vivienda propia. Viviendas para toda la vida

Visita a una residencia en Nuremberg, Alemania, durante un viaje geroasistencial de Inforesidencias.com.
Ampliar
Visita a una residencia en Nuremberg, Alemania, durante un viaje geroasistencial de Inforesidencias.com. (Foto: Inforesidencias.com)
Por Xavier Garcia-Milà
sábado 25 de noviembre de 2023, 14:05h
Xavier Garcia-Milà es arquitecto.
Ampliar
Xavier Garcia-Milà es arquitecto. (Foto: Xavier Garcia-Milà)

Hace poco más de un año tuve la oportunidad, de la mano de Inforesidencias.com, de participar en un viaje geroasistencial a Nuremberg donde pudimos visitar diversos equipamientos residenciales para personas mayores, tales como apartamentos con servicios comunes, residencias estructuradas en unidades de convivencia como el Stadtmision Hephata (fotografía 1), complejos residenciales intergeneracionales como el WIN GmbH Zuhause Im Alter (fotografía 2) y nuevos equipamientos diseñados para promover la atención individualizada centrada en la persona.

Si bien por mi profesión de arquitecto el diseño de estos equipamientos captó mi atención e interés, fue especialmente relevante la visita al servicio integral de la ciudad de Nuremberg que dispone de diversos grupos de viviendas tuteladas y presta servicios a domicilio.

En referencia a los servicios a domicilio, mi interés se centraba en la adaptación funcional de la vivienda para que la persona pueda permanecer en su hogar el máximo tiempo posible, aunque su nivel de dependencia vaya aumentando y precise de cuidados crecientes y del apoyo de terceras personas para desarrollar las actividades de la vida cotidiana. En esas circunstancias la posibilidad de adaptar funcionalmente la vivienda adquiere una gran importancia. Explicaron que en Alemania toda persona con titulación de enfermería (grado de discapacidad reconocido) tiene derecho a una subvención para mejorar su medio de vida: el seguro de cuidados de enfermería paga 4.000 euros para adaptar el interior de la vivienda y la zona de entrada a las necesidades específicas de la persona solicitante.

¿Cuál es la situación en otros países de Europa y en España?

El marco europeo

La conciencia social de la importancia de la adaptación funcional de la vivienda y las consecuentes medidas legislativas y económicas para abordarlo tienen ya una larga historia en países como Suecia, Gran Bretaña o Alemania, mientras que en nuestro país las políticas al respecto están por implementar y tan sólo hay experiencias puntuales.

En Suecia, por ejemplo, su Parlamento definió en 1998 de los principales objetivos de su política nacional en referencia a las personas mayores, que se concretan en que cualquier persona mayor ha de tener la posibilidad de:

  • Vivir una vida activa y decidir sobre su vida cotidiana
  • Envejecer con seguridad y mantener su independencia
  • Ser tratado con respeto
  • Tener acceso a una buena asistencia médica

Stadtmision Hephata.

En consecuencia, uno de los más importantes principios de su política en referencia a las personas mayores es que han de tener la posibilidad de seguir viviendo en su propia casa mientras sea posible, incluso cuando necesiten amplios cuidados médicos y de servicios sociales. Así, las personas mayores pueden obtener ayudas que cubren el coste completo de la adaptación funcional de la vivienda a través del municipio de residencia. Es importante resaltar que para conseguir la ayuda es imprescindible que un terapeuta ocupacional analice y evalúe la necesidad de la adaptación funcional. Se atienden prácticamente todas las peticiones y según datos recientes se habían facilitado en un año ayudas a 72.700 personas con un coste de 958 millones de euros (13.177 euros por domicilio).

En junio de 2010, la Secretaría de Estado francesa encargada de las personas mayores emitió un comunicado de prensa sobre “Adaptabilidad de los alojamientos al envejecimiento de la población: 12 proposiciones concretas para responder a este importante desafío” en el que se enuncia que el deseo de la mayoría de las personas mayores de “Vivre chez soi” (vivir en su casa) se ha de poder cumplir en las mejores condiciones.

En Gran Bretaña, The Disabled Facilities Grant (DFG) provee los fondos públicos (gobierno central y autoridades locales) para la adaptación de las viviendas, que se adjudican a través de las autoridades locales, aunque también hay entidades sociales locales del tercer sector que reciben ayudas estatales al efecto. En el último año se han otorgado un total de 40.000 ayudas (71% para personas mayores de 60 años) con una media de 7.000 libras por domicilio. Para el próximo año la dotación económica crecerá hasta los 400 millones de libras esterlinas.

En Alemania para obtener la subvención de 4.000 euros, la persona que hace la valoración de dependencia del usuario elabora un informe complementario para evaluar las necesidades de adaptación funcional que requiere la vivienda.

WIN GmbH Zuhause Im Alter.

La situación en España

Si bien en el entorno urbano y en los elementos comunes del edificio se ha avanzado mucho en materia de accesibilidad, no ocurre lo mismo en el interior de la vivienda. En este campo se ha progresado muy poco tanto en edificios de nueva construcción como en los existentes.

