El Defensor del Pueblo ha remitido una carta a la Federación de Empleadas y Empleados de los Servicios Públicos (FeSP) de UGT donde comparte su preocupación por la atención que reciben las personas mayores.
Francisco Fernández Marugán responde así a una de las quejas que UGT le había presentado y en la que denunciaban la situación de precariedad que sufren los trabajadores del sector de la Dependencia y cómo ésta está afectando al cuidado de las personas dependientes.
El Defensor del Pueblo informa en su misiva de que son numerosas las quejas que se han presentado en su oficina sobre el funcionamiento de los centros residenciales. Fernández Marugán coincide plenamente en que la atención a las personas dependientes se debe al personal contratado “tanto cuantitativa como cualitativamente". Por este motivo, desde la institución que representa se viene examinando si las Administraciones públicas velan por el cumplimiento de las ratios establecidas, tanto en los centros públicos como privados con plazas concertadas.
UGT lleva denunciando desde mayo de 2017 una campaña la precariedad del sector y la insuficiencia de las ratios. Al respecto, hay que recordar que este sindicato no firmó este verano pasado el VII Convenio por el artículo que obliga a las gerocultoras a compatibilizar la limpieza con el cuidado de los dependientes y que, según UGT, las convierte en “chicas para todo”.
El Defensor del Pueblo señala que ha trasladado a las Cortes Generales que la ratios de personal de atención directa pueden no ser suficientes: “Sin duda, las ratios del personal que asiste de forma directa a los mayores en los distintos recursos sociales son clave para una atención correcta y plenamente respetuosa con sus derechos y su dignidad, sobre todo cuando se trata de personas con un elevado grado de dependencia”.