Desde el Departament de Drets Socials explican a Dependencia.info que "en estos momentos se está llevando a cabo la revisión para la modificación de la Cartera de Servicios Sociales", por lo que "continúa vigente la Cartera que obliga al cumplimiento de la ratio de profesionales propios de las residencias de personas mayores".
Y recuerdan: "En esta primera fase del despliegue, la residencia tiene que mantener al médico, con la premisa que el médico propio de la residencia trabaje de manera colaborativa con Atención Primaria. Se explicita en el documento de prácticas integradas EAP/RGG como se concretarán las dinámicas de trabajo compartidas. Esta situación se podría mantener si es la voluntad de la residencia de personas mayores una vez finalizado el plan de despliegue".
Añaden desde este departamento de la Generalitat: "El cambio de modelo va mucho más allá de la sustitución de un profesional por otro; implica que sea todo el EAP quién, conjuntamente con los profesionales de las residencias, dé respuesta a las necesidades sanitarias de las personas que viven en la residencia. También implica una respuesta sistémica por parte de todos los recursos sanitarios del territorio, especialmente en situaciones de crisis o de más complejidad de la atención. La atención sanitaria de las personas que viven en las residencias estará siempre garantizada por el conjunto de los profesionales de los dos ámbitos y por el resto de actores del sistema de Salud (SEM, PADES, Atención Intermedia, especializada,..), garantizando una atención continuada 7x24".
Por otra parte, también indican desde Drets Socials que "en ningún caso se plantea la sustitución de las enfermeras propias de las residencias, que como el resto de los profesionales que forman parte del equipo interdisciplinario (fisioterapeutas, psicólogos, trabajadoras sociales, educadoras sociales, terapeutas ocupacionales y gerocultoras...), continuarán formando parte de los recursos humanos de las residencias, desplegando las funciones de atención a las personas que viven en la residencia y trabajando de manera colaborativa con los Equipos de Atención Primaria".
Terminan apuntando que "hay que tener en cuenta que, en cada Regió Social i Sanitària, se están desplegando los diferentes Comités, donde se tratan y se acompañan las diferentes situaciones y especificidades que se puedan dar dentro del marco del Desplegament de l'Atenció Integrada Social i Sanitàri en las personas que viven en residencias de personas mayores".
Lo cierto, es que, pese a las buenas intenciones desde el Gobierno catalán, "en estos momentos la coordinación social y sanitaria por parte de la administración es muy mejorable". Así lo afirma, Cinta Pascual, presidenta de ACRA, que insiste en que "sabemos que es un reto enorme, complicado y que precisa de tiempo para que se haga realidad, pero se ha avanzado muy poco".
"Hay que mejorar los circuitos de coordinación entre Drets Socials i Salut, que estos últimos entiendan que los profesionales de la Atención Primaria deben estar muy presentes, de forma directa, en la atención sanitaria de las residencias", apunta Pascual, que subraya: "Y esta falta de coordinación se agrava en verano porque la falta de personal se agudiza aún más que en el resto del año".
Precisamente, a la "dificultad de encontrar profesionales en el sector" hace referencia también Raquel Torres, presidenta de ACAD, que añade que "en las residencias se encontraban con que no daban cumplimiento a esta figura que tampoco era definitiva para la persona usuaria".
Torres señala que "es una reivindicación histórica decir que no tiene sentido que si la persona está viviendo en su domicilio cuando está en la residencia, pierda el contacto con el médico de cabecera habitual, salga de ese cupo y solamente dependa de un médico que tenga contratado la residencia". Pero, incide, "cuando, además, este médico de la residencia (que antes era obligatorio, y de momento sigue siendo obligatorio, pero acabará regulado que no lo sea) no tenía la capacidad y la autoridad suficiente para poder proceder, por ejemplo, con una receta, un medicamento o derivaciones con el usuario ingresado en residencia".
"Esto comportaba un doble trabajo y, al final, el usuario no tenía acceso a su médico habitual", afirma la responsable de esta patronal, que fija plazos: "Lo que se nos comunica en el Desplegament de la atención social y sanitaria es que desde ahora y hasta diciembre de 2024, quizá principios de 2025, las unidades básicas de Atención Primaria se van poniendo en contacto con las residencias que por territorio tienen asignadas y van estableciendo unos contratos donde se establecen las funciones que puede asumir la residencia y cuáles asumiran desde el propio CAP o el Equipo de Residencia de Atención Primaria".
De esta forma, "actualmente vivimos una situación bicéfala en algunas residencias, porque las hay que no han pasado todavía este trámite (quedan unos 6 meses), y tienen que tener obligatoriamente todavía su médico y cuando hagan la firma de contrato junto con el área básica de salud, podrán dejar de tener obligatoriamente el médico y el médico de la residencia será el médico de siempre".
Así, concluye la presidenta de ACAD: "El médico en el medio plazo dejará de ser obligatorio en las residencias entendiendo que desde Derechos Sociales se nos dice que esa parte que se destinaba a financiar la figura del médico se tiene que esponjar en otros profesionales o la contratación de técnicos, en definitiva, en aumentar la atención directa, esto está por definir".
No lo ve del mismo modo el presidente de Upimir, Ignasi Freixa, que opina que "no se puede contar" con que la administración dé este servicio: "Nosotros siempre hemos dicho que el médico tiene que formar parte de la plantilla de la residencia, no puede ser depender de una persona intermedia porque luego estás vendido, es decir, depende muchísimo del Equipo de Atención Primaria que te toque, porque los hay que se desviven por las residencias y hay otros que no es así".
Pero el representante de las pequeñas y medianas empresas del sector insiste, también en la falta de personal, no ya de las residencias, sino de la propia Sanidad pública: "Es muy complicado dar una respuesta correcta a todas estas preguntas porque, además, están colapsados y no tienen el personal necesario para poder dar salida a toda la demanda que tendrían si han de atender a todos los usuarios de todas las residencias de Cataluña".
"Ellos pretenden que todos los médicos de residencias se reabsorban en los Centros de Atención Primaria, pero esto no va a pasar porque los propios médicos están diciendo que esto tampoco lo quieren. También decían que el sueldo del médico se repartiera entre los trabajadores de la residencia. Estamos hablando de repartir unos 800 euros entre 30 personas para una residencia de unas 52 personas... Es una solución en la que no tiene mucho sentido prescindir del sueldo del médico por lo que comporta, ya que no es prácticamente nada a lo que tocan. No es una mejora sustancial de las condiciones de las trabajadoras", explica.
Para resumir, "aunque ellos digan que se ha avanzado mucho, estamos a merced de que los equipos de Atención Primaria que tenemos por zona funcionen mejor o peor y tengan más voluntad o menos en atender a nuestros usuarios. Somos firmes defensores de que las dos figuras sanitarias que tenemos en residencias, tanto médico como enfermería, tienen que formar parte de la plantilla porque así aseguramos una calidad que ellos (Salud) nunca nos darán porque reconocen que el médico de intermedia nunca va a llamar a las familias ni va a explicar los motivos de un cambio de prescripción, que normalmente hace nuestro personal médico. Es una bajada de calidad de servicios. A parte, en un momento en el que la sociedad está pidiendo que se aumenten ratios, no tienen ningún sentido una propuesta para bajarlos".
"En Upimir siempre hemos dicho que no estamos de acuerdo con esta medida si no va acompañada de recursos humanos para poder cubrir esta demanda y como no están... Ahora mismo todo es papel y todo son buenas intenciones, pero a día de hoy continuamos igual que durante la pandemia", termina Ignasi Freixa.