El director general de Sanitas Mayores cree que la Dependencia no solo no ha llegado a cubrir una mayoría relevante de las necesidades de los ciudadanos, sino que tampoco ha impulsado la verdadera transformación del sector.
No duda en calificar como buenos los últimos años de crisis económica para ellos, lo cual sin duda es una buena noticia que atribuye Domènec Crosas, director general de Sanitas Mayores, “a que hemos estado más centrados que nunca en escuchar al cliente…, adaptándonos a las diferentes situaciones que se han dado estos últimos años, manteniendo en el centro de nuestra estrategia al mayor”.
Durante la entrevista con Negocios & Gestión de la Dependencia, Crosas desgrana este y otros temas de actualidad relativos al grupo residencial, pensiones, y como no, Dependencia, sobre la que afirma que no solo no ha llegado a cubrir una mayoría relevante de las necesidades de los ciudadanos, sino que tampoco ha impulsado la verdadera transformación del sector.
El cambio de nombre de Sanitas Residencial a Sanitas Mayores que se hizo efectivo en febrero de este año, ¿fue una clara declaración de intenciones sobre la línea de trabajo que se han marcado para el futuro?Efectivamente el cambio de nombre a Sanitas Mayores responde a nuestro interés de ofrecer a las familias ayuda para los cuidados a personas mayores, lo que es verdaderamente nuestra área de especialización, para lo que estamos trabajando en el desarrollo de una propuesta muy completa de servicios. Por supuesto, continuaremos nuestra actividad de atención residencial en la que además tenemos puestas muchas expectativas de crecimiento para los próximos años. Pensamos que este nuevo nombre representa mejor nuestra voluntad de satisfacer un mayor número de necesidades en la atención a personas mayores gracias a nuestra experiencia en la atención a personas mayores
Lo cierto, es que a pesar del trabajo y la evolución que han sufrido las residencias de personas mayores, según numerosos estudios la mayoría prefieren ser atendidos en el hogar antes que ir a uno de estos centros. ¿Sigue siendo este uno de los retos de las residencias?Naturalmente las personas tienen que permanecer y ser atendidas en sus hogares mientras sea posible. Eso está en la esencia de la propuesta Sanitas de envejecimiento activo, pero eso no es un reto para las residencias. El reto para los operadores de atención a mayores es ser capaces de ofrecer a cada persona y cada familia la ayuda que necesita.
Sucede que en determinados estadíos de dependencia y muy particularmente en casos de demencia avanzada la atención en el hogar se hace muy complicada. Cuando se da esta situación, la propuesta de un cuidado especializado y profesionalizado en un centro residencial como los que ofrece Sanitas es lo que requiere la persona mayor. Se trata de unos cuidados centrados en la persona en todo momento, no en la enfermedad, para que los mayores puedan sentirse como en casa pero atendidos por profesionales en centros habilitados que cuentan con todo el equipamiento necesario para ofrecer el mejor cuidado.
Sanitas ha participado junto a la Fundación María Wolff, en el estudio Reducción de Sujeciones Físicas en Residencias, en el que han participado más de 7.657 mayores de 41 residencias. ¿Cuál ha sido la principal dificultad que se han encontrado a la hora de implantar el programa libre de sujeciones? Y ¿Cómo valoraría sus resultados?La implantación del programa libre de sujeciones en nuestros centros residenciales ha sido un reto que estamos resolviendo de forma más que satisfactoria. A pesar de la dificultad de haberse realizado en nuestras 39 residencias, con la participación de más de 7.500 mayores, los resultados del programa son excelentes. Actualmente en Sanitas Mayores solo el 0,9% de las personas de nuestros centros tienen algún tipo de sujeción y en la mayoría de esos casos se trata de situaciones transitorias o por decisión de los familiares. En cualquier caso nuestro objetivo es el 0%. Según los datos disponibles a fecha de hoy, la Asociación de Empresas de Servicios para la Dependencia (AESTE) estima que en España se somete a sujeciones terapéuticas al menos a un 12,8% de los ancianos de residencias. Los datos del INE de 2013 indican que hay unas 290.000 personas mayores viviendo en estas instituciones con lo que al menos 37.120 personas son sujetas como parte de sus cuidados diarios a pesar de existir alternativas como demuestra este estudio.
En términos generales podemos decir que las sujeciones físicas pueden ser eliminadas casi por completo con niveles razonables de seguridad. Nuestra conclusión es que este tipo de medidas aminoran las caídas con fractura y mejoran de forma notable la salud de los residentes, se sienten mejor emocionalmente, mejoran las alteraciones de conducta, hay menos riesgos de osteoporosis…y lo más importante de todo reciben una atención que respeta su dignidad por encima de cualquier otra consideración.
