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Las residencias públicas de Cataluña compartirán información clínica con los profesionales de atención primaria

Martes 16 de enero de 2018
Esta integración mejorará de forma notable la atención de personas mayores y con discapacidad.

Desde este momento, los sanitarios de las residencias asistidas para mayores y personas con discapacidad de gestión propia de la Generalitat catalana podrán acceder desde estos centros a la Estación clínica de atención primaria (ECAP). Se trata de la aplicación informática que utilizan los profesionales de los Equipos de Atención Primaria cuando atienden a sus pacientes.

El acuerdo se ha cerrado entre los departamentos de Salud y de Trabajo, Asuntos Sociales y Familias mediante la firma de un convenio, según explicó esta semana el secretario general en funciones del Departamento de Salud y director del Servicio Catalán de la Salud (CatSalut ), David Elvira, y el secretario de Asuntos Sociales y Familias, Francisco Iglesias.

Los cambios socioculturales, demográficos y económicos han modificado el perfil de personas mayores que viven en centros residenciales, que presentan un mayor grado de dependencia y un perfil clínico más complejo respecto a las que viven en su domicilio. En este contexto, hay que ofrecerles una atención integral e integrada, abordar sus necesidades y demandas sanitarias y sociales. Hacerlo, sin embargo, plantea un nuevo paradigma de atención sanitaria que requiere priorizar la proximidad de los profesionales para garantizar el continuo asistencial en la atención sanitaria a las residencias, siguiendo las estrategias definidas conjuntamente por ambos departamentos.

Una de las medidas relevantes para hacerlo posible es fomentar la integración y/o interoperabilidad de los sistemas de información, por lo que los profesionales sanitarios de las residencias adquieran nuevas competencias. Y una de estas será acceder y utilizar esta herramienta informática que facilita la gestión de los datos clínicos del paciente, que da soporte a la toma de decisiones clínicas con un alto nivel de seguridad y calidad asistencial, y que aporta información a los profesionales sobre los resultados de su actividad.

Una herramienta accesible a todos los profesionales

En concreto, mediante este acuerdo, los profesionales sanitarios del EAP correspondiente al territorio al que pertenece la residencia podrán hacer uso del ECAP en las dependencias de la residencia, para que la información y la historia clínica de los residentes esté adecuadamente registrada y cumplimentada.

Por su parte, tanto el profesional médico como de enfermería de la residencia podrán usar la aplicación para mejorar la atención a sus usuarios, asimilando sus funciones a las mismas que los profesionales médicos y de enfermería del EAP. A modo de ejemplo, podrán consultar la historia clínica de los residentes, introducir datos sobre el diagnóstico que sean relevantes para facilitar la atención por parte de los especialistas, atender urgencias en el propio centro o posibles derivaciones a urgencias, pedir analíticas en el CAP y consultar los resultados, pedir visitas a especialistas o anotar y prescribir la medicación que necesitan los usuarios.

Por último, este acceso se realizará en un entorno seguro y con garantías de respeto a la privacidad de los residentes y la confidencialidad de los datos a los que se tendrá acceso.

El secretario general en funciones del Departamento de Salud y director del Servicio Catalán de la Salud (CatSalut), David Elvira, ha subrayado "el importante salto cualitativo en la capacidad asistencial de los profesionales de las residencias que les supone esta iniciativa, que también mejora la atención a los pacientes y sus familiares ". Por su parte, el Secretario de Asuntos Sociales y Familias, Francisco Iglesias, ha asegurado que ante el perfil de usuario de las residencias de ancianos "debemos trabajar colaborativamente para ganar sinergias entre el cuidar y el curar, porque sólo así podremos mejorar la eficiencia de la atención centrada en la persona ".

Residentes mayores, más dependientes y más complejas

En la actualidad el perfil de las personas que viven en las residencias de gestión propia de la Dirección General de Protección Social del Departamento de Trabajo, Asuntos Sociales y Familias ha ido evolucionando a lo largo del tiempo, tendiendo a ser personas de edad cada vez más avanzada (85,1 años de media en 2015), con un elevado grado de dependencia y con un perfil clínico complejo.

En este sentido, ha crecido significativamente en los últimos años el número personas con demencia (el 41,5% en 2015), con insuficiencia cardíaca (25,4%), con diabetes mellitus (30,4%), con antecedente de accidente vascular cerebral (26,8%) y con enfermedad pulmonar obstructiva crónica (19,3%). Así, el 97% de los residentes necesitan apoyo en tener reconocido algún grado: el 49,9% el grado III, el 47,5 el grado II y el 1,7% el grado I.

En Cataluña hay 17 residencias de titularidad pública y gestión propia distribuidas a lo largo del territorio: 16 para la tercera edad (ver mapa) y una para personas discapacitadas (situada en Can Ruti, en Badalona). Todas tienen una capacidad global de 1.810 plazas y cuentan con 184 profesionales, entre personal médico y de enfermería. La primera residencia donde estos días se ha puesto en marcha esta iniciativa es la de Feixa Llarga, en L'Hospitalet de Llobregat.

Se calcula que, en caso de extenderla en el futuro al resto de residencias de toda Cataluña públicas y privadas abarcaría casi 1.600 centros con capacidad global superior a las 70.600 plazas.

Nos este centros viven personas mayores que no tienen un grado de autonomía suficiente para realizar las actividades de la vida diaria, y que necesitan supervisión constante que requiere la sustitución del hogar. En su conjunto se dedican a asegurar las necesidades básicas de las personas mayores, ofreciendo una atención integral y servicios continuados de carácter personal, social y sanitario.

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