Hermann Bock GmbH presenta una amplia variedad de modelos de camas articuladas, configurables en funciones, complementos, medidas y acabados que pueden fabricar en función de las necesidades de cada cliente.
Las caídas y las graves consecuencias que conllevan se encuentran entre las razones por las que el estado de salud de un residente puede deteriorarse drásticamente. Casi un tercio de las personas de 65 años y más y la mitad de las de 80 años se caen al menos una vez al año.
Por esa razón, las camas bajas o ultrabajas minimizan el riesgo de lesión por caída accidental del usuario. Están dotadas, además, de distintas variantes opcionales de barandillas y de funciones regulables, confortables para los usuarios y practicas para los cuidadores.
Hay que recordar, además, que la cama es una herramienta clave en la atención geriátrica porque a las personas mayores les gusta dormir durante el día después del almuerzo o usar su cama como lugar de retiro, por lo que una buena cama contribuye enormemente a su calidad de vida.
Saber que la altura de la caída es baja ofrece mucha seguridad a los residentes. La pérdida de miedos y la reducción de las caídas y sus consecuencias mejora notablemente el bienestar del residente.