El paso siguiente es la reducción de las sujeciones químicas, ¿se han planteado darlo?Al igual que con la implantación del programa libre de sujeciones físicas, la reducción de las sujeciones químicas es un aspecto muy relevante para nosotros. Es el siguiente paso y es mucho más complejo y sutil. Permanecemos firmes en mantener un cuidado centrado en la persona que encuentre el punto óptimo del trilema seguridad-dignidad-autonomía. Es nuestro siguiente reto a afrontar y en la actualidad ya estamos trabajando en este fascinante proyecto.
Sanitas Mayores trabaja mucho con lo que en el mundo del turismo llaman `experiencias´, animalterapia, musicoterapia…, tienen incluso `jefes de Experiencia al cliente´, ¿qué aportan estas nuevas técnicas?Lo que aportan básicamente es pasarlo bien. Tener los máximos momentos posibles de experiencias positivas a lo largo del día. Conscientes del beneficio que supone para el mayor un ocio activo y saludable, Sanitas Mayores incluye esta dimensión en su modelo de atención integral al mayor en sus centros de día y centros residenciales. Que nuestros residentes lo pasen bien es una prioridad.
Además hemos descubierto un sensacional beneficio colateral: este tipo de actividades entusiasman a nuestros profesionales. Se sienten mucho más próximos y lo pasan mejor en sus horas de trabajo.
La última de estas experiencias, es la terapia no farmacológica en salas Snoezelen, que se está aplicando de momento a 90 residentes y que están desarrollando junto a la Blanquerna-Universitat Ramon Llull, ¿podría adelantarnos algún resultado del estudio? ¿Es rentable invertir en este tipo de experiencias?Las terapias Snoezelen se pueden englobar dentro de las terapias no farmacológicas, proporcionan una serie de experiencias agradables que ofrecen mejoras tanto en el plano cognitivo y afectivo, como en el comportamiento y en última instancia la sociabilidad con las personas de su entorno.
El estudio en colaboración con la Blanquerna-Universitat Ramon Llull está en desarrollo. Este proyecto tiene muy buen aspecto pero es algo pronto para tener conclusiones sólidas.
Otra apuesta que han hecho desde Sanitas en los últimos años ha sido en RSC. ¿Qué aporta a Sanitas además de mejorar su marca? ¿Y qué programa destacaría de los que están llevando a cabo y por qué?El lema de Sanitas, que es el lema de Bupa, nuestra matriz, es vidas más largas, más sanas, más felices, así que la contribución a una sociedad mejor está en nuestro ADN. Nuestros expertos de Sanitas Mayores colaboran con el proyecto Cuidar Bien de la Fundación Sanitas cuyo objetivo es dar apoyo a los familiares de personas que padecen algún tipo de demencia. Se trata de una plataforma de información para los cuidadores que pretende ayudarles en el día a día del cuidado con consejos prácticos para cada una de las etapas de la demencia. Nuestros expertos colaboran en la elaboración de la información, resuelven dudas y ofrecen consejos que los cuidadores envían a través de la web o las redes sociales de Cuidar Bien.
Esto es importante porque según datos del estudio de CEAFA y Fundación Sanitas, “El cuidador en España”, el 45% de las personas que cuidan a un familiar que padece alzhéimer reclama ayuda en forma de apoyo psicológico, mientras que un 34% prefiere que esta ayuda sea informativa. En este sentido, desde Sanitas Mayores podemos aportar nuestra experiencia como expertos en el cuidado de personas con demencia.
En cuanto a la situación económica de Sanitas Mayores que en 2015 tuvo un índice de ocupación del 95,7%, ¿la valoraría positivamente?La verdad es que estamos muy contentos por la confianza que nuestros clientes ponen en nosotros. No hay secretos, son muchas cosas pequeñas dirigidas a dar a nuestros clientes –usuarios y sus familias- lo que quieren, lo que necesitan. Y eso solo es posible con mucha ilusión y mucho compromiso por parte de nuestros profesionales que son los que día a día cuidan de nuestros mayores.
No sé expresar lo orgulloso que me siento de mis compañeros y compañeras que atienden cada día a nuestros residentes y a sus familias lo que hace que nos prescriban, y sea la recomendación nuestra fuente principal de nuevos clientes.
Teniendo en cuenta el envejecimiento de la población y el aumento del índice de dependencia, es ¿el sector residencial un sector de futuro? ¿Es un buen sector para invertir?Desde luego para Sanitas es muy interesante porque cuidar a personas en todos los momentos de su vida es nuestra razón de ser, es a lo que nos dedicamos.
