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"La terapia de validación reduce el estrés y da sentido al trabajo del cuidador de las personas con demencia"

'La terapia de validación reduce el estrés y da sentido al trabajo del cuidador de las personas con demencia'
miércoles 18 de octubre de 2017, 15:16h
NGD habla con Jordi Llecha Sabate, primer experto en Terapia de Validación en España.

Concluyó en Barcelona la celebración del I Symposium Internacional en Validación organizado por la Asociación Relay y la Association Européene pour la Validation de Naomi Feil, en el que a lo largo de dos días expertos sobre esta nueva Terapia expusieron los beneficios que la aplicación de la Validación pueden suponer para las personas mayores `desorientadas´. N&GD ha podido hablar con Jordi Llecha Sabate, la primera persona que recibe el título de experto en Terapia de Validación en España.

¿En qué consiste es la Terapia de Validación?

Es un método para mejorar la comunicación con lo que nosotros llamamos personas mayores desorientadas. Normalmente hablamos de personas con demencia, pero desde el punto de vista de Validación hablamos de personas mayores desorientadas. Este método nos permite comunicarnos mejor con ellas, mejorar la comunicación y la relación y hacer un acompañamiento en lo que es la propia enfermedad o la desorientación.

¿Dónde se está aplicando? ¿Lleva mucho tiempo en España?

Lo creó una psicóloga y trabajadora social estadounidense que se llama Naomi Feil, aun está viva tiene 85 años, lo desarrolló durante los años 60 y 70 en EE.UU y lleva desde entonces aplicándose allí. Después llego en los 90 a Europa y desde hace cuatro o cinco años lo estamos enseñando aquí en España a través de la Asociación Relay. Aquí hicimos un curso en el País Vasco, hicimos una jornada de trabajo en Madrid, pero donde más éxito tiene es aquí en Barcelona, donde ya hay algunas instituciones que tienen personas formadas y que lo están aplicando.

¿Qué resultados buscan?

Básicamente se busca mantener la relación con las personas mayores que puedan expresar cosas que normalmente creemos que no tienen ningún sentido, y que no le damos ninguna importancia. Buscamos un sentido a la comunicación, mantener una relación con el entorno, con el cuidador, y sobre todo que puedan expresar sentimientos, que puedan expresar cosas, cuando vemos que están ensimismados, que están enganchados, esa parte de implicación emocional ayuda mucho a la propia persona mayor.

Pero donde hemos visto un cambio más radical es en el propio personal cuidador. El hecho de cambiar la mirada, el hecho que supone tener delante a una persona con demencia es donde la gente manifiesta los cambios más importantes, lo que más les ha sorprendido. Además de lo que comentaba de la comunicación, ha cambiado la manera de mirar, de relacionarte, no solo con las personas con demencia sino como es un tema muy transversal que se percibe en la vida privada en la manera de estar con el otro desde otro lugar, es lo que se busca básicamente en este caso aplicado a personal con demencia.

Curiosamente lo que ha bajado ha sido el stress del cuidador, aumentando su satisfacción con el trabajo, dándole un sentido a lo que hacen, hay una percepción de la persona donde el estar con un estado de animo positivo aumenta.

Cuál es la mayor dificultad de trabajar con estas personas ¿quizá llegar hasta ellas?

Hay dos dificultades. Una cuando empieza la enfermedad están los trastornos del comportamiento. En todas las residencias conocen a alguien que se quiere ir a casa, o llama a un familiar que no está, repite mucho las cosas…este tipo de dificultades en la formación clásica no se suele dar mucha importancia, se considera un proceso típico de la enfermedad que hay que llevar con paciencia, creando mucha ansiedad en el cuidador.

Después cuando la demencia avanza es la dificultad para comunicarse con ellos, para que tengan respuestas, para saber interpretar lo que tienen, lo que les pasa. Lo que hace la Validación es darte herramientas, y una nueva mirada para interpretar e intervenir en esta situación. Cuando ves que estas personas están como muy fuera de sí, muy desconectadas, alteran con su comportamiento al personal cuidador que no encuentra soluciones a como manejar esas conductas.

Este método, se esta impartiendo básicamente a cuidadores profesionales en instituciones, pero ¿sería positivo que se impartiera también entre cuidadores familiares?

Por supuesto, de las dos profesoras que hemos tenido para formarnos aquí en España, una es americana que vive en Holanda y trabaja sobre todo con asociaciones de familiares, en centros de día, por que la manera de comunicarnos que busca la Validación es independiente del lugar donde lo hacemos.

