Parece que cuando nos aburrimos es porque hay algo del entorno que no nos satisface, pero es bueno ser consciente de que te estás aburriendo porque es una manera de conocer mejor la realidad en la que estamos inmersos. Así, escuchar tu aburrimiento es positivo para analizar qué es lo que no te gusta y qué necesitas cambiar para movilizar los recursos que cada uno tiene y cambiar esta situación de tu entorno.
La doctora Josefa Ros Velasco es una experta en aburrimiento y explicó en una entrevista de la directora de Marketing de Inforesidencias, Anna Cebrián, y que se puede ver también en el Aula Virtual de la web del buscador, de dónde surgió su interés por estudiar esto tan poco habitual en el orden académico que es el aburrimiento: ese estado bastante cotidiano pero que si no se sabe salir de él hace que surjan patologías y trastornos que nos pueden llegar a afectar tanto mental como físicamente.
Lo fácil, apunta, es ir a lo que llaman conductas no adaptativas, como la costumbre de ver más la tele, o comer más, o beber más… éstas son maneras de “tapar” esa situación de aburrimiento y que se vuelve casi una patología o una adicción si no se sabe cortar a tiempo.
Comentaron también cómo esta vida actual nos hace estar siempre ocupados y por eso no nos atrevemos a decir que estamos aburridos, ya que el aburrimiento no está bien visto. Los niños lo hacen, pero los adultos se lo callan.
Aprender a aburrirse, a convivir con el aburrimiento, significa conocerse, saber tolerarlo, saber escucharlo. Admitir que nos aburrimos, saber en qué situaciones nos pasa y cómo podemos convivir con esos sentimientos, aceptarlos y definir cómo queremos salir de allí es lo que es importante hacer.