Uniteco es la correduría de seguros especializada en profesionales e instituciones sanitarias. Este caso real muestra cómo un buen seguro, respaldado por expertos, puede marcar la diferencia en momentos decisivos:
En este caso concreto, hablamos de un residente en una residencia de mayores que se encontraba en un estado de salud muy delicado. A lo largo del tiempo, sufrió una importante pérdida de peso debido a que no comía adecuadamente y no tomaba la medicación que tenía prescrita. A pesar de estas señales de alarma, la residencia no lo derivó al hospital a tiempo. Cuando finalmente lo hicieron, ya era demasiado tarde. Según el tribunal, esta tardanza contribuyó de forma directa a su fallecimiento. La familia denunció la situación por considerar que la atención médica y sanitaria fue insuficiente.
El juzgado de primera instancia dio la razón a la familia y condenó tanto a la residencia como a su aseguradora a pagar más de 160.000 euros. Ambas recurrieron la sentencia, lo que llevó a la Audiencia Provincial de Valladolid a revisar el caso.
Este asunto pone sobre la mesa un problema importante: las residencias de mayores pueden ser responsables legalmente si no actúan con la diligencia necesaria, sobre todo en casos de salud delicados. La Audiencia deja claro que no siempre es necesario vigilar constantemente a todos los residentes, pero sí es obligatorio adaptar la atención a la situación específica de cada uno.
En este caso, el tribunal entendió que no hubo la supervisión que se requería y que se tardó demasiado en llevar al paciente al hospital. También rechazó los argumentos de la residencia, que intentó culpar al propio residente o a su familia, ya que no pudieron demostrar de forma clara cómo habrían contribuido ellos al desenlace.
Por otro lado, la residencia alegó que el residente ya estaba mal antes de ingresar y que la información facilitada por la familia no era del todo veraz. También argumentaron que habían cumplido con otros aspectos de la atención y que no tenían por qué devolver las cantidades pagadas por los servicios.
La Audiencia Provincial aceptó solo parte de estos argumentos. Redujo la devolución de dinero a los familiares, pero mantuvo la indemnización principal porque consideró que la actuación del centro fue insuficiente ante un problema médico que requería una respuesta más rápida.
Este caso demuestra que una buena defensa legal puede ayudar a reducir el impacto económico de una demanda, pero no sirve de mucho si no se ha actuado con el cuidado que exige la situación. En resumen, las residencias no solo deben prestar servicios básicos, sino también ofrecer una atención médica adaptada a las necesidades reales de cada persona.
Además, la sentencia resalta lo importante que es contar con contratos bien redactados, protocolos claros de actuación y, como añadimos desde nuestra experiencia, un buen asesoramiento jurídico. Contar con un equipo legal especializado en derecho sanitario puede marcar una gran diferencia. No se trata de un gasto extra, sino de una necesidad estratégica para proteger tanto a los residentes como a la propia residencia.
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