La Fundación Edad&Vida ha celebrado este martes en Barcelona, en el marco del Congreso de Edad&Vida, una mesa redonda bajo el título ‘Escuchar y entender la importancia de las personas’, moderada por Josep de Martí, fundador de Inforesidencias.com, y presidida por Mayte Sancho Castiello, directora general del Instituto de Mayores y Servicios Sociales (IMSERSO).
Durante su intervención en el Congreso de Edad&Vida, Josep de Martí, fundador de Inforesidencias.com, abrió su discurso con tono cercano y agradeció a la Fundación Edad&Vida el reconocimiento por el 25 aniversario de Inforesidencias y por la invitación y reconoció su satisfacción por participar en una mesa que, según explicó, le resultaba especialmente significativa.
“Estoy encantadísimo, agradecidísimo a la Fundación Edad y Vida por invitarme, porque la verdad es que sí que esta mesa me gusta especialmente, y me gusta especialmente por un tema”, afirmó antes de reflexionar sobre la evolución del sector. “Llevo más de treinta años trabajando y hemos visto el camino que se sigue andando, estamos todavía al principio de pasar de atacar necesidades a respetar preferencias, y parece que las necesidades son como de colectivos”.
De Martí subrayó cómo durante mucho tiempo se tendía a clasificar a las personas mayores o dependientes dentro de grupos homogéneos. “Y ahora estamos en una mesa en que digo, mira, les presento a una persona que va en silla de ruedas, un discapacitado, una señora mayor, una anciana, una cuidadora, ya sabemos, pero durante mucho tiempo parece que necesitábamos meter a la gente en colectivos para saber qué necesitaba ese colectivo y atacar eso”.
El experto en atención a mayores destacó que la evolución profesional y el intercambio de experiencias internacionales han contribuido a un cambio de enfoque. “Pero cuando vamos avanzando y vamos viendo, sobre todo a medida, yo creo, individualmente cuando avanzas profesionalmente y colectivamente cuando te comparas con lo que están haciendo en otros sitios, cuando lees lo que se está estudiando en otros sitios, dices, esto de los colectivos está muy bien hasta cierto punto, pero detrás de cada colectivo hay personas, y personas que cuando te explican lo que quieren, lo que necesitan y lo que prefieren, sorprenden. Y cuando cambias de perspectiva, cambias de forma de actuar”.
De Martí destacó el papel de la Fundación Edad&Vida en promover este cambio de mirada hacia la individualidad: “Edad y Vida siempre se ha preocupado, pero la idea es que si hablamos con las personas y vemos cómo ven ellos la realidad y vemos que solamente una parte de su realidad puede ser causada por el envejecimiento, por la discapacidad, por la dependencia, entonces podemos como sociedad actuar de una forma mejor”.
En el encuentro participaron Marc Alis, arquitecto especialista en accesibilidad y diseño universal que se define como “pararquitecto”; Gabriela Paz Miño, cuidadora y periodista; Ildefonso Fernández, miembro del programa PEPA de CEAFA; y Àngels Bahí, presidenta de la Asociación de Personas Mayores del Valle de San Daniel y vicepresidenta del Consejo Municipal de las Personas Mayores de Girona.
Al término de la mesa, Josep de Martí resumió el espíritu de la sesión señalando que “no hablábamos lo suficiente con los usuarios y los cuidadores, o sea, los receptores de los temas de los que hablamos en los congresos, y la Fundación Edad y Vida ha puesto remedio llamando a personas que son completas, individuales, diferentes a todos los demás, pero dentro de sus características tienen, o que son dependientes, o que tienen una edad muy avanzada, o que tienen discapacidad, o que son cuidadores”.
Durante el debate, los participantes compartieron experiencias personales que reflejan la diversidad de realidades que conviven en el ámbito de la atención y el envejecimiento. “Hemos empezado a hablar con un arquitecto que va en silla de ruedas porque tiene una distrofia muscular, un pararquitecto, como él mismo se ha definido; con una mujer que es una activista, pero que también es abuela, que también es una profesora jubilada y que tiene 90 años; y también hablamos con una mujer que es una ejecutiva, periodista, escritora, traductora, que de repente las circunstancias de la vida le hacen cambiar de país, le hacen ser cuidadora, y tiene que asumir el estereotipo de la sudamericana simpática”, explicó De Martí.
El moderador añadió que también intervino “una persona que le diagnostican Alzheimer, cuando todavía es en una fase muy incipiente, y ve cómo el Alzheimer va avanzando poco a poco durante los años, pero sus relaciones, tanto laborales como personales, cambian radicalmente con un diagnóstico que todavía no tenía un significado real en su vida”.
Para De Martí, la lección principal de la mesa es clara: “Yo creo que hemos aprendido mucho. La conclusión es que hay que hablar más, hay que preguntar más, y si queremos centrar la atención en la persona, tendremos que centrarla en personas diferentes, admitiendo que es muy difícil, porque ya no vamos a hablar de categorías, ya no vamos a hablar de colectivos, sino que vamos a hablar de personas diferentes, individuos”.
