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Qué proponen los mayores sobre cuidados de larga duración

Lunes 06 de junio de 2016

Marco de Actuación para las personas mayores.



El Marco de actuación para las personas mayores, fue presentado por Mariano Rajoy el año pasado acompañado de una importante representación del movimiento asociativo de personas mayores del país y otros representantes del Tercer Sector. El documento contiene las líneas básicas de intervención de los poderes públicos y de la sociedad civil en relación con las personas mayores en España.

El informe elaborado por el Imserso, en colaboración con el Consejo Estatal de Personas Mayores, contó con la participación de reconocidos expertos en cada uno de los ámbitos tratados; además de con las Administraciones públicas, colegios profesionales, asociaciones de personas mayores, entidades privadas, proveedores de servicios y medios de comunicación.

Son 348 propuestas que buscan orientar tanto a los poderes públicos como al conjunto de la sociedad, para conseguir una mayor participación social y una vida independiente, activa y saludable de la población de edad.

En el capítulo relativo a Vida Independiente, se recogen las propuestas sobre Cuidados de larga duración, que se proporcionan según definición de la UE, a personas con discapacidad física o mental y a personas mayores frágiles y de edad avanzada, en particular a quienes necesitan apoyo para la realización de las actividades de la vida diaria. Incluyendo, rehabilitación, servicios médicos básicos, enfermería a domicilio, asistencia social, adaptaciones en la vivienda y servicios como transporte, comida, actividades ocupaciones de autonomía personal, así como ayuda para las actividades instrumentales de la vida diaria (AIVD).

Según los datos que se recogen en el Marco de actuación para las personas mayores, el 34,21% de la población de 65 y más años presentarían dependencia funcional para el cuidado personal; para las labores domésticas el 37,45%, y para movilidad el 36,72%.

Porcentajes que en el caso de las personas de 85 y más años, se dispararían en esas tres áreas, respectivamente, del 72,18%, del 78,05% y del 77,82%.

Teniendo en cuenta estos porcentajes, y que según datos del INE en el año 2014 había 825.438 personas mayores de 85 años; el número de personas mayores que tendrían alguna dificultad para asearse, realizar las labores domésticas y moverse rondaría las 600.000 personas.

Para dar una atención adecuada a este colectivo, el Marco recoge entre otras estas Medidas y Propuestas:

  • Conseguir una mayor coordinación entre los servicios sanitarios y sociales en la atención a las personas mayores que necesitan cuidados de larga duración, tanto en atención a domicilio, como atención médica, etc.
  • Por lo que se refiere a valoración de las situaciones de dependencia, reducir los plazos entre el período que media entre la fecha de solicitud de reconocimiento de la situación de dependencia y la del reconocimiento efectivo de la prestación que corresponda, impulsando entre otras cosas una mayor homogeneización de la normativa existente.
  • Fomentar y establecer programas para personas con demencia en fase moderada o leve, con el fin de evitar la progresión de su deterioro cognitivo.
  • Atender el deseo de aquellas personas mayores que quieran vivir y ser cuidados en su propio hogar.
  • Continuar con el mantenimiento de la red existente de centros de día y, en su caso, estudiar la conveniencia de crear otros nuevos, dada la importancia que tienen en facilitar la continuidad de las personas mayores en sus domicilios y el apoyo que procuran a las familias en su vida profesional.
  • En cuanto a la atención a personas mayores dependientes en residencias sociales, se propone entre otras que:
  • Las residencias deben ser el lugar adecuado para acoger a aquellos mayores con dependencia grave que no pueden, o no quieren, ser atendidos por sus familias; La institucionalización debe ser siempre voluntaria y el último recurso cuando tenga que producirse; Garantizar a aquellas personas que viven en residencias una asistencia apropiada, respetando su vida privada, y la participación en las decisiones que afecten a sus condiciones de vida en la institución; incrementarse y perfeccionarse los sistemas de control e inspección de las residencias privadas.

    Además, debe de fomentarse en los centros asistenciales la visita de familiares, amigos, vecinos o voluntarios para evitar situaciones de soledad; así como habilitar espacios adecuados para la estancia de familiares en situaciones especiales.

  • Tener en cuenta la variable del género, tanto en los cuidados que se presten en el hogar como en instituciones.
  • Los cuidados de larga duración a las personas mayores dependientes deben contemplarse también como una inversión social; ya que no sólo proporcionan beneficios a las personas mayores, sino que producen retornos a la sociedad, especialmente en materia de empleo.
  • Estas propuestas han surgido del estudio y análisis de los expertos y de la propia experiencia vital de los ciudadanos de edad, por lo que su consideración puede hacernos avanzar en la consecución de una sociedad para todas las edades.

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