Sábado tarde. Recién llegados de cumplir un sueño de mi hijo, o quizás podría decir también el vivir uno mío, el de poder disfrutar de ver su mirada, su ilusión... De camino a casa, la música me ha llevado a compartir esto, no me diréis que no tenéis esa lista, tan vuestra, que os traslada a esos lugares, tan vuestros. La mía está compuesta por Van Morrison, Bob Dylan, Bruce (como no), Cat Stevens... Música de clásicos, quizás, pero mis primeros recuerdos de ella empiezan desde muy, muy joven, niña, cuando mi hermano mayor, cuando conseguía que me hiciera caso, me montaba en su coche y era ese un súper momento de mi niñez. Recuerdo días de primavera-verano, ventanilla abierta y la música a todo volumen, 'Walk on the Wild Side', y yo mirándome en mi propio retrovisor, con el pelo al viento, me sentía una diosa, como si no tocara el suelo, por encima de todo, deseaba que no terminara nunca la canción, que no terminara nunca ese momento. Puedo sentir esa sensación como si la viviera ahora mismo.
Y para mí, este es el sentido de la vida, lo que vivimos, sentimos, nos eriza la piel... Escuchando 'The Dock of the Bay', crecí, también mis pechos y mis granos. Suena 'Brown Eyed Girl', me río, ese verano donde entraba en el bar de mi pueblo como si no hubiera un mañana, donde me esperaban mis amigos, esos amigos que son todo en ese momento, donde no existe nada más, un submundo donde está todo por descubrir y sientes la libertad de hacerlo, los tiempos son diferentes y la sensación es grandiosa. Puedo revivirlo también.
Suena mi teléfono, mis hermanos, a punto de ver a “Bono” en Las Vegas, ….como es la música, un viaje los dos, mano a mano a Las Vegas, a sus 50 años y deberías verlos, como dos niños 'Stuck in a Moment You Can't Get Out Of'. Sabes, llegando a casa sonaba 'Days Like This', una canción muy presente en mi vida, una canción que siempre me devuelve a casa, a mi casa, mi dentro. Hoy mientras la escuchaba, he sentido algo, me he visto de mayor, me he visto bien, quizás un atardecer de invierno, quizás en una barbacoa con paredes de cristal, con el fuego encendido, rodeada de recuerdos de momentos vividos, quizás con mi amor al lado, quizás con un whisky en la mano. Me gustaría un lento pero seguro movimiento de cadera al ritmo de Van Morrison y poder recordar con una sonrisa dónde me transporta esta canción entonces.
Porque la vida solo son esos momentos que quedan en nosotros, que quedan tatuados dentro, las experiencias del camino. Creo que soy de esas personas soñadoras y que estas cosas tienen una importancia fundamental en mi vida, como entonces no puedo plantear mi vejez dentro de una canción o melodía, como no puedo solo plantear y trabajar para la experiencia que podamos vivir en cualquier momento de nuestra vida, incluyendo la vejez, como no vamos a escoger cómo vivir. Para mi este es el enfoque, podernos plantear un equipo lo suficiente profesional como para replanteranos como acompañar la gran edad desde la experiencia que cada uno quiera vivir, ofreciendo esas herramientas para seguir con nuestro ciclo vital, donde no dejen de sonar las canciones de nuestras vidas.Creo que voy a abrir una nueva lista en mi Spotify donde añadiré las canciones importantes de mi vida y quizás escriba dónde me trasladan y qué he sentido con ellas, porque quizás me apetece que los míos me recuerden así, con música, bailando y cambiando a veces las letras cuando las canto. Sí, este será mi legado de vida, quiero imaginar a mis hijos si un día no estoy aquí, cómo sonríen con la música que me ha hecho feliz y quizás algunos de mis nietos se aficionen a Leonard Cohen escuchando esta lista. O quizás algún día pierda el aquí y el ahora, pero estoy convencida de que me costará mucho no recordar el ritmo de 'Badlands'.
'Lights will guide you home And ignite your bones And I will try to fix you'.
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