Opinión

Felices y pandémicas vacaciones… si pueden

Javier Cámara
Javier Cámara | Jueves 30 de julio de 2020

Nos vamos de vacaciones, como hay por costumbre, pero este año no se descansará igual. Al hecho de tener que estar pendiente de la mascarilla, de guardar las distancias de seguridad y de tener que lavarnos las manos de manera casi constante con geles hidroalcohólicos, hay que sumar la incertidumbre de que la pandemia no se ha controlado y en cualquier momento nos pueden volver a confinar.

No sé si se atreverán a decretar otro estado de alarma, pero ya hemos visto que por orden de un juez nos pueden obligar a permanecer en casa o allá donde nos encontremos, por lo que, quizá, tenemos que coger las maletas a toda velocidad y volver desde donde estemos. La situación en las residencias va por barrios, como se suele decir, porque ya hemos visto cómo han vuelto a prohibir las visitas en algunas.

También intuyo que no será fácil desconectar. Los cuatro o cinco últimos meses han sido muy duros. En la retina mil imágenes y ninguna buena. Han muerto muchas personas, han estado muy enfermas otras tantas, las noticias siempre de sucesos, la criminalización de un sector, la política invadiéndolo casi todo, la falta de recursos y de ayudas y de empatía y el miedo, que siempre está ahí. Pero la profesionalidad también. Aun así, todo esto no se puede olvidar fácilmente.

Es lo que nos toca vivir. La mayor o menor felicidad o, si lo prefieren, el mayor o menor disgusto depende de la capacidad de cada uno para adaptarse al cambio. Si es así y hasta que no se descubra una vacuna o un tratamiento a la enfermedad no podremos volver a la verdadera normalidad, cuanto antes se asuma, mejor para usted y para todos.

No me odien, en Dependencia.info descansamos hasta septiembre, cuando volveremos a la carga con más noticias y reportajes sobre el sector de las residencias de mayores y de la covid-19. Si ustedes se marchan también, disfruten o traten de disfrutar. Y si ya volvieron, pues tengan por seguro que no les van “a quitar lo bailao”.

Si no van a poder marcharse de vacaciones, intenten una escapada para evadirse del entorno habitual. Si tampoco pueden permitirse ese fin de semana con otros aires, ánimo y mucha fuerza.

Para los que sí, lo dicho y sacúdanse el estrés, repongan fuerzas y renueven energías porque todo apunta a que la vuelta no será fácil ni tranquila. No es el consejo que me gustaría darles, pero ojalá me equivoque.

Volveremos, ¡felices vacaciones! (a los que puedan)

Javier Cámara es periodista, director de Dependencia.info

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