El aumento de la esperanza de vida ha provocado un cambio de ideología en nuestra sociedad. Se han visto alterados los compos socioculturales, socioeconómicos, las políticas sociales y sociosanitarias.
Esta nueva situación como TASOC me inspiró para activar nuevos proyectos sociales que incluyesen a las llamadas Tercera y Cuarta edad, centrados en el concepto de animación sociocultural geriátrica.
La animación sociocultural como herramienta, integra a los mayores en el centro, ayudándoles a participar en actividades que incluyan el ocio según sus preferencias y con una visión centrada en la persona.
Los beneficios son claros y comprobados, se previene el rápido deterioro cognitivo y físico, tiene efectos terapéuticos, previene el aislamiento y la soledad, compañeros ambos de la tercera edad.
Desde Residencia Sauleda siempre nos impulsamos hacia las novedades que puedan favorecer la estancia de los residentes. Somos un recurso pequeño, con límites económicos como corresponde en estas fechas. Sin embargo, esto no representa un freno para nuestras expectativas. Se nos define popularmente como “una residencia donde hacen muchas actividades y donde los ancianos no tienen límites añadidos”.
A finales del 2018, iniciamos un proyecto ambicioso al que denominamos “Vellesa Activa”. Se trataba de un proyecto destinado a contribuir y favorecer un estado de vejez digna, activa, vital y extensible, además, a los ancianos de nuestro entorno de Sant Antoni de Vilamajor, no sólo a nuestros residentes.
Para ello, investigamos y nos informamos de las nuevas tendencias en los centros residenciales de los países nórdicos muy bien financiados. Destacaba la iniciativa de Ole Kassow y su proyecto “Cyclingwithoutage”. Pretendía devolver la capacidad de desplazarse en bicicleta a las personas mayores asumiendo las dificultades físicas lógicas del colectivo.
Este proyecto en cuestión, se inició en Copenhagen (2012), y se ha expandido ya a más de 37 países alrededor del mundo. Como no, Residencia Sauleda quiso formar parte del colectivo que incluía a más de 50.000 personas. Aquellos ancianos durante la actividad disfrutaban del entorno, de la naturaleza, reían, conversaban, mostraban su presencia en la sociedad, en su entorno y todo ello de una forma ecológica. Algunos recordaban pasadas sensaciones de cuando eran ellos quienes pedaleaban.
Nuestra intención fue desde un principio poseer una bicicleta en nuestro centro. Nos pusimos en contacto con el Sr. Kassow en Copenhague, pedimos presupuesto e información y nos dispusimos a iniciar nuestro proyecto.
El presupuesto inicial era de 9.000 € para adquirir la llamada “Rickshow”, uno de los triciclos más básicos, aunque con todas las seguridades requeridas.
Ante la imposibilidad de financiar la totalidad de un proyecto de tanta envergadura, se propuso pues intentar recolectar el importe a través de diferentes actividades que permitieran crear un fondo hasta llegar al importe necesario.
El proyecto se expuso a familiares de los residentes, a trabajadores del centro, a la dirección del propio centro, a familiares y amigos personales, en fin, a todo aquel que quisiera colaborar.
Todos entendieron “la necesidad” del proyecto, no en vano ya ejecutamos muchísimas actividades que no son muy habituales en el sector: excursiones, salidas culturales, comidas a restaurantes, salidas semanales a la piscina del polideportivo para realizar terapia acuática, dos viajes largos al año que incluyen hoteles spa, incluso desplazamientos en avión y con hotel…¿por qué no pasear en triciclo? A nadie le pareció una idea descabellada.
Hasta enero de 2020, conseguimos una recaudación de 12.234 €, todos y cada uno de ellos recibidos de una forma solidaria, paelladas, caminatas con sillas de ruedas, bingos, fiestas solidarias, nos cedieron obras artísticas para subastar, sorteos de paneras de navidad, venta de lotería de navidad, donaciones de comercios de nuestro entorno,…. con la ayuda de muchísimas personas muy implicadas que confiaron en el proyecto.
¿Qué podíamos hacer? Pues seguimos con el proyecto. Realizamos el encargo de la TRIOBIKE, pero ya totalmente equipada, con dos baterías eléctricas para poder alargar las rutas, capota para la lluvia o el sol, manta térmica para el invierno y la lona para cubrirla en períodos de descanso.
No hace falta decir lo muy orgullosos y agradecidos que estamos de este logro en momentos tan y tan dificultosos para todos. Pero vale la pena.
Con este artículo queremos hacer un llamamiento a todos los recursos residenciales y sus profesionales: Hemos de conseguir dar voz y presencia en la comunidad de nuestros residentes. El objetivo principal ha de ser su bienestar y seguir siendo ciudadanos activos y respetados. La sociedad es colaborativa, responde cuando el proyecto lo merece, está demostrado.
Ahora ya, estamos disfrutando plenamente de la TRIOBIKE, y os animamos a que lo intentéis. A que iniciéis proyectos socioculturales y que una vez conseguidos os propongáis otros y otros, nosotros con este Sant Jordi, ya hemos iniciado la recaudación del nuestro próximo objetivo.
Es sorprendente las ganas de vivir de los ancianos, de disfrutar, de seguir activos en lo posible, de reír y participar. Es mucho lo que nos enseñan cada día a través de nuevas experiencias, y la Covid-19 no nos lo debe impedir.
¿Y tú? ¿Te propones nuevos retos y objetivos?
Gracias a todos.