Pese a que las personas atendidas ha crecido el 374% en ocho años, se critica la falta de respaldo económico.
La conocida como Ley de la Dependencia, oficialmente denominada Ley de Promoción de la Autonomía Personal y Atención a las Personas en situación de Dependencia, cumple una década de implantación en España, un año en el que decenas de miles de ciudadanos se han visto favorecidos por la nueva normativa que prevé asistencia y prevención sanitaria para aquellas personas en condiciones precarias y de necesidad.
Aun así, desde su nacimiento se ha criticado que lo hiciera sin el respaldo económico suficiente. El presidente del Observatorio Estatal por la dependencia ha precisado que hay 355.000 personas que están en lista de espera, de las cuales ha calculado que 100.000 fallecerán sin recibir prestaciones o servicios que tienen reconocidos como "derechos subjetivos". En este sentido, José Manuel Ramírez espera que la nueva ministra de Sanidad se adhiera a un pacto por la dependencia que incluya un compromiso relativo a la financiación.
En la actualidad, según cifras del Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad, a 31 de octubre del presente año un total de 856.452 personas estaban beneficiándose de una prestación continuada a cargo de las arcas públicas, la cifra más alta de la historia.
Una cifra digna de mención si tenemos en cuenta que la Ley, a finales de 2008, cubría a 228.613 personas, lo que supone un incremento del 374 por ciento en apenas ocho años. En este sentido, es especialmente significativo que el 74,32 por ciento (636.526 personas) de los beneficiarios se ha incorporado a la cobertura en los últimos cinco años, siendo 2016 el año con mayor número de nuevos adscritos con 168.744.
En cuanto al perfil por edad de los beneficiarios, el 72,18 por ciento tienen más de 65 años. En concreto un 17,72 por ciento tienen una edad comprendida entre los 65 y 79 años, mientras que un 54,46 por ciento tienen 80 o más años.
En todo caso, el 74,09 por ciento de las personas con derecho a prestación que han causado baja en lo que va de año ya se encontraban recibiendo su correspondiente prestación, al tratarse de personas que tenían reconocido un grado de dependencia.
La Atención a las personas en situación de dependencia a través de Servicios Profesionales es notablemente superior a la de Prestaciones Económicas para Cuidados en el Entorno Familiar. Los Servicios representan el 66,06 por ciento del total de prestaciones reconocidas y, por su parte, las Prestaciones Económicas para Cuidados en el Entorno Familiar suponen un 33,94 por ciento, lo que muestra una diferencia entre ambos de 32,12 puntos porcentuales.