Cuando Pascual Berlanga, fundador de Grupo Los Nogales, empezó a trabajar en su primera residencia hace 45 años ni siquiera era parte de un sector profesional, pero transcurrido todo este tiempo y al frente de 6 centros, incluidos centros de día, se siente muy orgullo de seguir trabajando todos los días y de hacerlo con su familia.
Satisfecho de que sus hijos sigan con sus mismas ganas de evolucionar constantemente, Pascual Berlanga subraya que "lo que ha guiado siempre a Los Nogales ha sido el esfuerzo y el compromiso para ofrecer los mejores servicios", por eso, tiene claro que "lo más importante es dirigir los centros pensando en dar el mejor servicio en todas las áreas, desde la cocina hasta las actividades de ocio".
Además, el fundador del grupo Los Nogales ha procurado tener siempre sus centros residenciales lo mejor conectados posible porque sabe perfectamente de la importancia de las visitas de los familiares a las personas mayores que viven en las residencias.
Pero Pascual Berlanga nos cuenta más cosas...
- ¿Cuál era su visión original? ¿Esperaba crear una empresa de éxito que tuviera 45 años después a buena parte de la familia trabajando junta?
Al principio, la idea era crear una escuela de artes y oficios. Esto no fue posible en aquel momento y muy pronto cambié a la idea de un centro para personas mayores. No sé si esperaba hacer algo que durase 45 años, pero sí sé que todo lo que he hecho en mi vida he querido que fuera sólido, consistente y duradero para que las siguientes generaciones pudieran colaborar en su crecimiento.
- ¿Por qué el nombre de Los Nogales?
Es por los grandes nogales, los árboles, que se ven por la carretera de El Puerto de los Leones, en Guadarrama. Recuerdo que los conductores se paraban para comer y coger nueces. De hecho, es una zona que hoy sigue despertando el interés de los que circulan por esa carretera.
- ¿Han cambiado mucho las residencias? ¿Cómo eran hace 45 años?
Mucho. Cuando yo empecé ni siquiera existían las residencias como parte de un sector profesional. En comparación con lo que tenemos hoy en día, faltaban conocimientos y especialistas de algunas áreas gerontológicas. Al principio fue un reto encontrar todo el personal que necesitábamos.
Podría decir muchas cosas sobre los cambios que he vivido, pero, por poner un ejemplo, antes los médicos venían a visitar a los residentes y ahora tenemos médicos con nosotros. Todo ha avanzado mucho en 45 años. Hoy formamos parte de un sector muy importante.
- ¿Qué es lo más importante para gestionar una residencia de personas mayores?
Lo más importante es dirigir los centros pensando en dar el mejor servicio en todas las áreas, desde la cocina hasta las actividades de ocio.
- En un mercado tan competitivo y cambiante, ¿cuál considera que ha sido la clave principal para mantenerse y crecer?
No hay una única cosa. Pero, fíjese, ya en nuestra primera residencia, que estaba en la carretera de La Coruña, comprendimos que teníamos que estar más cerca de las familias de las personas mayores, porque las visitas son algo muy valioso. Por eso siempre apostamos por estar en los barrios. Eso no ha cambiado en casi cincuenta años.
- ¿Puede compartir alguna anécdota que recuerde por curiosa o simbólica?
Un día vi que un residente que se llamaba José se había puesto a mirar por las ventanas a una hora a la que acostumbraba a ocuparse de otras actividades. Cuando vi que José seguía en el mismo lugar un rato después, le pregunté si le ocurría algo. José me dijo que era su santo y que estaba esperando a que su familia llegase. Como el tiempo pasaba y él seguía esperando, llamé a casa de sus familiares y hablé con el nieto. El chico vino al centro y para mí fue una satisfacción ver la alegría de José porque sí habían ido a felicitarle.
- ¿Qué valores han guiado su toma de decisiones a lo largo de todos estos años?
Lo que ha guiado siempre a Los Nogales ha sido el esfuerzo y el compromiso para ofrecer los mejores servicios. Para ello, hemos buscado siempre contratar a profesionales capacitados y especializados, con conocimientos técnicos y motivación para seguir aprendiendo y para cuidar de personas mayores.
- ¿Cuál ha sido para usted su mayor logro en estos 45 años?
Para mí lo más importante ha sido convertirnos en el grupo de residencias de referencia en el centro de Madrid y haber mantenido nuestra esencia de empresa familiar.
- Mirando hacia atrás, ¿de qué se siente más orgulloso?
Me siento muy orgulloso de mi familia y de seguir trabajando todos los días. También de que la siguiente generación, la de mis hijos, siga con ganas y con la idea de evolucionar constantemente.
- ¿Qué consejo daría a los que empiezan en el mundo de la atención a las personas mayores en general y de las residencias en particular?
Como en cualquier otra faceta de la vida, les diría que aprendan de las cosas que hicieron bien los que llegaron antes. Y, después, que sigan haciendo su propio camino con todas las novedades que ayuden a mejorar. La vida siempre consiste en aprender de lo antiguo para crear algo nuevo.