Personalmente en ocasiones me sorprende el entusiasmo de determinado tipo de inversores, pero yo siempre celebro que se dediquen recursos de calidad, y por tanto capital, a la atención a mayores. El sector de la atención al mayor se encuentra en un momento de crecimiento, no sólo por el envejecimiento poblacional sino influido también porque aumenta la concienciación sobre la importancia de contar con ayuda profesional para el cuidado de personas mayores, especialmente en el caso de aquellas que se encuentran en una situación de alta dependencia.
Las dudas sobre el sostenimiento del sistema de pensiones y de la financiación de la Ley de Dependencia ¿son algunos nubarrones que se ciernen sobre el sector?Es cierto que una de las fuentes básicas de financiación son las pensiones, entre las ayudas familiares, el patrimonio personal, las hipotecas inversas, los seguros o los fondos de pensiones. Pero lo cierto es que la sostenibilidad de nuestro sistema de pensiones es un tema controvertido y ni tan siquiera los grandes expertos se ponen de acuerdo.
Con respecto a la Ley de Dependencia, me temo que la Ley está muy lejos de ser plenamente implantada en todo el país para todos sus ciudadanos. En bastantes casos no ha conseguido su función principal que era facilitar recursos financieros a las familias para que las personas dependientes estuvieran bien atendidas, con un cuidado profesional.
En líneas generales podemos afirmar que no se ha llegado a cubrir una mayoría relevante de las necesidades de los ciudadanos en los derechos que les otorga la Ley ni ha impulsado tanto como hubiera sido deseable la verdadera transformación del sector, por ejemplo, mediante procesos formales de acreditación. En su peor implementación la prestación ha acabado, en ocasiones, siendo un subsidio directo a las familias sin ningún control posterior, aunque esa práctica afortunadamente ahora ya se ha reducido notablemente. La implantación de la Ley ha sido compleja, diferente entre CCAA y en diferentes momentos en el tiempo. Es cierto que la crisis económica iniciada en 2008 literalmente atropelló la implementación y desarrollo de la Ley, pero esta o cualquier otra, no se desarrollará por completo mientras no tenga el presupuesto necesario, tanto en la AGE como el las CCAA; no se desarrolle un sistema de copago equitativo con los distintos niveles de renta y patrimonio que garantice tanto el acceso a las ayudas profesionales acreditadas a personas dependientes; y no sea sostenible en el tiempo.
¿Es la concentración empresarial, una buena solución para mantenerse en momentos de crisis? ¿O pasa también por diversificar el producto, ofreciendo nuevos servicios? En este sentido, ¿cuál sería la estrategia empresarial de Sanitas Mayores?
En nuestro sector la concentración en sí misma no resuelve nada porque –una vez se ha alcanzado una determinada talla crítica que permite desarrollar un modelo propio de calidad- las economías de escala son prácticamente inexistentes.
Lo relevante en cualquier contexto económico, social y sectorial es adaptarse a la demanda real y nuestro sector no es distinto en eso. Estos últimos años de crisis económica han sido particularmente buenos para nosotros y lo atribuimos a que hemos estado más centrados que nunca en escuchar al cliente. Eso nos ha permitido adaptarnos a las diferentes situaciones que se han dado estos últimos años, manteniendo en el centro de nuestra estrategia al mayor, no perdiendo nunca el foco en su cuidado y bienestar a través de la especialización y la personalización.
¿Están cumpliendo las administraciones con los pagos a las residencias, por las plazas concertadas?En líneas generales sí, no tenemos quejas mayores. En ocasiones alguna administración se retrasa y lo comprendemos pero, al menos con las administraciones con las que nosotros trabajamos, el promedio actual está en torno a los 60 días.
En general uno de los problemas de los años de crisis han sido los niveles de ocupación. El Observatorio de la Dependencia señala que hay 55.000 plazas libres, mientras 20.000 dependientes no reciben servicio. ¿Por qué hay plazas vacías a pesar del envejecimiento de la población y de la existencia de una demanda insatisfecha?No es lo mismo la necesidad que la demanda efectiva. Para que la necesidad se convierta en demanda es necesaria ayuda en la financiación. Pero las limitaciones económicas no son el único factor, que sí es muy relevante. También influye una inadecuada ubicación geográfica, hay muchas residencias con pobre ocupación porque simplemente están mal ubicadas.
¿Sería necesario que el próximo gobierno revisará la reducción del IVA para estos residentes y se les aplicara el 4% igual que aquellos que ocupan plaza concertada?Sin ninguna duda, la reducción del IVA debería ser una de las vías de apoyo a las familias y a las administraciones para incrementar su poder adquisitivo a la hora de comprar los servicios que necesitan. No se trata, en nuestra opinión, de una medida para apoyar al sector sino de ayudar a los ciudadanos.