El Pleno del Comité Económico y Social Europeo (CESE) ha aprobado un dictamen sobre la soledad no deseada, destacando su impacto en 60 millones de personas en la UE. El dictamen, presentado por Miguel Ángel Cabra de Luna, secretario general de la Plataforma de Mayores y Pensionistas (PMP), subraya la importancia de adoptar una estrategia europea que aborde esta problemática a través de medidas preventivas y el involucramiento de organizaciones sociales. Se enfatiza que la soledad afecta especialmente a grupos vulnerables como jóvenes y mayores, y se hace un llamado a desarrollar planes nacionales coordinados para mitigar sus efectos. La resolución busca sensibilizar sobre el estigma asociado a la soledad y propone un enfoque interseccional para abordar sus causas. Para más información, visita el enlace completo.
El Pleno del Comité Económico y Social Europeo (CESE) ha dado su visto bueno a un dictamen que aborda la problemática de la soledad no deseada, con una votación de 203 a favor y sin votos en contra. Este importante documento, titulado ‘Abordar la soledad: consolidar medidas en favor de la cohesión demográfica’, fue presentado por el secretario general de la Plataforma de Mayores y Pensionistas (PMP), Miguel Ángel Cabra de Luna.
En el dictamen, el CESE resalta la función crucial que desempeñan las organizaciones de la sociedad civil en la lucha contra este fenómeno social. Además, se reconoce que los interlocutores sociales, como empresas y sindicatos, pueden tener un papel activo en esta causa. “El coste de la inacción supera al de implementar políticas concretas”, afirmó Cabra de Luna durante su presentación.
El CESE también subraya la importancia de adoptar un enfoque preventivo a lo largo de todas las etapas del ciclo vital, abarcando áreas como salud, educación, ocio y empleo. Asimismo, se hace hincapié en la necesidad de prestar especial atención al entorno construido y a los equipamientos sociales disponibles.
Cabra de Luna enfatizó que es esencial desarrollar una Estrategia Europea para abordar la soledad no deseada, así como planes nacionales coordinados entre los Estados miembros que fomenten asociaciones público-privadas. Según sus declaraciones, este fenómeno afecta a aproximadamente 60 millones de personas en la Unión Europea, repercutiendo negativamente en su calidad de vida y en las economías europeas.
La soledad no deseada tiene efectos adversos sobre la salud física y mental, además de impactar en los sistemas sanitarios y en la productividad laboral. “Este problema plantea importantes retos a las democracias y economías europeas que deben enfrentarse a sus causas subyacentes”, advirtió Cabra de Luna.
El ponente también destacó que los grupos más vulnerables son los más afectados por esta situación, incluyendo a jóvenes —el grupo más numeroso—, ancianos y hogares unipersonales. La creciente dependencia de tecnologías digitales puede intensificar el sentimiento de aislamiento entre aquellos que carecen del acceso o habilidades necesarias para utilizarlas. Además, el uso excesivo de internet y redes sociales puede contribuir al aumento de la soledad entre los jóvenes.