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La Universidad CEU San Pablo y las residencias Bouco comprueban con un traje simulador la empatía hacia las personas mayores

Un traje simulador (GERT) de veinte kilos, que incluye collarín, coderas, gafas y guantes especiales para recrear las sensaciones de las personas mayores: falta de movilidad, de vista, audición. (Foto: Bouco).
Dependencia.info | Lunes 05 de mayo de 2025
El traje GERT permite a los jóvenes experimentar las sensaciones de la vejez y sus dolencias.

Conocido como GERT, este traje está diseñado para que los jóvenes experimenten las sensaciones de la vejez, no solo en términos de edad, sino también en relación con las dolencias comunes asociadas a esta etapa de la vida. Su propósito es fomentar la empatía, permitiendo que quienes son más jóvenes se coloquen en el lugar de aquellos que han superado los 65 años. Este estudio, que se centra en el “Fomento de la empatía hacia personas mayores”, es coordinado por los doctores en psicología Gema Pérez Rojo, Pablo Medrano Martínez y Leyre Galarraga Cristóbal, del grupo de investigación sobre Envejecimiento de la Universidad CEU San Pablo, y se lleva a cabo en las residencias para mayores Bouco de la empresa emeis.

Con el fin de alcanzar este objetivo, el próximo 6 de mayo se llevará a cabo un taller de empatía en Bouco Torrelodones, donde el traje será el elemento central. Antes de esa fecha, los familiares de los residentes tendrán la oportunidad de completar un cuestionario que indaga sobre sus percepciones respecto a cómo viven y se sienten las personas mayores. Este cuestionario incluirá preguntas como si creen que los ancianos son más irritables o si poseen mayor capacidad. Posteriormente, tras experimentar la sensación del traje simulador de envejecimiento, los participantes deberán responder nuevamente a las mismas preguntas.

La sesión cuenta con la participación de familiares de los mayores y se añade a una anterior llevada a cabo en la residencia Bouco Madrid Buenavista, donde el personal del centro también completó el mismo cuestionario antes y después de usar el traje. El propósito de este estudio es analizar cómo se incrementa la empatía hacia los mayores.

Incómodo pero invita a empatizar

Las respuestas de familiares y residentes variarán antes y después de ponerse el traje. El simulador GERT—onTológico, que pesa cerca de veinte kilogramos, tiene como objetivo simular las dificultades para moverse. Para lograr esto, se incorporan módulos con diferentes pesos: un chaleco que puede alcanzar hasta 10 kilos, muñequeras que pesan hasta 1,5 kg cada una y dos tobilleras que pueden llegar a los 2,4 kg. Todos estos elementos son ajustables y se pueden distribuir de manera individual.

El equipo de GERT incluye collarín, coderas, guantes especiales, rodilleras y cubrezapatos. Aunque el conjunto provoca una marcha inestable, los cubrezapatos ofrecen una sensación esponjosa y disminuyen la sensibilidad al contacto con el suelo. Además, el traje cuenta con espalderas que tienen en su interior dos columnas de pinchos de acero, las cuales simulan los dolores en esa área. También hay una rodillera equipada con pinchos que imita las molestias asociadas a la artrosis de rodilla. Por último, un dispositivo que simula cifosis ajusta la postura del usuario mediante un lazo que se coloca alrededor del cuello y se conecta a un cinturón.

El traje se complementa con unas gafas de simulación que permiten experimentar los síntomas de diferentes trastornos oculares, como cataratas, degeneración macular y glaucoma. Además, en su sección electrónica, incluye dos dispositivos: unos auriculares que simulan acúfenos –zumbidos internos– y unos guantes que generan temblores en las manos.

La coordinadora médica de emeis, Carmen Figueroa, señala que la participación de los familiares de los residentes en esta actividad brinda una oportunidad para que, aunque sea por unos minutos, “experimenten lo que es necesitar ayuda o sufrir dificultades en la movilidad, visión o audición, y de cómo eso afecta hasta para llevar a cabo acciones simples y sencillas del día a día”. A pesar de que el traje se retira y la vida continúa, quienes lo utilizan no vuelven a ver a la tercera edad de la misma manera.

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