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ENTREVISTA AL DIRECTOR DEL CENTRO DE HUMANIZACIÓN DE LA SALUD

José Carlos Bermejo: "Las organizaciones empáticamente inteligentes son también sanadoras para los trabajadores”

José Carlos Bermejo: 'Las organizaciones empáticamente inteligentes son también sanadoras para los trabajadores”
martes 24 de abril de 2018, 17:52h
Dependencia.info se sienta con este Doctor en Teología Pastoral Sanitaria para hablar de counselling, su origen, la necesidad de aprender y aplicar sus técnicas y en sus efectos positivos.

José Carlos Bermejo es Doctor en Teología Pastoral Sanitaria, Master en Counselling, Master en Bioética, Posgrado de Gestión de Residencias y Servicios para Personas Mayores y director del Centro de Humanización de la Salud y del Centro Asistencial San Camilo. Con él hablamos sobre el Counselling, su origen, la necesidad de aprender y aplicar técnicas de escucha en el cuidado de Atención Centrada en la persona y en los efectos positivos que pueden tener tanto en esta como en los cuidadores (profesionales o no) y en las organizaciones.

¿Qué es el Counselling?

El Counselling aterriza en España en los años 80 y en estos momentos hay algunas acciones formativas como masters y otras muchas para ayudar a los profesionales que trabajan con personas a cualificar sus relaciones, dándolas mayor competencia relacional, emocional, ética, espiritual, quizás también competencia cultural.

Se trata en origen de una forma de psicoterapia breve cuyo padre fue Carl Rogers. En España aterrizó de la mano de algunos líderes italianos que se habían formado en EEUU y que se dedicaron a formar a personas en el ámbito del voluntariado y en el de las profesiones sanitarias inicialmente.

Históricamente va un poco por delante del couching que es otra forma de intentar ayudar mediante la relación, aunque tiene menos fama y se puede entender de diferentes maneras. En principio, en el ámbito anglosajón y en algunos países de America Latina quiere ser una profesión nueva que tiene por objeto ayudar a las personas que están en situaciones críticas mediante encuentros formales de la relación.

Usted pertenece también a Los Camilos. ¿Esto tiene algo que ver con el ámbito espiritual y religioso? ¿Se podría vincular el counselling con la religión o es una técnica al margen?

Yo lo defino como una formula de psicoterapia breve o un espacio al que acudir para cualificar las propias competencias blandas en la propia profesión de ayuda. Es como si uno quisiera estudiar Psicología y lo hiciera con los jesuitas en Comillas o Dirección de Empresas u otras.

¿Tiene que ver con la religión? No, es Psicología y Dirección de Empresas. No hay que confundir la titularidad que promueve la formación en esto con el contenido. Uno podría hacer un curso de Matemáticas y el profesor ser un religioso, probablemente impregnado de valores genuinamente humanizadores, pero no hay que confundir. No quiere decir que haya que excluir los recursos que cada uno tiene en materia de fe, que también pueden ser fuentes de problemas; uno puede sufrir justamente por eso. Hay que reconocer limpiamente que se trata de una forma de psicoterapia breve.

Comentaba que es un paso mas allá del couching. ¿En que se diferencia?

Lo precede un poco en su desarrollo. El couching está mas de moda en estos momentos, es una forma más corta todavía que el couselling que lo que pretende es ayudar a las personas a desarrollar sus metas. No necesariamente porque tengan un problema, sino porque creen que con un coach pueden sacar mas partido a sus capacidades.

Mientras el couselling sale al paso más de acompañar en las dificultades. Es decir, alguien diría yo tengo un problema que puede estar en el pasado o en el presente y quiero que alguien me ayude, entonces me busco uno que entienda de couselling. El couching se centra más en el presente y en el futuro.

¿El couselling está ligado especialmente a superar situaciones de dolor, de dificultad sobre todo en momentos de enfermedad, de cuidados paliativos, de final de la vida?

No solo. El couselling tiene diferentes ámbitos de aplicación. Nosotros nos hemos especializado en el ámbito del duelo, del final de la vida, de las personas mayores, de la dependencia y hemos capacitado a muchas personas en este campo. Pero otros podrían especializarse en el ámbito educativo o en el de las organizaciones y ser igualmente couselling.

Nuestra historia nos ha llevado a ser extremadamente sensibles con el sufrimiento asociado a la dependencia, al envejecimiento, al final de la vida y al duelo, y en ello somos especialistas, pero también hay personas con otro tipo de problemas por ejemplo de pareja o de relación con los hijos adolescentes y vienen a pedir couselling también.

¿Quién se especializa en couselling?

Se especializan médicos, enfermeras, trabajadores sociales, psicólogos, asistentes espirituales, abogados, educadores etcétera. Son profesionales que trabajan con personas vulnerables, frágiles o en situaciones complejas y quieren ser más capaces de ayudarles en situaciones difíciles. Este es el perfil de los alumnos.

¿Qué buscan al especializarse en couselling?

Buscan ser más competentes en la ayuda cuando el otro está sufriendo por el motivo que sea. Tener más capacidad de escucha, de respuesta, de persuasión, de personalización; más habilidad, mas destreza para utilizar técnicas que permiten ser mas eficaz y resolutivo en el acompañamiento en situaciones difíciles.

