El presidente de la Federación Empresarial de la Dependencia (FED), Ignacio Fernández-Cid, celebra que, "a pesar de recuperar ya el nivel de ocupación que teníamos en 2019, nos vamos a encontrar grandes nubarrones en el horizonte". Entiende que "los últimos acontecimientos (nuevo modelo de acreditación, la actualización de las tablas salariales, coyuntura macroeconómica...), han generado una incertidumbre que se ha visto reflejada en un notable freno a la inversión".
Balance de 2022, ¿fin de la pandemia?, ¿se recupera el sector de la atención de las personas mayores y dependientes en 2023?...
A pesar de que hemos recuperado ya el nivel de ocupación que teníamos en 2019, consideramos que nos vamos a encontrar con grandes nubarrones en el horizonte, ya que estamos soportando una inflación descontrolada que se ha reflejado en un incremento de los costes tanto de personal, como en los precios de los suministros y de la alimentación.
Somos un sector que damos respuesta a unas necesidades sociales, que, con la dinámica demográfica actual, cada vez serán mayores, pero que se encuentra en una circunstancia complicada.
Termina el año... ¿Está teniendo algún efecto en las empresas el modelo de atención aprobado por el Ministerio de Asuntos Sociales con algunas CCAA?
No, todavía no hemos llegado a ese hipotético escenario. Estamos aún en el periodo en el que las CCAA que aprobaron el nuevo sistema de acreditación en el consejo territorial, tienen un plazo para trasponerlo a sus normativas autonómicas.
En nuestra opinión, y como llevamos diciendo desde que se aprobó, este nuevo sistema de acreditación ha nacido ya muerto, puesto que las CCAA que votaron en contra, y que no tienen ninguna intención de aplicarlo, representan al 71,4% de la población.
Perspectivas en el sector. ¿Esperan un buen año, malo, incertidumbres...?
El sector de la dependencia, como cualquier otro sector, necesita es un marco estable, claro y duradero y, desgraciadamente no parece que nos encontremos en ese escenario. Los últimos acontecimientos (nuevo modelo de acreditación, la actualización de las tablas salariales, coyuntura macroeconómica...), han generado una incertidumbre que se ha visto reflejada en un notable freno a la inversión, y que muchos potenciales inversores están sopesando si empezar nuevos proyectos o cancelarlos.
Las tablas salariales volverán a ser noticia en 2023 porque se espera que el incremento de los sueldos sea mucho mayor, incluso, que en el de 2022, que se terminó aprobando judicialmente, recuerdo, en noviembre. ¿Qué esperan, cómo puede afectar al sector y cómo se van a preparar?
Estamos a la expectativa de conocer en qué nivel de inflación va a acabar el 2022, no obstante, antes de ello, vamos trasladar a los sindicatos una propuesta de incrementos salariales y otras mejoras a medio plazo que garantice la estabilidad de todos los protagonistas del sector, tanto de los profesionales, como de las empresas.
¿Tendremos en 2023 VIII Convenio Colectivo?
Ojalá, es nuestra voluntad y por lo que estamos trabajando, pero no depende solo de nosotros, sino también de las centrales sindicales. Esperemos que seamos capaces de remar todos juntos y llegar a un consenso.
¿Encontraremos profesionales cualificados para trabajar con personas mayores y dependientes este año?
Pues mucho me temo que vamos a seguir con grandes dificultades. Consideramos que es responsabilidad de todos el trasladar a la sociedad la importancia que tiene la figura del cuidador. Nosotros proponemos iniciar alguna acción que sirva para el reconocimiento social de estos profesionales, como puede ser una campaña pública de publicidad que reconozca el esfuerzo y dedicación que emplean estos trabajadores a la hora de realizar su función y lo fundamental que es actualmente en la vida de muchas familias.
¿Estamos contentos con el Gobierno? Por pedir... ¿qué le pedimos a las administraciones para este 2023?
Necesitamos que entiendan que hay que hacer que este sector sea sostenible. Por ejemplo, nos parece incomprensible que aún no hayamos conseguido equiparar el IVA público del 4% al privado del 10% en productos y servicios derivados de la dependencia. No hay nadie que sea capaz de entender que, en una misma residencia, dependiendo de si la plaza sea concertada o privada, la persona tenga que enfrentarse a una carga impositiva distinta. Exigimos al gobierno que, de una vez, ponga freno a esta injusticia.
También, le pedimos al ejecutivo que indexe los precios de concierto al IPC. No tiene sentido que, en las circunstancias macroeconómicas en las que nos encontramos, nos exijan una actualización de las tablas salariales ajustadas al IPC (6,5%), cuando el precio de concierto de las plazas que nos ofrecen las CC.AA. no está indexado al mismo índice y su incremento es del 0%.
Tenemos un evidente problema a la hora de encontrar profesionales de algunos perfiles concretos. Es por eso que también le hemos trasladado al ejecutivo varias propuestas como son la creación de un nuevo perfil profesional de enfermería que venga de la rama de la Formación Profesional, el aumento de número de plazas universitarias o la aceleración del proceso de convalidación de títulos de profesionales que vienen de otros países.
Como ya hemos aprendido tras la pandemia, es imprescindible que avancemos en la colaboración sociosanitaria entre el hospital o centro de atención primaria y la residencia para que las personas tengamos los mismos derechos asistenciales sanitarios independientemente si estamos viviendo en nuestros domicilios o hemos trasladado nuestro hogar a una residencia.
Por último, comentar que, en los últimos diez años, y gracias a una buena y leal colaboración público-privada, hemos pasado de atender 463.303 a 1.115.183 a personas en situación de dependencia a través de los distintos servicios: teleasistencia, SAD, y centros de día y de mayores, y ello a pesar de la falta de financiación (España solo invierte el 0,9% del PIB en dependencia, cuando la media de Europa es del 2% y los países líderes el 2,5%). Desde la FED consideramos que se debe seguir apostando por esta colaboración como la única posibilidad de conseguir ofertar suficientes servicios de calidad para satisfacer la creciente demanda de servicios asistenciales que nos vamos a encontrar en un futuro cercano según las perspectivas demográficas.
¿Qué se ha aprendido de la pandemia en las residencias?
Hemos aprendido mucho a nivel de gestión y del cuidado específico del dependiente en esta circunstancia tan compleja y hemos dado un salto cualitativo importante en materia de formación continua del personal. Pero, a pesar del aprendizaje, seguimos sin ser centros sanitarios y debemos seguimos necesitando la asistencia del sistema publico de salud.
Consideramos que estamos mejor preparados ante posibles rebrotes, pero nuestra hoja de ruta debe ser conseguir consolidar una colaboración sociosanitaria efectiva y en este campo tenemos mucho que andar todavía y depende principalmente de Sanidad.