El Tribunal Superior de Justicia de Cantabria (TSJC) ha desestimado los recursos de suplicación presentados por la residencia de mayores La Hoz de Quejo de Isla, en Arnuero, ante las sentencias que daban la razón a dos gerocultoras despedidas por negarse a preparar la medicación de los residentes.
Los fallos judiciales consideran que el despedido es "nulo" en uno de los casos e "improcedente" en el otro al entender que estas labores "no entraban dentro de las funciones o competencias" de este personal.
Las dos trabajadoras han vuelto de nuevo a sus puestos laborales, según CCOO.
Una de las sentencias señala: "Una cosa es colaborar -puntualmente- con el personal sanitario en la administración de la medicación y otra al margen de sus cometidos, preparar y administrar los medicamentos, tareas que no son propias de un gerocultor. El hecho de negarse a realizar una actividad que puede poner en peligro la salud y la vida de terceras personas, no puede ser calificado, como hace la empresa, como desobediencia grave, ni como negligencia, pues dicha acción no ocasionó quebranto de la disciplina ni tampoco perjuicio notorio".
El secretario de Acción Sindical de la Federación de Sanidad y Servicios Sociosanitarios de CCOO en Cantabria, Carlos Ateca, ha recordado que "la obligación del personal gerocultor es colaborar en suministrar la medicación, pero en ningún caso prepararla".
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