El rincón del director

La joya robada

Joya en manos de una persona mayor en una residencia. (Foto: Bing).
Josep de Martí | Lunes 17 de marzo de 2025

En la residencia Las Marismas, de la que por cierto eres directora, has tenido que tomar una decisión difícil: despedir a una auxiliar de geriatría por robar una joya a una residente que estaba recibiendo atención de final de vida en la residencia. Todo ha sido un cúmulo de casualidades.

Las cámaras que controlan los pasillos de la residencia captaron cuando la empleada salía del dormitorio de la residente (donde, por supuesto, no se graba nada), la imagen dejaba claro que la trabajadora había sacado el bolso de la residente, se dirigía a un rincón, allí examinaba el contenido, cogía algo, se lo metía en el bolsillo y volvía a entrar en el dormitorio del que salía al cabo de unos segundos, ya sin el bolso.

Normalmente no hay nadie mirando el mosaico de imágenes que genera el software que controla las cámaras, pero ese día estabas tú y te fijaste. Al principio no entendiste lo que estabas viendo, por lo que decidiste ir a hablar con la trabajadora. Cuando se lo comentaste y le pediste que te enseñase qué llevaba en el bolsillo ella se puso muy nerviosa y tras resistirse, sacó la joya y dijo que la residente se la había regalado.

Como eso era del todo imposible, debido su estado terminal, decidiste quedarte con el nombre de todos los que habían visto la escena. Hablaste con tu gestoría y le dijiste que preparase una carta de despido. Desde allí te dijeron que lo mejor era ir antes a la policía a interponer una denuncia. Mientras lo hacías confirmaste algo con el agente que ya sospechabas: en el sector geriátrico no es posible acceder a los antecedentes penales de los candidatos antes de contratar a alguien, algo que sí existe en ámbitos como el educativo.

Estás venga a darle vueltas. Cada cierto tiempo desaparece alguna cosa en la residencia, pero siempre quieres pensar que se trata de pérdidas o descuidos, ahora estás más preocupada.

Desde que eso ha sucedido, otras cosas te están sorprendiendo. La primera es que el asesor jurídico de la empresa te haya dicho que quizás tengas que indemnizar a la trabajadora porque los jueces consideren el despido como improcedente. “¿Es posible? Pero, ¡si ha robado a una residente y la hemos cogido con las manos en la masa!”. “Bueno -te ha dicho tu asesor jurídico-, ya veremos que considera el juez de lo social”.

Hablando con otros directores de residencia que conoces has sabido que esta empleada ya trabajó en otra residencia y que pactaron un despido. El motivo real es que sospechaban que robaba a los residentes, pero no podían demostrarlo, así que decidieron prescindir de ella pagando.

Sabes que no existe ningún sistema para poder verificar los antecedentes penales o laborales de un candidato a un puesto de trabajo. Recuerdas el caso de una candidata a quien le pediste voluntariamente su vida laboral y descubriste que había trabajado en 30 residencias distintas, en períodos de menos de 15 días en la mayoría de veces.

Y todo esto sucede en un contexto en el que resulta difícil encontrar incluso candidatos con titulación cuando tienes una vacante o una baja.

Como directora, te enfrentas a varios dilemas:

  • La contratación con contratos indefinidos: dada la escasez de personal cualificado, no puedes permitirte un proceso de selección demasiado restrictivo. Sin embargo, una vez contratado alguien, si surge un problema grave, despedirlo puede ser muy complicado y, en ocasiones, la residencia acaba enfrentándose a denuncias laborales en las que la carga de la prueba recae sobre ella.
  • El impacto en el equipo y la reputación de la residencia: cuando hay trabajadores con comportamientos dudosos, el ambiente laboral se deteriora y la confianza de las familias se ve afectada. El resto del equipo sufre al tener que convivir con compañeros poco profesionales, generando malestar y desmotivación. Además, has escuchado de casos en los que quien claramente parece el ladrón se dedica a expandir sospechas sobre todos los demás, sin que tengas forma de saber con un 100% de seguridad quién dice la verdad.
  • La necesidad de encontrar soluciones sectoriales: en otros ámbitos existen herramientas para evitar que ciertos profesionales reincidan en malas prácticas, como el certificado de delitos de naturaleza sexual, pero en el sector geroasistencial no hay un registro de personas "no aptas" ni mecanismos eficaces para compartir información sobre trabajadores problemáticos sin incurrir en riesgos legales.
  • Lo has consultado con entidades patronales y tus asesores jurídicos y laborales, pero no encuentras una respuesta sino más bien algunas preguntas que necesitarían de respuesta. Has decidido plasmarlas por escrito e intentar buscar respuesta:

    Preguntas para la reflexión:

  • ¿Qué medidas puedes implementar en la residencia Las Marismas para minimizar el riesgo de contratar a trabajadores con antecedentes laborales problemáticos sin vulnerar la normativa vigente?
  • ¿Hasta qué punto sería viable legalmente la creación de un registro de profesionales no aptos en el sector geriátrico? ¿Qué implicaciones podría tener en términos de protección de datos y derechos laborales?
  • ¿Cómo podrías gestionar mejor la seguridad dentro de la residencia sin comprometer la privacidad de los residentes y del personal?
  • ¿Qué mecanismos existen en otros sectores que podrían adaptarse al ámbito residencial para garantizar la idoneidad del personal contratado?
  • ¿Cómo podrías sensibilizar a las familias sobre estos problemas sin generar alarma ni perjudicar la imagen de la residencia?
  • En esta ocasión planteamos el caso desde una perspectiva diferente. Invitando a quien lo lea a escribir una respuesta algo estructurada que pueda ir añadiendo al texto del caso de forma que quien venga después a tener opiniones con las que comparar la propia.

    ¿Alguien se anima?

    LA OPINIÓN DE LOS EXPERTOS

    --------Eduardo Ortega, CEO de EO Abogados----------------------Josep M. Barcelona, departamento asistencial de Escura

    TEMAS RELACIONADOS: