Este gesto solidario ha llenado de color y alegría el centro, provocando sonrisas y momentos emotivos entre los residentes y el personal.
La llegada de las flores a ASISPA II fue un verdadero estallido de color que iluminó las instalaciones y provocó momentos entrañables tanto en los habitantes como en el personal del centro. Las flores no solo sirvieron como decoración; también despertaron sonrisas, evocaron recuerdos y fomentaron conversaciones llenas de ternura.
Desde ASISPA queremos expresar nuestro más sincero agradecimiento a James e Isabel por su generosidad y sensibilidad. Un agradecimiento especial también va dirigido a Kelsey Overley, la organizadora de bodas que facilitó la llegada de estos hermosos arreglos florales a nuestra residencia.
Las flores, además de su belleza estética, poseen un indiscutible poder terapéutico. En lugares como ASISPA II, donde cada detalle cuenta, iniciativas como esta pueden convertir un día ordinario en una experiencia extraordinaria.
Acciones como las llevadas a cabo por James, Isabel y Kelsey sirven como inspiración. Nos recuerdan que incluso los gestos más simples, como compartir las flores de una celebración, pueden tener un impacto significativo en la vida de otras personas.