El médico especialista en Medicina Preventiva y Salud Pública del Hospital Gregorio Marañón de Madrid, Antonio Burgueño Torijano, que, además, es director técnico del Programa "Desatar al Anciano y al Enfermo de Alzheimer" de CEOMA ha tenido que responder recientemente a una petición de ayuda de un hijo que no quería que sujetaran a su madre en una residencia.
El caso puede ser ilustrativo y educativo sobre una problemática que aún no se ha resuelto bien:
CARTA DEL HIJO AL PROGRAMA DESATAR
"Soy el tutor legal de mi madre. Ella va a cumplir 83 años y está diagnosticada de DTA. Su enfermedad está en una fase avanzada. A través de la ley de dependencia le asignaron plaza en la Residencia XX, donde reside desde hace casi 5 años. Sufrió varias caídas desde el mes de abril de este año y ello supuso que presentara varias reclamaciones ante la residencia y diera conocimiento al juzgado 95 de Madrid, que es el que lleva su tutela. Las caídas se producían por estar sin supervisión de ningún auxiliar deambulando por los pasillos a pesar de estar los mismos en el módulo (cuando se mostraba reacia a los cuidados la sacaban al pasillo sin supervisión alguna).
En septiembre me llamó el médico de la residencia (sustituto del sustituto del sustituto del titular) para decirme que necesitaba mi consentimiento para aplicar un cinturón abdominal diurno. Le pedí información y no me resultó convincente. Insistió y le pedí la información por escrito. Tampoco me resultó convincente ni ajustada a lo exigido en estos casos. Firmé el NO consentimiento informado y la residencia trasladó el mismo al juzgado. Desde el juzgado me requieren para que justifique mi negativa a la sujeción. He tenido conocimiento de su programa "Desatar al anciano y al enfermo de Alzheimer". De hecho junto con el "Documento de Consenso de la sociedad de Geriatría y Gerontología" son mi principal apoyo.
Les pido su ayuda para presentar una argumentación fundamentada en aspectos éticos, legales y científicos al juzgado.
El enfermero encargado del módulo de mi madre apenas lleva un año en su puesto y cuando se propusieron las medidas estaba de vacaciones. En mi opinión, la residencia trata de cubrir sus responsabilidades ante una posible reclamación por una caída de mi madre. Yo creo que con una supervisión
adecuada es suficiente. Además, estaría dispuesto a, con permiso de la juez, a costear el sueldo de una persona que estuviese cuando el personal de la residencia no pudiera hacerse cargo de ella para supervisarla y evitar las sujeciones.
Muchas gracias por todo.
Saludos cordiales"
RESPUESTA DEL PROGRAMA DESATAR
EVIDENCIAS CIENTÍFICAS Y EXPERIENCIALES PARA RECHAZAR EL USO DE SUJECIONES A PERSONAS MAYORES EN RESIDENCIAS
El uso de sujeciones en personas mayores ha venido siendo una práctica muy extendida en España, a la vez que muy cuestionada a nivel mundial. La prevalencia de uso de sujeciones en España es superior a la de países de nuestro entorno.
Al atar a una persona, se le inmoviliza y eso tiene las siguientes consecuencias negativas sobre la salud de la persona:
Las sujeciones en personas mayores aumentan el riesgo de caídas y de que éstas tengan consecuencias más graves.
El uso de sujeciones para evitar caídas está técnicamente proscrito a nivel mundial, ya que al no saber cuándo se va a producir la caída, se condena a la persona a vivir constantemente atada, introduciéndola en un proceso de deterioro físico y mental acelerado, que la llevará a una situación de fragilidad extrema, con alto riesgo de complicaciones y muerte. Si se da el caso de que se aplica la sujeción en ciertos momentos, y en otros no, se puede deducir que se están utilizando por conveniencia, por necesidades organizativas del centro, o por ahorrar recursos, trabajo o esfuerzos.
Las sujeciones no responden a una necesidad de una persona (nadie necesita vivir atado), sino que responden a la necesidad del centro donde están atendidas; las sujeciones no curan, no son terapéuticas; quitan capacidad a las personas; son causa de graves complicaciones.
En las entrevistas con los profesionales de los centros se detecta que uno de los principales motivos para recurrir al uso de sujeciones es el temor a denuncias por parte de los familiares de residentes con riesgo de caídas.
