Lo más importante de un edificio que albergue una residencia para personas mayores es que sirva como entorno adecuado en el que se presta un servicio de atención y cuidado a personas dependientes. El aspecto estético y otros funcionales (facilidad de mantenimiento) tienen también alguna importancia pero deben colocarse al servicio de lo que es realmente esencial.
Opinión de Marc Trepat, arquitecto especializado en el diseño de residencias asistidas para mayores

Interesante proyecto en forma de 'Y'. Desgraciadamente, solo podemos ver la planta baja en la que se sitúan los servicios generales de la residencia y no podemos ver las plantas tipo que nos permitirían comprobar cómo se han distribuido las diferentes unidades de convivencia, pero imaginamos una unidad en cada una de las ramas de la 'Y', lo que sería muy lógico o, como mínimo, una unidad en la barra larga y otra independiente en la barra corta.
Los espacios de convivencia parecen no estar juntos por la explicación de los huecos que se pueden observar en las fachadas que se corresponden con estos espacios, según las explicaciones que nos han llegado. Este hecho indica que no se puede tener una gestión conjunta pero que puede diferenciar cada una de las unidades con un funcionamiento propio.
Otro aspecto remarcable es la distribución de los espacios exteriores privados en relación con la parte de accesos. El conjunto del edificio consigue que haya un espacio de aparcamiento al aire libre y de accesos claramente diferenciado del jardín terapéutico para los residentes. Un acierto de los arquitectos.
Estos huecos en fachada que son diferentes en función de la planta en la que se encuentran, también nos dan la idea que las plantas no están distribuidas de la misma manera.
Este hecho beneficia la estética del edificio, lo hace más dinámico y estéticamente más interesante.
La situación de los usuarios con problemas de demencia en la planta tercera permite diseñar esta planta de forma diferente a las otras y ofrecer este dinamismo estético que comentamos.
Si nos fijamos, las dos primeras plantas son iguales en fachada, pero al ser diferente la tercera y juntar, en algunos casos, los huecos de las plantas primera y segunda con los de la tercera, hace que el edificio dé la sensación de que las plantas son mucho más diferentes entre si de lo que los son en realidad. Sin duda este es otro acierto de los arquitectos.
Cuando diseñamos residencias asistidas hay una tendencia natural ha que todas las plantas donde se ubican las unidades de convivencia sean iguales, por un aspecto de gestión y de economía.
En España, y más todavía en Catalunya, el precio de los solares, el coste de la construcción y también los costes de las licencias de obras (sin ayudas para entidades privadas con afán de lucro, aunque sean para finalidades de clara necesidad social), hace que la inversión para obtener plazas residenciales de calidad sea muy alta.
Esto nos obliga a diseñar residencias los más compactas posibles y con unas ratios de superficie por residente realmente justas.
Es por esto por lo que nos gusta sacar en esta sección, proyectos como este, en el que los arquitectos han podido diseñar la residencia a partir de una cierta libertad de distribución que les permite obtener un edificio con un valor arquitectónico superior.
Dejo para el final el elemento más discutible del edificio y es el acabado exterior de madera. Este tipo de acabado es muy popular en los países nórdicos y es un material realmente interesante para los edificios por su naturalidad y su gran eficiencia térmica.
Los edificios acabados con madera natural sin ningún tratamiento cambian de aspecto con el paso del tiempo.
Es natural que sea así. Este aspecto que los ciudadanos de los países nórdicos tienen totalmente asumido, no es bien recibido por los de los países más sureños o mediterráneos, acostumbrados a fachadas de piedra o de cerámica. En esto también tiene que ver el clima.
Hasta ahora, los países templados (mediterráneos) no nos hemos tenido que ocupar mucho del clima, porque en nuestro caso siempre era bastante benigno, comparado con los rigores invernales en el norte, pero el cambio climático y las necesidades de preservarnos del exceso de calor, están cambiando esta percepción.
Lo que puedo decir es que ya estamos empezando a trabajar con estructuras de madera en nuestro país, aunque muchas veces los acabados exteriores son de otros materiales que soportan mucho mejor el paso del tiempo.
Marc Trepat Carbonell
Arquitecto B\TA
En Arquitectura y Residencias esta semana nos llama la atención una residencia situada cerca de París diseñada por el estudio de arquitectos franceses Vous Êtes Ici Architectes, concretamente la residencia Morangis, un edificio de cuatro pisos con una planta en forma de Y que divide los interiores en tres alas y que destaca a primera vista por su recubrimiento de madera de alerce siberiano que vemos en toda la fachada y formando porches en las entradas.
La distribución en tres alas recuerda a algunos hospitales y otras instituciones. Esa planta permite que la entrada principal se encuentre en la unión de dos alas y conduce al centro del edificio. También hay entradas adicionales a lo largo de la fachada norte para acceder a zonas servicio.
La planta baja del edificio está ocupada por salas comunes, instalaciones y áreas para el personal de la residencia geriátrica. Los comedores, salas de estar y otras áreas sociales compartidas se agrupan alrededor de la elevación sureste y se abren a un jardín privado para residentes.

