En Puy en Velay, una pintoresca población situada al sur de Lyon en Francia, una residencia de 98 plazas, todas ellas en habitaciones individuales, pensada para que los residentes puedan disfrutar del impresionante paisaje circundante.
Comentario de Marc Trepat, arquitecto especializado en el diseño de residencias asistidas para mayores
En estos artículos intento ceñirme a hablar de la arquitectura, pero en este caso me gustaría empezar por algunas cifras. Y lo hago porque creo importante que nuestros sean también conscientes que hay proyectos que elevamos como referentes en el mundo de la arquitectura pero que no siempre son posible. Este edificio tiene una superficie de 5.740 m2 para 98 camas lo que supone una ratio de casi 60 m2 por cama. Y ha tenido un coste de 9,4 millones de euros, o lo que es lo mismo una repercusión por m2 de 1.637 euros/m2 o lo que también es lo mismo, 96.000 euros por usuario.
Hecho este apunto como referencia, el edificio está situado en un entorno montañoso en la ladera de una montaña. La primera cosa que veo es que los renders del proyecto que aparecen en la web de los arquitectos, son mucho más bonitos que la imagen de la obra realmente realizada. Se perciben los volúmenes más puros. Temo que la necesidad de soportar estos volúmenes mediante unos muros muy grandes debajo del edificio para encontrar el terreno debido a la pendiente de la montaña puede ser unos de los aspectos que ha encarecido la obra.
En la imagen renderizada del proyecto (foto inferior) se puede advertir algunos aspectos que dan ligereza al edificio, como el retraso de la concepción de los muros que soportan el edificio como pantallas de dos dimisiones. Si vemos la imagen real del edificio, veremos que estas pantallas que tanta ligereza dan a la imagen se han convertido en volúmenes de 3 dimensiones, con unas ventanas pequeñas que hace masifican la construcción haciéndola pesada.
La imagen renderizada es mucho más interesante. Seguramente el color de la madera es más natural en el render que en la realidad. El tono color miel es mucho más refrescante que el marrón oscuro que se ha acabado colocando.
En este caso no tenemos tampoco plantas, y, sinceramente no soy capaz de imaginármelas como en otros casos que hemos comentado en esta sección.
Marc Trepat Carbonell
Arquitecto
B\TA
Parece que los arquitectos tuvieron eso en mente durante todo el proceso de diseño de forma que tanto los espacios de convivencia como los dormitorios se abren hacia la vista mediante ventanas y terrazas. Incluso la gran sala de usos múltiples se comunica en un nivel en dos jardines, accesibles en silla de ruedas a través de una rampa.
Todos estos espacios están en su mayoría acristalados para preservar un máximo de perspectivas visuales en la vista, y protegidos por la brisa del sol en madera que permite animar las terrazas.
La mayoría de los dormitorios están equipados con grandes aberturas verticales que permiten a los residentes disfrutar de las vistas desde sus camas. En la planta baja, las instalaciones del personal tienen ventanas de varios tamaños que animan la base de la fachada y le dan un aspecto más contemporáneo.
Las habitaciones tienen una superficie aproximada de 22m2 están todas equipadas con un baño y sistemas de domótica. Todas las habitaciones están equipadas con un carril de transferencia, que permite a los residentes moverse de sus camas a sus sillas sin que el personal tenga que ayudarles. Una solución pensada para que el día a día sea más agradable para el residente.
La diversidad de formas, volúmenes y materiales dan una sensación de armonía El deseo del proyecto es mantener una escala humana. Esto funciona en particular gracias a una arquitectura abierta al paisaje, espacios cálidos y animados que surgen del cuerpo del edificio entre la abundante vegetación del entorno.
Con el fin de romper la monotonía de las alineaciones de habitaciones y las circulaciones horizontales, se crean rincones en el corazón de las unidades de convivencia, para la comodidad de los residentes y el personal.
Todos los materiales de la fachada fueron elegidos para crear armonía con el paisaje circundante, sin olvidar también su durabilidad y facilidad de mantenimiento.
La mayoría del edificio está cubierto con un revestimiento de fachada blanca, purificada y relajante, un tono luminoso que se encuentra en toda la realización. El tono de madera se utiliza puntualmente y siempre de forma protegida, protegido del mal tiempo.
El precio de estancia en la residencia, según un periódico local es de 56,7 euros/día.
La comparación entre las imágenes del proyecto y del edificio final nos dejan ver que hubo algunas modificaciones.
Página web de la residencia
Más explicaciones sobre el proyecto