Por su parte, la directora general del IMSERSO, Mayte Sancho, intervino antes destacando la importancia de escuchar como base para aprender y transformar. “Me toca representar al Instituto de Mayores y Servicios Sociales y al Ministerio de Derechos Sociales, con todo el orgullo y todo el honor de poder colaborar en una sesión como esta, y mucho más en poder colaborar en una sesión que está dedicada a escuchar”, afirmó al inicio de su intervención.
Sancho felicitó la iniciativa del Congreso y subrayó “la capacidad de escuchar, porque la capacidad de escuchar, es la capacidad de aprender, y la capacidad de aprender es la capacidad de cambiar”. En su opinión, esta actitud se reflejó de forma especial en el programa del encuentro, “sobre todo en abrir la sesión inaugural escuchando a los y las interesados sobre las políticas y sobre las acciones cotidianas relacionadas con las personas fundamentalmente que necesitan apoyos y cuidados, pero también con el sector de envejecimiento que, como podéis comprobar, florece cada día, lo cual es un indicador muy, muy importante para una sociedad como la nuestra”.
Durante su discurso, la directora general recordó los grandes retos a los que se enfrenta el IMSERSO. “Estamos llenos de desafíos muy importantes”, afirmó, apuntando que estos “vienen presididos por una escasa inversión en nuestro sistema de protección social”. Sancho señaló que esta situación es “también responsabilidad de la sociedad, porque creo que todavía no hay suficiente conciencia de la importancia de los cuidados”. A su juicio, los cuidados “todavía parecen quedar ahí en ese ámbito de la intimidad, en ese ámbito de lo doméstico, por lo tanto, en ese ámbito de las mujeres, pero hace muchos años que eso ya salió de ahí y que en este momento pues se convierte en un asunto social de responsabilidad de todos”.
La directora general expresó también su respaldo al lema del Congreso y recordó que “solamente podemos construir juntos”, ya que los sistemas de protección social “aún en los países más punteros, pues cubren una parte, pero solo una parte de las necesidades de las personas que necesitan cuidados”. En este contexto, destacó el papel esencial de “las familias, cómo no, que son las que de alguna manera sostienen el sistema, además de todos los sistemas sanitarios, sociales y, cómo no, la comunidad”.
Sancho aprovechó su intervención para referirse al proceso legislativo en marcha: “Me veo obligada a recordar que en este momento está en el Congreso nuestra reforma de la ley de discapacidad y de la ley de promoción de la autonomía personal y atención a la dependencia”. Explicó que esta reforma “precisamente mira ahí, mira más a la comunidad, mira más a la autonomía y, por lo tanto, mira más a lo que las personas han pedido y que solicitan desde hace 40 años”.
Sancho se refería a la preferencia de ser cuidado en su propio hogar. En ese sentido, destacó su larga trayectoria profesional en el ámbito de los cuidados: “Al menos yo en mi larga memoria de esto que tengo la ventaja en este caso de tener muchos años para poder decir que llevamos 40 años preguntando a las personas qué es lo que les gustaría, qué es lo que desean cuando necesitan apoyos y cuidados y la respuesta ya sabéis cuál es, no hace falta que os la comente”.
Sancho explicó que la reforma de la ley “tiende a eso, tiende a más hogar, tiende a más comunidad y, por lo tanto, a más diversidad, a más autonomía, a más flexibilidad, a más compatibilizar servicios, recursos, apoyos, acción voluntaria, familias, sistema sanitario, sistema social y todos los que tienen algo que decir”. A pesar de reconocer las limitaciones económicas, insistió en la relevancia conceptual de esta iniciativa: “Quiero transmitir y compartir con vosotras y vosotros la ilusión de que esa reforma se pueda llevar adelante a pesar de tener poco dinero, pero es un asunto conceptual y, por lo tanto, los asuntos conceptuales son muy importantes para poder ir por una línea adecuada que responda realmente a los intereses de las personas o no tanto como el proyecto de ley que aprobamos en el año 2006”.
Para finalizar, expresó su deseo de que los representantes públicos actúen guiados por el interés general: “Ojalá los responsables elegidos por nosotros, por vosotros y por mí respondan a los intereses de las personas y no a otro tipo de intereses que a veces hacen frustrar proyectos interesantes y bonitos como es este”.
Respecto a la intervención de Mayte Sancho, directora general del IMSERSO, Josep de Martí destacó su “fe en la nueva ley que están haciendo, que sería una reforma de la ley de dependencia, la nueva ley de la discapacidad”, y añadió: “La verdad es que me encantaría poder compartir su entusiasmo”.
Según explicó el fundador de Inforesidencias, Sancho “vuelve a insistir en los cuidados comunitarios por encima de otras cosas", como la atención en residencias. "Vuelve a hablar desde la buena fe, pero viven en la ensoñación de la desinstitucionalización”. No obstante, De Martí reconoció que valora especialmente “que la nueva ley de dependencia, la nueva ley de promoción de la autonomía personal, va a apostar mucho por los apoyos, por las ayudas técnicas, lo cual es una cosa que solamente se puede recibir desde la alegría, aunque para estar entusiasmado hay que esperar a que se convierta en realidad”.