En particular, en el ámbito de cuidados paliativos, ¿se requieren competencias de este tipo?

Claro, pero no solo aquí, también en la escuela. En cuidados paliativos hace falta gente que sea capaz de acompañar en lo que significa estar perdiendo a un ser querido o estar viviendo la ultima etapa de la vida y normalmente el ser humano en esas etapas queremos agradecer, perdonar, recapitular, esperar… ¿Hace falta una especialidad para acompañar aquí? Como en otras situaciones complejas en las que se requiere competencia emocional, convivir con la frustración para escuchar con el que te mira a los ojos y te dice “¿estoy muy mal verdad?” o “¿mi mujer como está? Que ella a mí no me lo dice”.

Hay que tener capacidad de gestionar este tipo de situaciones de mucha complejidad emocional, en una relación basada en la verdad, en la autenticidad, en el dialogo abierto, en las que se puede hablar de lo que quiera la persona. Esto salpicara al profesional un poco, pero sin que le invada hasta el punto de quemarle, de llevarle al agotamiento emocional. Efectivamente, trabajar con este grupo de personas tiene un alto precio emocional, pero también un alto grado de satisfacción, lo que se llama satisfacción por compasión. Hay mucha satisfacción entre los profesionales que trabajan en cuidados paliativos.

¿Los centros residenciales reclaman cada vez mas profesionales con formación especializada? ¿Sería recomendable que la tuvieran?

En realidad todos los centros que cuidan a personas buscan cada vez más competencias blandas, relacionales, emocionales, porque eso aumenta la posibilidad de cuidar centrados en las personas. No quiere decir que estemos en el mejor escenario de los posibles, porque los centros residenciales o de atención a la dependencia estamos muy limitados en cantidad de recursos humanos y esto también nos limita en nuestras posibilidades de dedicación ideal a la adquisición de estas competencias.

Pero, efectivamente, las empresas buscan no solo personas con competencias técnicas, sino también competencias para el abordaje de conflictos y de situaciones difíciles. Es algo deseado hoy, especialmente cuando se está hablando de humanización y de modelos de atención centrados en la persona. Y humanización tiene mucho que ver con personalización, con capacidad de escuchar, de responder de manera adecuada, de acompañar a abordar las dificultades no solo en sentido individualizado, sino personalizado a la medida de las diferencias y la especificidad de cada persona.

¿Qué efecto puede causar en una organización el aplicar las técnicas de couselling?

Fundamentalmente, la personalización de la atención, la capacidad de comprender y transmitir comprensión de la especificidad de cada usuario; la capacidad de abordar problemáticas complejas y de no vivir en una soledad emocional que podría ser impuesta por la incompetencia relacional de los profesionales.

Pero también tiene efectos benéficos sobre los propios cuidadores. Trabajando en equipo se pueden hacer heridas y también nos podemos ayudar a vendar unos a otros unas heridas que nos hace no solo el trabajo y la interdisciplinaridad, sino las heridas que nos va haciendo la vida y cuyo eco lo llevamos también al mundo laboral.

Es decir, organizaciones inteligentes empaticamente son organizaciones sanadoras también para los propios trabajadores.

Hay veces que los profesionales, después de trabajar años en un centro por ejemplo de atención a personas con Alzheimer, pierden el entusiasmo y la motivación para escuchar y trabajar con estoS enfermos. ¿Se puede trabajar para recuperarlos?

La fatiga por compasión y el síndrome del agotamiento emocional o del desgaste de las motivaciones mas originarias es frecuente en cuidadores de personas con Alzheimer y otro tipo de patologías que piden mucha atención. Un modo de prevenir este tipo de cansancio, de agotamiento o de fatiga es precisamente equiparse en este tipo de capacidades de abordaje de situaciones difíciles y de cuidado de las motivaciones intrínsecas.

Pero no es el único, nosotros también solemos hacer grupos balint, que son encuentros de profesionales cuidadores que justamente porque pueden estar quemándose y desgastándose, pueden reforzarse en las motivaciones y contarse como cada uno aborda sus propias dificultades. Esto se hace en el contexto de los médicos, en el de la salud, y son otros recursos para cuidarse en el rol del cuidador.

No solo le pasa a los profesionales, también a los familiares que cuidan, que necesitan cuidarse para cuidar y un camino para cuidarse es recargar la mochila de competencias emocionales y vivenciales, de sabiduría e inteligencia del corazón, que se complementa con las técnicas más físicas, manuales, de enfermería.

¿La empatía se puede enseñar?

La empatía es una actitud. Las actitudes tienen un elemento cognitivo, afectivo y conductual y eso se aprende. Hay una parte que viene en nuestra condición humana que es la aptitud; somos aptos cuando tenemos el cerebro normal y no somos psicópatas, esto es lo contrario a la empatía. Pero como opera la empatía, particularmente en su relación conductual, saber responder empáticamente, eso se aprende, se ensaya, se contrasta, se supervisa.

Nosotros lo hacemos mucho en la cámara de Gesell, una cámara con cristal unidireccional donde los que estudian couselling hacen ejercicios con compañeros, actores o usuarios reales y son supervisados al otro lado del cristal por los tutores y los compañeros. Es decir, la empatía se aprende, se enseña, se ensaya, se supervisa, y se reconoce el potencial que uno tiene si tiene una personalidad equilibrada y normal.

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