Las áreas de estar, así como las áreas de actividades principales (restaurante, salón) se desarrollan alrededor de los jardines privados. Estas áreas se benefician de la vista y del fácil acceso dedicado a los jardines. Los jardines incluyen espacios terapéuticamente temáticos, así como caminos más tradicionales alrededor de macizos de flores y un jardín de rosas.

Las habitaciones ocupan los tres pisos superiores del edificio. El primer y segundo piso tienen capacidad para residentes típicos y se dividen en unidades de convivencia de 13 habitaciones, cada una con su propio comedor y sala de actividades. Mientras tanto, el tercer piso está dedicado a pacientes que padecen Alzheimer y otras enfermedades neurológicas. Pensando en un diseño centrado en el individuo, las habitaciones del edificio fueron pensadas con ventanas que ofrecen vistas lejanas del campo intentando acercarse más a lo que encontrarías en un domicilio o un hotel que en un hospital.

Todas las ventanas están diseñadas con un panel de cristal que llega hasta el suelo lo que permite a los residentes con camas tener una vista, de esta forma todos los dormitorios tienen vistas enmarcadas. Cada unidad de convivencia tiene un área de reunión principal para actividades o comidas, así como un área más pequeña ubicada frente a logias o jardines suspendidos. Todas estas áreas pequeñas incluyen grandes ventanales y vistas enmarcadas de calidad.

Los pasillos centrales se han diseñado de forma que proporcionen rutas claras entre las diferentes secciones de cada piso. En lugar de depender de la iluminación artificial, cada una de ellas cuenta con ventanas para atraer la mayor cantidad de luz posible con vistas externas, esto les permite a las personas mayores residentes moverse a su ritmo hacia las luces y áreas de descanso. Así, mientras deambulan, pueden encontrarse fácilmente y conversar con otros residentes sin tener dificultades.
El tercer piso también cuenta con dos terrazas en la azotea con acceso directo al nivel del suelo a través de un par de escaleras al aire libre.
Una residencia de tercera edad para todos
La Residencia Morangis fue construida con el apoyo financiero del Conseil Général de l'Essone, el apoyo regional, así como la Agencia Regional de Salud y el ciudad de Morangis. La idea desde el principio fue hacer una residencia que resultase asequible consiguiendo un precio de estancia de unos 60€ al día.
Un volumen interesante en el que la unidad no es uniformidad
En la piel exterior que envuelve el edificio, las aberturas se perforan sin una simetría específica; Las fachadas esculpidas ofrecen varias vistas y volúmenes detrás de la piel exterior.
Este sobre que cubre el edificio está hecho de madera de alerce siberiano; Tablas de madera que se eligieron por ser cálidas y reconfortantes. La piel exterior cambia de color de acuerdo con el sol y la hora del día. Los tableros de alerce son de madera maciza de alta calidad, se unen para evitar deformaciones y eliminar los defectos.
Según explican los arquitectos en un artículo: “Cada vez que se perfora la piel exterior para formar una abolladura en el volumen global, ese cambio corresponde a un espacio de socialización específico: áreas de descanso internas ampliamente abiertas hacia el parque o las terrazas del tercer piso. Las "abolladuras" permiten que el sol y la luz entren profundamente en el edificio para aquellos que tienen dificultades para moverse. Tan pronto como se rompe la piel exterior para crear un volumen, se utiliza un material y color diferentes para delinear estos volúmenes internos. Se ha aplicado una capa cálida de naranja a amarillo en las paredes exteriores, exagerando el calor de la luz. El ambiente es amigable y cálido y el amarillo resuena muy bien con el calor natural de la madera. Como resultado, los espacios dinámicos que ofrecemos valen el esfuerzo necesario para llegar a las personas mayores”.


En ninguno de los diferentes artículos que hemos consultado han comentado nada sobre el mantenimiento de la madera que da este aspecto tan original al edificio. Sin duda la madera es un gran aislante y el hecho de usarla en construcción tiene una clara ventaja medioambiental si se compara con el uso de otros materiales, pero el aspecto también cambia bastante con el tiempo y requiere de mantenimiento. Comparando las fotografías que vemos en las webs de arquitectura con el edificio recién acabado y otras más recientes, el cambio es importante.

Web de la residencia
Explicación arquitectura en la que se ha basado principalmente este texto
Explicación de los servicios de la residencia
La residencia en la web Plataforma arquitectura
La residencia en la web Domusweb