La normativa actual entiende que la accesibilidad de los elementos comunes de la edificación es uno de los objetivos principales a conseguir en la rehabilitación edificatoria, de manera que:

  • Se pueden obtener ayudas económicas que alcanzan hasta el 75% de la inversión total cuando se trata de colocar ascensor o implementar medidas para la accesibilidad universal, mientras que para el resto de las actuaciones no se puede superar el 40%.
  • Se eliminan trabas legales y administrativas para que las comunidades de propietarios puedan acometer este tipo de obras.
  • Se exige que en el Informe de Evaluación del edificio (IEE), que deben tener todas las construcciones de más de 50 años de antigüedad, se determinen y cuantifiquen los ajustes razonables en materia de accesibilidad que admite el edificio, de manera que se puedan implementar cuando alguno de los residentes lo solicite.

Sin embargo, no se aborda de forma decidida y estructurada la adaptación funcional de las viviendas. Los planes de ayudas hablan de la rehabilitación de la vivienda (mejoras estructurales, de habitabilidad, de ahorro energético, de mejora de las instalaciones, etc.) aunque, últimamente, apuntan la posibilidad de suprimir barreras arquitectónicas. Pero son planes orientados principalmente a la mejora y renovación del parque de viviendas, pero no a la adaptación funcional para una determinada persona: las ayudas son limitadas, de tramitación compleja, tardan en cobrarse y no interviene ningún profesional del ámbito sociosanitario en la evaluación de las necesidades.

En este contexto, me permito mencionar los programas específicos de adaptación de viviendas para personas mayores que tienen implementados la Diputación de Barcelona (“Programa de adaptación de viviendas de las personas mayores de la provincia de Barcelona”) desde el año 2.009 y el Ayuntamiento de Barcelona (“Adaptación funcional de la vivienda de las personas mayores con dependencia y/o discapacidad”) desde el año 2.011. Sus objetivos se concretan en facilitar reformas básicas en la vivienda de las personas mayores más vulnerables, a partir de reparaciones y pequeñas obras no estructurales e instalación de productos de apoyo, para garantizar las condiciones de accesibilidad, seguridad, higiene y habitabilidad.

Las principales características diferenciales de estos programas son:

  • Se configuran como específicos para la adaptación funcional personalizada de viviendas de personas mayores.
  • Las actuaciones las prescribe un equipo interdisciplinar (con la participación del solicitante) formado por un trabajador sociosanitario (fisioterapeuta o terapeuta ocupacional) y un técnico en construcción (arquitecto o arquitecto técnico), apoyados por un trabajador social, que se desplazan al domicilio del solicitante.
  • Las obras las llevan a cabo empresas constructoras contratadas por la Administración, con lo que el solicitante no debe preocuparse por ningún trámite (presupuesto de contratista, licencia de obras, etc.).
  • El proceso no dura más de tres meses desde que se produce la visita domiciliaria de prescripción hasta que el arquitecto realiza la visita final de comprobación y conformación de las actuaciones.
  • Se utiliza una metodología específica, elaborada por un equipo multidisciplinar y basada en la experiencia de actuaciones anteriores. El proceso para determinar las actuaciones a llevar a cabo en cada caso se sustenta en tres puntos:
    • Determinar los lugares de la vivienda en los que se presentan dificultades.
    • Identificar las actividades susceptibles de mejora funcional en cada lugar.
    • Definir el tipo de actuación constructiva para mejorar cada actividad.
  • Se dispone de una aplicación informática específica que permite gestionar todo el proceso y controlar su ejecución, a la vez que genera una base de datos para poder evaluar el proyecto al final de cada convocatoria.

Las diez ediciones del programa de la Diputación de Barcelona aportan los siguientes datos principales:

  • Se ha intervenido en más de 10.000 viviendas con un coste medio de 2.000 euros por entidad incidiendo en diversos ámbitos de la vivienda y, principalmente, en la adaptación funcional del baño.
  • Perfil de los beneficiarios: el 70% son mujeres, el grueso se sitúa entre 75 y 85 años (51%), viven solos un 43,4%, son independientes con dificultades o parcialmente dependientes un 82,03% mientras que son minoría los independientes sin dificultades (3,12%) y los totalmente dependientes (14,85%), y el 81,55% son propietarios de la vivienda que habitan.
  • Satisfacción con el programa: un 97,44% manifiesta que la intervención le ha servido para ser más autónomo en casa y un 97,27% indica que ésta no le ha generado molestias, mientras que la valoración sobre las actuaciones realizadas se puntúa con un 4,80 (sobre 5) y la correspondiente a la atención recibida con un 4,91.

Indicar finalmente que, según estadísticas del IMSERSO, en España hay casi un millón de personas que tienen reconocido el derecho a recibir prestaciones por encontrarse en situación de dependencia. De ellas, el 80% viven en su domicilio y están atendidas fundamentalmente por su familia. Solo un 14% reciben un servicio de atención profesional en su casa y un 8% acuden a un centro diurno de atención.

En definitiva, avanzar firmemente en este campo es necesario y urgente y requiere la toma de conciencia social y política de la importancia del tema implementando programas específicos con una logística operativa adecuada y con una dotación económica suficiente, como tienen en Suecia, Alemania o Gran Bretaña.

Xavier Garcia-Milà es arquitecto

Valora esta noticia
0
(0 votos)
¿Te ha parecido interesante esta noticia?    Si (0)    No(0)

+
0 comentarios