¿Cómo se puede llegar a una persona que tiene demencia, que vive en su mundo particular? ¿Estas personas siguen necesitando expresarse, comunicarse?

La cuestión no está en qué le decimos a esa persona, es un tema de más calado. Lo primero que necesitamos es cambiar la manera de mirar a la persona, sino cambiamos la manera de mirar a la persona y de entender lo que le pasa utilizamos unas estrategias que no son adecuadas. En el momento que cambiamos la mirada, interpretamos lo que le pasa y le damos un sentido, y nuestras estrategias y la manera de comunicarnos con ellos cambian, y ahí se ve el gran cambio.

Lo primero que hacemos es que cuando vemos un trastorno de comportamiento que decimos que no tiene sentido y es fruto de que su estado de salud se está desintegrando, nosotros buscamos un sentido. Detrás de cualquier comportamiento hay una razón, aunque a veces no sepamos cual es. Buceando en su historial de vida, viendo su comportamiento, viendo que emoción hay debajo y que necesidad hay debajo de ésta eso nos abre un mundo de posibilidades que hace que lo que antes era un mundo de compromiso, de seguir la corriente, de orientarle a la realidad, deja de tener sentido darle estas respuestas y nos centramos más en darles una respuesta y una relación que por rara que sea tiene un significado. Nosotros nos esforzamos por darle valor, de ahí viene lo de Validar, de dar valor a lo que expresa, aunque a veces no tiene sentido.

Estas personas viven en dos mundos a la vez: en uno donde está su cuerpo y a veces su mente y otro donde en algunos momentos `viaja´. Nosotros damos valor a lo que expresa con su comportamiento, buscamos que hay debajo de esa emoción, y que necesidad hay, y desde ahí es donde trabajamos con las herramientas de comunicación, no solo orientadas a traerles a la realidad, a seguirles la corriente, a engañarle. Esta es una estrategia típica que se suelen utilizar en el día a día. En lugar de eso, nosotros utilizamos lo que llamamos el lenguaje ambiguo, es decir, el otro me dice algo que no tiene mucho sentido, pero yo sigo hablando ese mismo lenguaje que parece que no tiene mucho sentido pero que me permite seguir una conversación.

Este tratamiento ¿es viable en una institución? ¿Requiere más medios?

Dos consideraciones. La primera, la viabilidad o no depende del grado de intensidad con que lo hagamos, nunca va a ser suficiente, lo que no significa que no podamos hacer nada y si podemos hacer cinco ¡pues bienvenidos!, si mañana podemos hacer diez, pues ¡bienvenidos! Validar no significa un alto grado de atención. Cuando estas formado una persona necesita validación durante cinco minutos, ¿cinco minutos es suficiente? No significa estar todo el día con el, desde el paternalismo de cuidar al otro, siempre estar al cuidado. No necesariamente significa un aumentos de ratios, sencillamente lo que hacemos o esa es nuestra propuesta inicial, es mejorar las habilidades o los recursos para que el tiempo que tenemos lo empleemos de una manera más eficaz.

Ante la saturación que hay en algunos centros ¿merece la pena realmente dedicar tiempo y recursos en llegar a estas personas `que viven en otro mundo´ y no se enteran de nada?

En su pregunta está lo que he comentado antes. Lo más importante para nosotros es cambiar la mirada, ante `esa persona que no se entera´, pero que tiene potencial para enterarse y simplemente con ese cambio en la mirada ya me abre un montón de posibilidades. Porque si yo creo que esa persona está desconectada, evidentemente no voy a hacer nada, pero en el momento que pienso que esa persona con una comunicación adecuada, con una emoción adecuada va a tener una relación conmigo, va a poder abrirse, va a poder salir de esa desconexión en la que está, aunque sea puntualmente. Eso por un lado me da la satisfacción de ver que el otro todavía gracias a lo que aporto esta más conectado con la realidad, y eso da sentido a mi trabajo. Sino que diferencia hay entre tener un muñeco y trabajar con una persona?

¿Qué beneficios obtienen estas personas?

Sobre todo como he comentado antes, a los cuidadores les cambia su nivel de stress y su trabajo tiene un sentido con estas personas, más allá de lavarles y darles de comer y después para las personas, vemos cambios espectaculares. Hay personas que las pillamos a tiempo, y aunque no hay evidencias científicas, se detiene el deterioro normal, la pendiente hacia perder capacidades estoy convencido de que se estabiliza muchísimo, aunque es necesario más estudios sobre el impacto de la Validación. Aquí en España todavía es pronto para hacerlos, pero mi experiencia personal desde que se puso en marcha hace cuatro años es positiva.

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