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TERESA MARTÍNEZ, MAYTE SANCHO Y MIL PERSONAS MÁS, POR UN NUEVO MODELO DE CUIDADOS

"Se trata de vivir con salud, con autorrealización, en espacios que protejan a las personas pero en entornos de vida con sentido"

Residente y su cuidador
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Residente y su cuidador (Foto: Foto Designed by Freepik)
martes 05 de mayo de 2020, 03:54h

La “Declaración Conjunta por un nuevo modelo de cuidados de larga duración en España” ha sido firmada ya por más de mil personas procedentes de diferentes ámbitos de vida, cuidados, trabajo, disciplinas profesionales y áreas de conocimiento. A todas ellas, las promotoras de la iniciativa, la doctora en Ciencias de la Salud, psicóloga gerontóloga Teresa Martínez y la experta en planificación gerontológica Mayte Sancho, han agradecido su difusión y que se sumen a impulsar en nuestro país un cambio en el modelo de cuidado a las personas en situación de discapacidad o dependencia.

Ambas han enviado la Declaración al vicepresidente del Gobierno y ministro de Derechos Sociales, Pablo Iglesias, así como al secretario de Estado de Derechos Sociales, Ignacio Álvarez, y al director general del IMSERSO, Luis Alberto Barriga, solicitándoles al tiempo una entrevista para poder presentarles el propósito de la iniciativa. Les invitan de esta forma a que lideren un proceso participativo de reflexión e identificación de los aspectos clave que deben incorporarse a este proceso de cambio de modelo.

El documento subraya, según han explicado sus promotoras a Dependencia.info, que "el necesario cambio de modelo va más allá de garantizar una adecuada atención sanitaria, o incrementar la ratio de ciertos profesionales, se trata de permitir vivir con salud, con autorrealización, en espacios que protejan a las personas pero que sean entornos de reconocimiento y de vida con sentido".

Teresa Martínez y Mayte Sancho ahondan en la situación especial que estamos viviendo y en el objetivo de una iniciativa que promueve el cambio en el modelo de cuidados:

Mil firmas en la Declaración, ¿qué supone este apoyo y hasta dónde os gustaría llegar? ¿Qué esperáis de las Administraciones Públicas a quienes se ha hecho llegar esta declaración?

Responde Teresa Martínez: Efectivamente esta iniciativa ha recibido un gran apoyo, somos muchos quienes nos hemos adherido, de distintas procedencias profesionales, campos de vida y conocimiento, lo que avala enormemente el documento.

Esta declaración ha sido enviada al Ministerio de Derechos Sociales, al IMSERSO, al Defensor del Pueblo y a la FEMP, así como a los responsables de las Consejerías y Diputaciones competentes en Servicios Sociales de las distintas Comunidades Autónomas. Les hemos instado a que promuevan y lideren un proceso de necesaria transformación en relación al actual modelo de cuidados, escuchando y dando participación a los distintos actores. Esperamos que nuestras propuestas sirvan de orientación y estímulo.

Estamos comprometidas, comprometidos en apoyar un proceso de transformación del sector de cuidados en nuestro país. Creemos que es algo muy necesario, como muchos llevamos defendiendo hace tiempo, y que ahora es el momento de pasar decididamente a la acción, porque una situación tan crítica como la que ha provocado la Covid-19 ha mostrado las debilidades del actual sistema.

El hecho de precisar cuidados, en casa o en un centro, no puede conllevar perder valor, derechos de ciudadanía ni control sobre la propia vida. Y esto, lamentablemente, en el modelo actual y por motivos variados, sucede. Pensamos que el riesgo de daño a las personas no solo se produce con la llegada de un inesperado y peligroso virus.

¿Acelerará la pandemia del coronavirus un cambio del modelo en las residencias?

Responde Mayte Sancho: Esta pandemia ha puesto de manifiesto múltiples carencias que aparecen en el actual modelo residencial que existe en España de manera generalizada, aunque con diferencias entre unos y otros territorios y gestores: escasez de dotación especialmente en recursos humanos dedicados al cuidado directo, unido a una situación laboral mejorable, tanto en remuneración como en formación, modelos organizativos muy jerárquicos y, sobre todo, centrados en el servicio o las tareas, y no tanto en las personas; diseño basado en habitaciones compartidas y grandes espacios comunes que favorecen el contagio y un conjunto de prácticas que deben ser revisadas.

Asuntos como la rotación, la inestabilidad laboral, la escasísima participación de las personas mayores y de sus familias en la toma de decisiones sobre la vida cotidiana, el uso excesivo de sujeciones y muchas otras conductas que responden a lo que conocemos como “modelo institucional” deben ser reformuladas.

Sin duda es el momento, aunque siempre desde una mirada dirigida a la normalidad futura que conseguiremos y no tanto a la emergencia sociosanitaria que padecemos que, lógicamente, debe ser abordada desde otros planteamientos en los que el acceso a la atención sanitaria especializada y la coordinación con atención primaria y hospitalaria dentro y fuera de los centros debe estar garantizado. Es un derecho de las personas mayores en su calidad de ciudadanos.

