Esta semana se ha publicado una noticia que ha alarmado y mucho a nuestro sector. Según "fuentes del Ejército", se han encontrado cadáveres y usuarios compartiendo espacios en varias residencias a lo largo de España, una noticia de la que no conocemos más detalles, solo lo justo para estigmatizar a un sector que no merece este trato.
Vaya por delante que desde CEAPS, como todas las organizaciones de nuestro ámbito, condenamos cualquier maltrato a los mayores, pero no podemos tolerar que se criminalice un sector que está trabajando al máximo con lo mínimo, que lo está dando todo, absolutamente todo, en un momento de gran dificultad y angustia.
En este sentido, las declaraciones de la Ministra de Defensa son inaceptables y dejan al sector en muy mal lugar ante la opinión pública. En un momento crítico en el que es necesario generar confianza y entendimiento, se ha conseguido todo lo contrario. En un momento en el que las familias no pueden estar con sus seres queridos, la comunicación institucional ha fallado. Y no es excusable.
La inmensa mayoría de las residencias está trabajando muy bien, siguiendo los protocolos de las administraciones para garantizar la seguridad de usuarios y trabajadores, pero es la escasez de material el auténtico maltrato hacia un sector que siempre ha tendido la mano al Gobierno, con independencia de su color político.
¿Sabe el Gobierno lo que están haciendo las residencias con los mayores? Están cuidando, están atendiendo, están acercando a los usuarios con los familiares mediante llamadas, aplicaciones móviles, teleconferencias y otros sistemas de comunicación que permiten hacer más llevadero el confinamiento. Esa es la realidad mayoritaria de las residencias de toda España. Esa es la realidad que debería aparecer en los medios de comunicación.
En paralelo a las declaraciones, se ha publicado también una orden ministerial que finalmente confirma que las residencias de mayores son prioritarias a efectos de gestión del coronavirus. Más vale tarde que nunca. Es un paso más para mejorar la atención que necesitaríamos en los centros, una atención médica que no siempre se produce con la celeridad debida. Hay casos (porque de casos hay para todos, claro) de periodos de espera de 48 y 72 horas antes de que lleguen los sanitarios para atender a los mayores de una residencia con síntomas de coronavirus. Hablamos de mayores muy vulnerables, muy expuestos a la enfermedad, y que tienen el mismo derecho a la atención médica que cualquier otro ciudadano.
Vienen días y semanas muy duros donde habrá que trabajar hombro con hombro para salir adelante. Somos un aliado esencial en esta batalla decisiva, y los aliados deberían ayudarse del mismo modo que se están organizando muchas residencias, donde todas las manos son necesarias para seguir atendiendo a nuestros usuarios. Más solidaridad y menos reproches. Ese es el ejemplo a seguir.
Cinta Pascual
Presidenta de CEAPS
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