ASCAD estima que para dar opciones a los 2.374 residentes enfermos, ante las 1.178 muertes del COVID-19 -datos de hoy- y frenar la morbilidad en las residencias se debe incrementar la estrategia actual adoptando un plan de choque empezando por aquellos centros donde ha habido casos o positivos y extendiéndolo al resto.
Esta asociación profesional considera que el plan de choque del sector no solo debe dirigirse a las personas afectadas o con clínica sino muy especialmente a las personas portadoras sin clínica que son el vector más numeroso y letal por su agresión y contaminación silenciosa sobre personas tan frágiles.
El Plan de choque, al menos, debe reunir estos cuatro puntos:
1.- Grupos
Con la finalidad de protegerles del mejor modo adoptar la separación en cuatro grupos de personas que operan y conviven en las residencias:
profesionales de los centros para aislar los portadores positivos sin clínica,
residentes contagiados o con clínica por el COVID-19,
residentes positivos asintomáticos y
residentes negativos
2.- Pautas
- Plan masivo de test para detectar positivos asintomáticos tanto en residentes como en profesionales. Si los portadores silenciosos no salen del circuito será muy difícil o imposible controlar esta masacre en las residencias.
- De inmediato indicar la OBLIGATORIEDAD de que TODOS los profesionales de los centros trabajen con mascarillas y guantes mientras se desarrolla el operativo para evitar posibles contagios desde los profesionales asintomáticos incontrolados hacia los residentes.
- “Bunquerización profiláctica” sistemática con desinfección de los espacios y alrededores de los centros.
3.- Acciones
- Agrupar a todos los residentes positivos o con clínica COVID-19 en centros controlados por Sanidad y separados del resto de residentes no infectados.
- Realizar el test inmediato a todos los residentes de los centros donde ha habido contagio o positivos para detectar portadores asintomáticos.
- Realizar el test a todos los profesionales. Empezando por los centros donde haya habido casos o personas con clínica de COVID-19 para detectar posibles portadores asintomáticos.
- Agrupar o aislar en los centros a todos los residentes asintomáticos positivos. Cualquier demora es un riesgo inasumible.
- Confinar dos semanas a todos los trabajadores positivos asintomáticos.
4.- Recursos
- Disponibilidad de centros o espacios diferenciados de traslado del contingente de residentes con Covid-19 o con clínica.
- Contingente de personal para cubrir las vacantes de los profesionales portadores confinados.
- La Conselleria de Sanitat está habilitada por el decreto de alarma nacional sanitaria a reclutar directamente todos los trabajadores del sector en sus domicilios por ERES o ERTES y enviarlos allí donde su concurso es necesario en sus proximidades.
- Aquellos profesionales sociales con disponibilidad que no colaboren en la necesaria acción de país de salvar vidas debieran quedar inhabilitados de prestar sus servicios en el sector social o socio-sanitario en lo sucesivo. Lo consideramos una falta muy grave en profesionales colegiados.