La Asociación de Centros de Atención a la Dependencia (ACAD) valora positivamente que el Congreso haya rechazado la propuesta de reducir su jornada laboral a 37,5 horas semanales. Entiende que "una medida así, sin recursos adicionales ni planificación, habría agravado la grave carencia de profesionales, incrementado costes y puesto en riesgo la calidad y continuidad de la atención".
"La atención a la dependencia es un sector intensivo en personal y altamente especializado. Reducir horas sin compensación habría derivado en mayor precariedad laboral y en una presión inasumible para entidades y familias", añade la asociación.
ACAD, como ha hecho anteriormente desde la FED y ACEDE, insiste en que "cualquier cambio de estas características debe realizarse con consenso, medidas realistas y financiación suficiente. Nuestro compromiso es con un modelo estable y sostenible que garantice la calidad del servicio y la estabilidad del empleo".