En los distintos análisis que se han podido hacer sobre las residencias durante la pandemia del coronavirus ha quedado clara la importancia que ha tenido para el bienestar de los residentes la posibilidad de salir al exterior a realizar actividades o, simplemente, dar un paseo.
Pero, ¿qué ha supuesto realmente el trabajo en el exterior de las residencias durante la pandemia para las personas que viven en ellas? Karin Palmlöf, pionera en España en jardinería terapéutica, apunta, "antes que nada, que ahora hay un interés por estos espacios que antes no había". "Se ha entendido la gran importancia que realmente puede jugar esta posibilidad dentro de la residencia", destaca.
Como primer beneficio, apunta, "es una posibilidad de socialización". "Luego viene la terapia para las personas que residen en la residencia, pero, ante todo, se ha visto la importancia de la visita de familiares que durante la pandemia se ha tenido que restringir y ahora poder recibir familiares en un sitio donde no tiene que entrar en la zona privada, sino que puedes sacar la persona y poder sentarte en el exterior se ha visto muy valioso", añade.
Así, pues, esta experta en terapias en recintos exteriores opina que estos espacios "han sido una riqueza grande tanto para el residente como para las familias o los propios profesionales que trabajan en los centros". "Sí se ha notado un interés y se ha dado importancia por primera vez a esta zona", insiste, ya que "hace unos años, nadie había pensado en la importancia de los jardines en las residencias y sin embargo, ahora se ha levantado la vista y han comprobado que hay también una parte de la residencia, que es el exterior, que se puede utilizar".
La terapia en el exterior tiene un plus
Pero ¿por qué es bueno, por qué es beneficioso hacer cosas fuera de la residencia? Karin Palmlöf explica que "se ha comprobado que la motivación en el exterior cambia". Pone un ejemplo: "Hay personas que tienen problemas para comunicarse y esta actividad es un alivio para ellos. La relajación que viven cuando salen a una zona verde exterior es tal que facilita esta comunicación y quizás, incluso, volver a hablar. Esto pasa mucho con demencias como la enfermedad de Alzheimer".
Destaca que también ofrece la posibilidad de concentrarse y de mejorar su bienestar general por las sensaciones que tienen cuando cambian del interior de una de una institución, y eso que ahora son mucho mejores, al exterior de la residencia con todas las actividades que pueden realizar. Además, "les ofrece una sensación de pertenencia que es difícil que tengan en otro lugar", añade.
La creadora del Método Palmlöf de terapias en el exterior para personas mayores recuerda que antes era muy común hacer pequeñas excursiones, como ir un día seis o siete personas a una cafetería, a un parque, a algún museo o mercado, pero en los tiempos de pandemia estas actividades se han vuelto muy complicadas de llevar a cabo. "Y esta es otra de las ventajas del jardín, que puedes cambiar totalmente el ambiente y hacer una merienda en el exterior y ya es como hacer una excursión", subraya.
El caso es que la persona mayor puede hacer fuera su terapia física en vez de estar en gimnasia o puede ir a sentarse debajo de unos árboles con algunos elementos de la naturaleza: "Todo cambia, es también como una excursión".
Hay que tener en cuenta que "los beneficios de las terapias en el exterior de la residencias han sido muy importantes durante la pandemia, pero también sin la pandemia porque hay épocas en las que hay mucho resfriado y mucha gripe y en el exterior es una forma también de mejorar las visitas en general".
¿A quién beneficia más?
Vistos estos resultados en las personas mayores, ¿para qué tipos de personas está especialmente indicado una actividad en el exterior?
Karin Palmlöf tiene claro que "en general, las investigaciones apuntan que las actividades en el exterior son muy ventajosas para las personas con algún problema de salud mental". Recuerda que "en las residencias es muy común que una persona tenga estados de ánimos bajos, depresión, y para la salud mental, las actividades en el exterior es fantástico". "Principalmente porque influye la luz, el aire, la sensación de estar en otro lugar", agrega.
Los tipos de terapias y trabajos que se pueden realizar en el exterior de una residencia o en un jardín terapéutico son muy variados, desde la horticultura o relajación o manualidades con las plantas en la naturaleza. ¿Qué se puede hacer allí? "Todas las terapias que se trabajan en el centro o los animadores o auxiliares pueden utilizarlos para muchas cosas, desde ejercicios físicos en el exterior a terapias de reminiscencia, con las que según la época del año, si es otoño sacamos las castañas del árbol y trabajamos haciendo estimulación sensorial", apunta esta experta.
Es muy importante saber que el jardín tiene un sinfin de actividades que ayudan. Es una herramienta para los terapeutas y los auxiliares y en muchos sitios usan el jardín para bajar la ansiedad y el estrés: "Cuando las personas tienen demencia y alzhéimer y sufren episodios de ansiedad, en lugar de una pastilla se puede dar un pequeño paseo por el jardín y normalmente, las personas se traquilizan".
Son seguros y dan confianza
Los residentes de un centros que disfrutan de un espacio exterior especialmente preparado es que "lo primero que tiene un jardín terapéutico es accesibilidad universal, lo que significa que todo el mundo puede acceder a hacer todo lo que se pueda hacer en este jardín".
Pero también es muy importante que tiene comodidades extras: "Hay una sensación de seguridad, ya que en vez de tener un banco cada 50 metros, lo tienes cada 20 para que la persona sepa que si se cansa se puede sentar. Es una seguridad que les hace perder el miedo a salir. También hay barandillas y lugares de sombra que hacen que todo sea más cómodo y que no va a doler la cabeza o los ojos. La persona mayor va a tener sol o sombra según su necesidad".