Opinión

El último que apague la luz

Xavier Perez Llonch, gerente del Grup Benestar. (Foto: Xavier Perez Llonch).
Xavier Perez | Martes 01 de abril de 2025

Hoy cerramos el primer trimestre del año, y han pasado más de 6 meses del cambio de gobierno en la Generalitat y 5 años de la pandemia, y en mi opinión, creo que ampliamente compartida, no se ha mejorado mucho o más bien nada.

Los centros concertados no han cobrado, por tanto se incumplen las condiciones y los plazos marcados por la ley, sin que se pueda hacer mucho, y casualmente se junta con el pago de impuestos a la administración, la misma que si no pagas a tiempo te sanciona con un 20% de recargo, más los intereses de demora y si les apetece una multa. Mismo juego, distintas reglas, ¿en función del equipo?

No olvidemos que lo que nos debe pagar la Generalitat a los centros concertados viene del Estado, por tanto, ¿dónde está ese dinero?, ¿no sabían que llegaría este día y no tendrían fondos?

Otro si, como dicen los letrados.

Se han presentado unos datos del Observatorio Estatal para la Dependencia que, dados los malos resultados obtenidos por casi todas las comunidades, como mínimo, debería sonrojar a los gobernantes. Partiendo de estos resultados y añadiendo que, en breve, irán llegando los baby boomers, no parece que vayan a mejorar. Se sabe que cada vez habrá más demanda de plazas y servicios y menos recursos para todos.

Entiendo, pues, que se debería hacer algo al respecto, para aumentar las plazas residenciales, disponer de más SAD y más plazas en centros de día, pero para que esto suceda, la administración debería facilitar un poco las cosas en vez de no poner todos los impedimentos que pone actualmente.

La aparente respuesta de la administración, a todo lo que se nos viene encima, parece ser la atención domiciliaria, que obviamente es un servicio necesario y válido, pero solo para algunos usuarios y por supuesto más económico, pero no para las personas que están y estarán en nuestros centros.

Ya son varios los casos en que me han llamado compañeros de sector, que rotos por el estrés y las penurias del día a día, dejan el sector. En algún caso quieren traspasar el centro y vivir tranquilos y en otros deben cerrar por quedarse sin sitio en el que atender a sus residentes por temas ya sabidos por todos: alquileres que no se renuevan o a precios inasumibles.

Sobre el segundo caso, como se ha hecho eco la prensa, han recolocado a los residentes en otros centros. Esto significa que han alargado la lista de espera de otras personas que llevan meses, incluso años, esperando su ansiada plaza. ¿Es eso justo?

Respecto a los avances con el nuevo Gobierno, surgen muchas dudas e incertidumbres, difíciles de comprender.

Tras reuniones de patronales, patronales y sindicatos, patronales, sindicatos y el Departament, se ve que no está claro si se va a poder conseguir un misero 5% de incremento en el precio de las plazas concertadas y colaboradoras, que además quieren vincular a costes salariales sin tener en cuenta el resto de los incrementos que hemos sufrido las empresas, como el IPC en todo, (ya llevamos un déficit de años respecto a este punto), servicios, comida… y que no hemos podido repercutir a todas las plazas públicas, ni colaboradoras ni concertadas.

Así que como mínimo debería haber un incremento de 5% vinculado a costes salariales y un 2,9% o 4,5% vinculado al IPC de Cataluña o de servicios.

Dicha cifra que no contenta a nadie, ni a unos ni a otros, es la que es, pero no pasa nada, se benefician de la desunión del sector y como dice el refrán, a rio revuelto, ganancia de pescadores. Por una vez que pueden estar alineadas las patronales con los sindicatos, no nos pondremos de acuerdo. ¿Seguro que no se puede hacer nada? Hay manifestaciones por todo y ¿nadie dirá nada? Una pena.

A mayores de lo anteriormente citado, las empresas ya hemos hecho un incremento este año, según convenio, más la reducción de la jornada y el incremento de SMI. ¿No estará más que justificado dicha aplicación a costes salariales de este supuesto 5%? Es más, yo diría que lo propuesto no cubre todos los costes ya repercutidos al salario de nuestros maravillosos equipos.

Tenemos más frentes abiertos sin solución, como las acreditaciones con plazos vencidos sin respuesta, centros que han acreditado y no cumplen con lo solicitado y centros que si cumplen y esperan resolución. Cambios de versión por parte de Departament, (seremos flexibles, ahora no...), pero siempre de palabra, cosa que después no sirve de nada. Unos se van, vienen otros y de lo dicho, nada, lo escrito es lo que manda, y aún así, mandan repetir estudios porque no se los creen…

Otro punto más es la Integración Social Sanitaria, un proyecto que salió tocado de muerte y se está intentando resucitar sin los medios y recursos adecuados. No podemos prescindir del médico en las residencias, cuando no lo deberíamos tener según la integración, pero en muchos casos, sin él, no se tiene el servicio adecuado. Centros que a estas alturas no tiene acceso al programa de gestión de los CAP’s, médicos que no llegan a los centros, porque es imposible que lleguen…, pero sigamos adelante con el proyecto y ya lo iremos remendando.

Por último y no menos importante, los problemas de personal que tenemos en el sector. No se encuentran profesionales de ninguna clase, en muchos casos, ni pagando por encima del convenio.

Estamos a un 40% de diferencia salarial con los trabajadores del Departament de Salut y ellos con estos sueldos ya tienen dificultades para encontrar personal. ¡Imaginad nosotros! No contentos con esto, se vanaglorian de caminar hacia la equiparación salarial con este 5%, que antes de empezar a aplicarlo, ya nos lo hemos comido.

Creo que necesitamos la unión de todos los centros (en esto, grandes y pequeños sufrimos las mismas vicisitudes) unas patronales que nos representen y no vayan a agachar las orejas y aceptar las miserias que nos ofrecen. Y si no que pregunten a sus asociados a ver que opinan.

Necesitamos luchadores, no gestores ni comunicadores.

Si nosotros no cambiamos las cosas, no lo hará nadie por nosotros.

Xavier Perez Llonch es gerente del Grup Benestar.

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