¿Por dónde debe pasar ese cambio principalmente?

Responde Mayte Sancho: En la declaración y también en nuestra trayectoria profesional desde hace años, defendemos un cambio de paradigma, esto que en otros países han denominado “cambio cultural” basado en la atención centrada en las personas, como enfoque ético que se traduce en prácticas profesionales basadas en el respeto a la dignidad y la promoción de la autonomía de las personas que cuidamos.

También de las que cuidan, claro. Si ellas no se sienten bien, difícilmente pueden transmitir un cuidado ajustado a los deseos y preferencias de las personas que acompañan. Este cambio es un proceso en construcción continua que afecta, sobre todo, a tres dimensiones:

1.- Ambientes y espacios que favorezcan la vida cotidiana normalizada: diseño arquitectónico y ambiental doméstico, cálido, estructurado en base a los modelos de unidad de convivencia que llevan desarrollándose desde hace varias décadas en otros países y cuya bondad está ampliamente documentada sobre todo en perfiles de personas con demencia y situaciones de dependencia muy grave.

Este cambio, que ya se está realizando tímidamente, supondría una reformulación de los actuales centros residenciales, modulando sus espacios, humanizando la institución, acercándonos al modelo “casa” lo más posible. Apostando por una mayor privacidad y no considerando las habitaciones individuales como un lujo, abandonando las estructuras y dinámicas nocivas de los macrocentros y evitando espacios de convivencia que hacinen a las personas.

No es fácil ni todos los espacios son reconvertibles, pero el margen de remodelación es bastante amplio.

2.- Cambios organizacionales, revisando los valores que presiden las entidades públicas y privadas que gestionan estos centros. Y como no, las administraciones públicas que son responsables de este u otros modelos de cuidados. Trabajamos con personas. Las cuidadoras son protagonistas del cuidado. ¿Las reconocemos suficientemente? ¿Confiamos en ellas?

3.- El acompañamiento y el modelo de intervención, basado sobre todo en la realización de actividades con sentido, significativas para las personas, con profesionales estables, referencias, valedores de las personas que cuidan, reconocidos y apoyados por equipos técnicos que están integrados en la vida cotidiana.

Y todo ello dirigido a mejorar el bienestar y la calidad de vida de las personas. Todo un reto que requiere aunar esfuerzos de todos los implicados. ¿Quién dijo fácil? En construcción continua, sin olvidar que todo esto es necesario y posible, que es un recorrido ya iniciado hace décadas en otros países y sobre el que la evidencia científica señala resultados positivos.

Hay un debate sobre la medicalización de las residencias. ¿Qué medidas habría que tomar para evitar que una residencia se convierta en un hospital?

Responde Teresa Martínez: Una adecuada atención a las personas que precisan cuidados de larga duración requiere equilibrar salud, seguridad y bienestar. En casa y especialmente en los entornos residenciales. Las residencias son y deben ser lugares de vida, de ambiente hogareño y donde las personas no pierdan el control de la misma. Sin por ello dejar de ofrecer cuidados profesionalizados.

La atención centrada en la persona no es algo contrario a la atención integral ni al cuidado profesionalizado. Creemos que sería un enorme error acabar convirtiendo las residencias en “búnkeres hospitalarios” dirigidos solo a controlar posibles riesgos del futuro. Y en el momento actual esto puede ser una medida que cobre fuerza por razones diversas.

Nuestra Declaración defiende que las personas reciban las atenciones integrales que precisen, allí donde vivan, entre ellas una atención sanitaria que en nuestro país es un derecho, una prestación universal y gratuita para todos los ciudadanos. Los modos de provisión pueden ser diversos y creemos que habrá que articularlos teniendo en cuenta la realidad de cada centro y territorio.

El refuerzo de la atención primaria de salud y la coordinación con servicios sociales es algo muy necesario y sobre lo que tenemos mucho que mejorar. Y por supuesto, cuando existan situaciones de crisis sanitarias, tomar las correspondientes medidas que emanen de salud pública.

El necesario cambio de modelo va más allá de garantizar una adecuada atención sanitaria, o incrementar la ratio de ciertos profesionales, se trata de permitir vivir con salud, con autorrealización, en espacios que protejan a las personas pero que sean entornos de reconocimiento y de vida con sentido. Los cambios deben ser diversos y en diferentes niveles. Por eso hablamos de transformar el modelo de cuidados, desde el hogar, donde mayoritariamente queremos envejecer, hasta las distintas alternativas de viviendas con cuidados que puedan existir.

Necesitamos ahora un sereno diálogo, basándonos en datos que permitan sacar conclusiones sobre todo lo que ha pasado y cómo ha afectado en distintos escenarios de cuidados, evitando medidas improvisadas y buscando el equilibrio entre seguridad y calidad de vida.

Consulta aquí residencias de toda España

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