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La PMP exige medidas para combatir el maltrato hacia las personas mayores y urge a visibilizar este problema

Maltrato y abuso hacia las personas mayores. (Foto: PMP).
Dependencia.info | Sábado 14 de junio de 2025
En España, solo el 4% denuncia abusos. Se aboga por políticas públicas, formación del personal y una cultura inclusiva que respete los derechos de las personas mayores.

Con motivo del Día Mundial de Toma de Conciencia del Abuso y Maltrato en la Vejez, que se conmemora el 15 de junio, la Plataforma de Mayores y Pensionistas (PMP) ha exigido al Gobierno, a las instituciones y a la sociedad civil que implementen medidas y acciones específicas para luchar contra el maltrato y la discriminación hacia las personas mayores y aquellas con discapacidad.

Con motivo de esta efeméride, la Plataforma ha vuelto a enfatizar la necesidad urgente de visibilizar y enfrentar esta problemática social que impacta a millones de personas mayores en todo el mundo.

La II Asamblea Mundial del Envejecimiento, celebrada en Madrid en 2002, marcó la primera ocasión en que las Naciones Unidas trataron el abuso y maltrato hacia las personas mayores. En este evento, se hizo un llamado a la concienciación sobre esta problemática con el objetivo de establecer mecanismos de prevención.

De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), alrededor del 15,7% de la población mayor, es decir, aproximadamente una de cada seis personas mayores de 60 años, ha experimentado algún tipo de maltrato en entornos comunitarios durante el último año. No obstante, un dato que ha llamado especialmente la atención de la Plataforma es que en España únicamente el 4% de los afectados decide presentar una denuncia. Este hecho queda evidenciado en el estudio titulado ‘Violencia en la vejez: edadismo, abuso y maltrato hacia las personas mayores’, realizado por HelpAge International España, entidad asociada a la PMP.

La gestión del Servicio Estatal de Atención a Personas Mayores (SEAM) recae en esta misma entidad, que proporciona el número gratuito 900 22 22 22. Este servicio ha observado un notable incremento en las consultas sobre maltrato, abuso y discriminación por edad. En el año 2024, se han atendido más de 3.000 casos, destacándose entre ellos el abuso psicológico, la negligencia y la violencia económica.

La PMP ha subrayado que el abandono, el abuso y la violencia contra las personas mayores “son a menudo las agresiones más ocultas”, a pesar de los datos disponibles. Esta falta de visibilidad se debe en gran medida al “edadismo estructural existente en nuestra sociedad”, que se define como un conjunto de creencias, normas sociales, políticas y prácticas institucionales que discriminan sistemáticamente a las personas por su edad. La situación se agrava aún más cuando se presenta junto con la discapacidad, afectando especialmente a quienes tienen discapacidades mayores.

La Plataforma también hace un llamado a reconocer la violencia de género como una de las manifestaciones más severas de maltrato hacia las personas mayores, así como una forma de violencia que a menudo permanece oculta. Las mujeres mayores enfrentan una doble discriminación, tanto por su edad como por su género. Durante décadas, muchas han estado sometidas a normas patriarcales, lo que les lleva a normalizar el abuso y dificulta su capacidad para identificar o denunciar situaciones de violencia.

El Informe Anual 2024 del Defensor del Pueblo revela que muchas mujeres no logran acceder a los recursos públicos disponibles debido a obstáculos como la dependencia económica, el aislamiento social y la falta de adecuación de los servicios a sus realidades. Jesús Norberto Fernández, presidente de la PMP, afirma: "sólo reconociendo y visibilizando las dificultades únicas que enfrentan estas mujeres, se podrá garantizar su acceso a los recursos necesarios para superar la violencia y recuperar una vida plena y libre de maltrato".

La Plataforma ha subrayado la importancia de comprender que la vulnerabilidad que algunas personas mayores pueden experimentar no es un resultado directo de la edad, sino que está influenciada por condicionantes estructurales presentes a lo largo de sus vidas, los cuales generan desigualdades sociales interrelacionadas. Estos factores incluyen el género, la discapacidad, el contexto socioeconómico y sociodemográfico, así como las condiciones de salud. Según Fernández, “es erróneo pensar que todas las personas mayores son vulnerables y que esta es una condición inherente a la vejez, pues, como decimos, la vulnerabilidad se origina por factores propios del contexto personal, siendo una condición que puede o no presentarse durante esta etapa vital”.

Frente a esta situación, la Plataforma ha considerado crucial transformar el paradigma sobre la longevidad, viéndola como un proceso diverso y en constante cambio donde cada persona experimenta el envejecimiento de manera única. Fernández ha señalado: “Asumir el envejecimiento saludable como una responsabilidad no solo individual sino social y colectiva, es fundamental para romper con los estereotipos negativos asociados a la edad y la generación de contextos sociales seguros para todas las edades. El bienestar de las personas mayores no puede depender únicamente del autocuidado individual, sino que debe sustentarse en políticas públicas, entornos accesibles, comunidades inclusivas y una cultura libre de edadismo”.

La PMP ha enfatizado la importancia de que todas las personas mayores sean conscientes de sus derechos y los ejerzan, con el fin de prevenir y denunciar cualquier forma de abuso o maltrato. Es fundamental que se reconozcan como agentes de su propio cambio, capaces de ejercer su independencia y autonomía. En conjunto, “debemos luchar para que se tomen en cuenta nuestras voces en la realización de políticas públicas y programas sociales que garanticen nuestros derechos y atiendan nuestras necesidades para vivir con dignidad, seguridad y respeto”.

Por todo ello, la Plataforma de Mayores y Pensionistas reclama:

  • Implementar políticas públicas que protejan los derechos de las personas mayores y prevengan el maltrato, dotadas de presupuestos suficientes e independientes de los cambios políticos.
  • Desarrollar y fomentar nuevos derechos acordes a los paradigmas derivados de las tecnologías digitales.
  • Fomentar la denuncia de casos de abuso y proporcionar apoyo integral a las víctimas.
  • Capacitar al personal que trabaja con personas mayores y a las personas cuidadoraspara detectar y prevenir situaciones de maltrato.
  • Promocionar una cultura del envejecimiento activo y saludable que erradique la representación negativa que genera prejuicios y estereotipos sobre la vejez.
  • Fomentar la inclusión social de las personas mayores, creando y fortaleciendo redes de apoyo y alentando su participación en la toma de decisiones.
  • Generar campañas nacionales de sensibilización y concienciación sobre el abuso y maltrato, con perspectiva de derechos y género, promoviendo la participación intergeneracional.

Así, la PMP ha subrayado que “la toma de conciencia es el primer paso hacia el cambio. Reconocer el valor social de las personas mayores y garantizarles entornos seguros, amables y respetuosos es una responsabilidad compartida. Entre todos y todas, debemos intensificar los esfuerzos para prevenir y combatir las distintas formas de maltrato”.

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