Existe un video ilustrativo sobre el impacto de las sujeciones en las personas con demencia, y de la eliminación de sujeciones en los profesionales que puede verse en:
Se han presentado iniciativas tanto en el Congreso de los Diputados como en los parlamentos de varias Comunidades Autónomas para eliminar su uso.
El Decreto Foral 221/2011 por el que se regula el uso de sujeciones físicas y farmacológicas en el ámbito de los Servicios Sociales Residenciales de la Comunidad Autónoma de Navarra, explica en su exposición de motivos que “las sujeciones o restricciones físicas y/o farmacológicas son métodos que, según las evidencias científicas del momento, pueden suponer graves riesgos o inconvenientes sobre la salud de las personas que son objeto de las mismas”.
Este Decreto fue premiado por "Diario Médico" como una de “Las mejores ideas de la Sanidad del año” en el apartado de Iniciativa Legal, Ética y Deontológica.
El director del Programa Desatar ha impartido formación a fiscales sobre el fenómeno del uso de sujeciones en residencias. Algunos fiscales conocen centros libres de sujeciones, y cada vez será más. El mismo director del Programa Desatar acompañó a algún fiscal a visitar un centro libre.
Conscientes de las consecuencias negativas del uso de sujeciones, la Confederación Española de Organizaciones de Mayores (CEOMA) pone en marcha el programa “Desatar al anciano y al enfermo de Alzheimer” en el año 2003, mediante el cual asesora y orienta a las residencias para cambiar sus procedimientos de trabajo.
Guía de uso de Sujecciones físicas y químicas con personas mayores y enfermos de Alzehimer
Ya son más de un centenar de residencias las que han sido acreditadas por CEOMA como “Libres de sujeciones”. Todas afirman que dejar de utilizar sujeciones ha sido un paso decisivo que ha mejorado la calidad de vida de las personas atendidas, así como la satisfacción de los profesionales y la propia imagen de la residencia.
De entre los centros libres de sujeciones comprobados y controlados por el Programa Desatar, ya son 30 los que han cumplido más de 5 años libres, lo que es una clara demostración de que se puede cuidar a las personas con demencia en las residencias sin tener que recurrir a sujetarlas.
Los centros libres de sujeciones controlados por el Programa Desatar no presentan más caídas, ni más fracturas de cadera, que los centros que siguen utilizando sujeciones.
Desde el punto de vista científico el uso de sujeciones no solo no elimina el riesgo de caídas, sino que cuando se producen caídas en personas que están siendo sujetadas suelen tener consecuencias más graves.
Si una persona con demencia esta albergada en un centro libre de sujeciones, no se plantea la aplicación de una sujeción, sino que se buscan otras fórmulas para manejar sus problemas.
Es cierto que, para que en una residencia se pueda prescindir de las sujeciones para evitar caídas, se ha de hacer un esfuerzo, ajustes organizativos, adecuaciones ambientales, y avances en la prevención de conductas de las personas con demencias avanzadas, y también es cierto que cuando en los centros existen deficiencias en esos aspectos es más probable que se recurra a las sujeciones.
Por criterio de proporcionalidad, no es admisible aplicar sujeciones físicas diarias para evitar caídas. Se puede utilizar una expresión coloquial para hacerlo visible, “es peor el remedio que la enfermedad”. Puestos en una balanza, los efectos negativos del uso diario de sujeciones pesan más que los supuestos beneficios. Existe un consenso generalizado en que el cuidado a las personas mayores con demencia y con riesgo de caídas debe ser abordado con otros métodos, mucho más beneficiosos para las personas mayores, para los trabajadores y para las instituciones.
Muchas residencias ya han hecho un cambio. Es cuestión de tiempo que los responsables de las que aún no lo han hecho sean conscientes de esta realidad y vayan asumiendo el reto de cambiar su mentalidad y de formarse para modificar sus procedimientos de cuidados.
Visitar centros libres de sujeciones, y comprobar in situ como en casos como el de su madre, no se recurre a aplicar sujeciones de ningún tipo.
Puede solicitar al juez que dicte una orden de traslado de su madre a un centro libre de sujeciones que tenga plazas concertadas con el sistema público de atención a la dependencia. Hay varios, en la práctica totalidad de las comunidades autónomas.
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